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Dólar oficial "pide pista": acelera al doble que en el primer semestre y en noviembre registró la mayor suba desde marzo 2009

Luego de un lapso en el que el avance del dólar en el mercado oficial se ubicaba por debajo del 1% mensual, a partir de mediados de año
04/12/2012 - 10:03hs
Dólar oficial "pide pista": acelera al doble que en el primer semestre y en noviembre registró la mayor suba desde marzo 2009

"El Gobierno tomó nota hace rato de que el mercado ya hizo su propia devaluación", afirma a iProfesional.com el directivo de uno de los bancos líderes, en referencia a la brecha que hoy existe entre el dólar oficial y el blue.

En diálogo con este medio agrega: "Lo que le resta, de ahora en más, es tratar de que la distancia entre uno y otro no se dispare, porque esto metería más miedo aun entre inversores y ahorristas".

Sus palabras son compartidas por la mayoría de sus colegas, que eligen hablar off the record por temor a represalias.

Y estos dichos cobran más relevancia en estos días, si se considera que la llegada de las vacaciones traerá un pico de demanda del blue, que podría alejarlo todavía más de los $4,85 actuales fijados por el Banco Central.

Es por ello que en filas kirchneristas trabajan en dos frentes a la vez:

•Por un lado, tratan de acortar la brecha entre ambos acelerando el ritmo de suba del oficial.

•Por otro, haciendo que el blue no escale más de la cuenta. Para ello -tal como afirman fuentes confiables del mercado- recurren a una "entidad financiera amiga", por la que dejan "escurrir" algunas divisas para así aumentar la oferta y atenuar la suba.

Por otra parte, no escapa a ojos oficiales que diciembre será un mes atípico, cargado de tensiones y de nerviosismo, ya no sólo por todo lo que ocurra en torno al 7D, sino además por el posible enrarecimiento del escenario político, ante la posibilidad de que se registren nuevas expresiones de la oposición, como la marcha que estaría organizando la CGT "no oficial". 

Ello, pese al alivio que produjo el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que alejó, por el momento, el riesgo de caer en un "default técnico", que también tenía fecha de vencimiento: el 15D.

Hasta que se conoció la sentencia, reinó la incertidumbre. A punto tal de que el blue, por el llamado "efecto Griesa", se elevó más de diez centavos en pocos días, para cotizar ahora en valores cercanos a los $6,45.

Demasiado incremento para ser replicado por el oficial, al que lo único que le queda es acelerar el tranco para así acortar, al menos en parte, la brecha y, dicho sea de paso, reducir el atraso cambiario frente a la inflación.

El oficial "pide pista"

Si hay algo que el Ejecutivo se encarga de reafirmar en su "relato" es que no va a dar el brazo a torcer con quienes define como el "club de los devaluadores".

Sin embargo, en el oficialismo son conscientes de que la divisa estadounidense sigue perdiendo terreno frente a un índice inflacionario que ya resulta difícil de bajar del pedestal del 25% en el que se situó hace ya un buen tiempo.

Así las cosas, al billete verde oficial no le queda otra que "pedir pista" para acelerar. Y eso es lo que está haciendo, piloteado por el Banco Central.

Y esto queda comprobado en la práctica. Su avance mensual pasó primero de un casi insípido 0,5% en marzo a un piso del 1% a partir de mayo. Y de ahí al sorprendente 1,6% registrado en noviembre.

Más aun. Durante el primer semestre la cotización del verde billete oficial avanzó a un ritmo del 0,8% mensual. En la segunda parte del año se duplicó (ver infografía)

A los analistas no se les escapa de vista esta acelerada del dólar oficial, al que cada vez lo ven con "menos aire" -al igual que los subsidios- para cumplir con la tarea encomendada de hacer de "ancla" contra la inflación.

Como resultado de esta modificación de la política cambiaria, 2012 terminaría con un incremento del billete verde del orden del 15%, un porcentaje que a principios de año hubiera parecido casi como impensado e inalcanzable.

