Pese a que la flota de taxis que circula diariamente por Capital Federal es casi constante desde hace dos décadas (oscila entre 37.000 y 38.000 vehículos habilitados), los precios de las licencias aumentaron considerablemente y el promedio de la antigüedad del parque ronda los 4,5 años.

En este negocio de cuatro ruedas, las licencias, que no pueden venderse oficialmente, tienen un precio que puede llegar a los 100.000 pesos, según los propios taxistas.

Ante este secreto a voces, la Legislatura sancionó hace dos años una norma por la que se establece que, ante la aparición de un nuevo titular, debe pagarse una tasa de transferencia destinada a conformar un fondo para poder controlar las condiciones técnicas de la flota y capacitar a los choferes.

El cobro de esa tasa comenzará a regir desde julio, cuyo costo alcanza el valor de 20.000 fichas de taxis, publica La Nación.

La misma norma establece la obligación de renovación del parque automotor. La reducción de la antigüedad que tiene un taxi para circular es gradual. En 2012 no puede tener más de 11 años. Y desde 2013, el máximo será de una década.

"Este sector es el único que se autolimitó en la cantidad de años de circulación. Y tiene que ver con brindar una mejor calidad en el servicio. Esta ley se está cumpliendo y la gran mayoría de las cosas está en marcha. También ayuda que el sector está trabajando bien", indicó al diario La Nación el diputado porteño de Bloque Sindical, Claudio Palmeyro, que también es miembro de la comisión directiva del sindicato de Peones de taxis.

Es que la ley también dispuso el desdoblamiento de la tarifa en diaria y nocturna (a partir de las 22 sufre un incremento del 20%), reglamentación que empezó a regir en marzo de 2011.

Lo que sigue pendiente es el curso de capacitación que los choferes deben aprobar una vez al año. Según la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña, comenzarán a realizarse en el segundo semestre de este año y será obligatorio.