Para Fernando Izzo, director de ABC mercado de cambios, "el ajuste más acelerado comenzó en mayo. Ahora el Central parecería ser que acercó la tasa de devaluación al orden del 20% anual".

"Igualmente el ajuste real en 2012 será del 15%, porque comenzó el año a tasas muy bajas", afirma, al tiempo que señala que "si no se apretaba el acelerador se iba a concluir con un repunte de apenas el 12%, es decir, la mitad que la inflación".

Izzo se muestra conforme con este cambio en la estrategia oficial. "El Banco Central ajusta para arriba para así acomodarse a los aumentos de los costos internos y a las devaluaciones regionales".

Un dato interesante que surge de analizar cómo fue la evolución de los incrementos mensuales es que si se los anualiza, éstos pasaron de un mínimo del 7% anual en marzo a un 20% en noviembre que, incluso, podría extenderse unos dos o tres puntos adicionales en el último mes del año (ver la siguiente infografía).

¿Qué pasó con el blue?

A principios del 2012 recién comenzaba a ganar protagonismo el dólar informal, de la mano de un cepo cambiario que estaba dando sus primeros pasos.

Quien repase la brecha vigente a lo largo del primer trimestre del año se sorprenderá al corroborar que la misma se mantuvo en una franja que rondaba "apenas" el 10%.

Es decir, menos de la tercera parte de la que se observa en la actualidad, que muestra un alejamiento cercano al 33 por ciento.

El precio oficial a fin de año

Los pronósticos de las principales consultoras económicas hacen referencia a un "dólar BCRA", que se ubicará levemente por debajo de los $5 para fines de diciembre.

Así lo ven consultoras como las de Castiglione & Tiscornia Asesores, Fundación Capital o la firma LCG, dirigida por Martín Losteau.

Ese valor también es compartido por bancos locales, como el HSBC y el Santander, o internacionales, como el Bank of America.

En tanto, de mantenerse la actual brecha, es de prever que el dólar paralelo no baje de los $6,50.

¿Cómo se ve desde afuera el dólar en Argentina?

La mayoría de los analistas consultados por iProfesional.com coinciden en señalar que el dólar "pisará el acelerador" e irá subiendo más de prisa respecto a cómo lo hizo en la primera parte del año.

Sostienen que el ritmo devaluatorio tendrá como piso un 20% de cara a los próximos meses y algunos, incluso, hacen referencia a un 22%.

La idea del Gobierno, agregan, es reducir la brecha frente a la inflación y morigerar algunos problemas derivados del encarecimiento de los productos argentinos en dólares.

Es más, el influyente relevamiento de la firma internacional Latinfocus -que tiene su cuartel general en Barcelona- arroja que las más prestigiosas entidades locales e internacionales hacen referencia a una devaluación superior al 20% para 2013.

Es decir, unos cinco puntos porcentuales por encima de los que cerraría este año.

Al respecto, el banco Santander se ubica en el tope de las estimaciones alcistas, con un 22% de suba proyectada -diciembre 2013 vs. cierre diciembre 2012y una cotización del orden de los $6,10.

Por debajo se encuentran el Citi, Goldman Sachs, Bank of América y HSBC que hacen referencia a un repunte del 20% y prevén un valor del orden de los $6,00.

En tanto, en el plano local, las consultoras de Orlando Ferreres y Miguel Bein y los economistas del Banco Galicia pronostican que el billete verde escalará menos del 20% y se acercará a los $5,95.

Así las cosas, el consenso de analistas ven un dólar cotizando cerca de los $6 a fines de 2013, aunque algunos, como Camilio Tiscornia, arriesgan una cifra próxima a los $6,40.

En el caso del blue, de mantenerse el cepo -tal como es de prever-, tendrá un piso de cotización en el mercado informal de unos ocho pesos.

Además de las proyecciones que elaboran bancos y consultoras, existen algunos datos de hoy día que arrojan pistas sobre el mayor ritmo de suba establecido para el billete verde.

Uno de ellos es el precio futuro al que se pacta actualmente la divisa en el mercado del Rofex.

Al respecto, cabe apuntar que para octubre del año próximo (la fecha más lejana entre las que se consignan cotizaciones) se está negociando hoy a $5,784.

Si se compara con el correspondiente de finales de año, se observa una variación del 19,4%. En buen romance, los inversores se mueven con una proyección de tasa de incremento anual del orden del 24% para el 2013.

Efecto "tasa"

En esta pugna permanente entre el avance de los precios y el tipo de cambio suele entrometerse un "tercero en discordia": la tasa de interés.

Su protagonismo no es menor ya que, según cómo se mueven el resto de las variables, puede inclinar las preferencias de los ahorristas a los plazos fijos, o no.

En otras palabras:

•Cuando el avance del dólar supera el "premio" que los bancos pagan por los depósitos, entonces renace el apetito por hacerse de divisas, aunque se tenga que recurrir al circuito informal. El dinero que llega a los bancos es más reducido y tienen menos "materia prima" para prestar vía créditos.

•Si, por el contrario, los rendimientos bancarios marchan por encima de la suba del tipo de cambio, suele recrearse la denominada "bicicleta financiera". Es decir, los inversores desarman posiciones verdes para aprovechar el rendimiento de las colocaciones y luego recomprar divisas.

"Si se acelera la tasa devaluación, aumentará la tasa de interés que pagan los bancos por los depósitos para poder competirle al dólar. Por más que el oficial no se puede comprar, ello influirá en el blue, por lo que se intentará mantener el equilibrio", señala Gabriel Caamaño Gómez, de la consultora Ledesma.

¿Qué inversión ganará terreno?

Un avance más acelerado del dólar oficial beneficiará a todos aquellos instrumentos ligados con su evolución.

En tal sentido, ganan especial interés los denominados bonos "dólar linked", tanto de provincias como de empresas que, aunque son emitidos en pesos, ajustan por este indicador más un beneficio (spread) que suele ser del 3% al 5%.

Es decir, si la divisa estadounidense sube 20%, el poseedor de estos títulos gana entre 23% y 25%. Es una alternativa pensada para cubrirse de los efectos de la devaluación oficial. 

¿Alcanza una mayor devaluación?

Más allá de las estimaciones, la situación real es que, hasta ahora, una devaluación del 15% sigue siendo compatible con una inflación del 23%.

Esto implica que la "inflación en dólares" se está reduciendo, desde un nivel del 14% anual a un nuevo registro de 8% por año.

Es decir, se está más cerca de la inflación internacional, pero todavía lejos de empezar a recuperar competitividad frente al resto de los países.

"A las empresas argentinas este nuevo ritmo devaluatorio las ayuda, pero todavía no les alcanza para resolver sus problemas", observa Eric Ritondale, economista de Econviews.

Y recuerda que, salvo en 2009, cuando se produjo una gran corrección cambiaria, durante todos los años, desde 2003 en adelante, la competitividad (cambiaria) del país se fue deteriorando.

Este es, en definitiva, el verdadero problema a resolver. Y aquí es donde la mayoría de los analistas manifiesta su escepticismo.

Ya nadie cree que sea tan fácil acelerar la suba del dólar oficial y, al mismo tiempo, que se reduzca la inflación.

Para colmo cambió el contexto internacional. Es que los vecinos también juegan y parece haber cierta intención de otros países en que no se produzca un fuerte fortalecimiento de sus divisas, tal como sucediera en la última década.

Para Caamaño, de la consultora Ledesma, "el nivel actual del tipo de cambio entre el peso y el real brasileño ya se encuentra en zona crítica".

¿Qué tan grave se presenta la situación? Una vez más, la respuesta estará dada por otro "verde", que no tiene forma de billete sino de yuyito.

"Lo relevante, desde el punto de vista del impacto en la economía real, volverá a pasar por algo que queda fuera del control de las autoridades locales: la dinámica de los precios internacionales de las materias primas y sus derivados industriales", afirma Caamaño.

Su colega, José Luis Espert, ironiza con una frase contundente: "Se pregona tanto el modelo industrialista y productivo pero, al final, tenemos que terminar rezándole a la soja y a Brasil".