En medio de un tenso debate, con cruces, gritos, forcejeos y hasta denuncias de fraude, el vicepresidente, Amado Boudou, y el jefe de la bancada kirchnerista en Diputados, Agustin Rossi, estaban exultantes y a los abrazos.

Es que, pese a la polémica y tras 19 horas de trabajo en el recinto, el oficialismo logró los votos necesarios para convertir en ley el límite a las cautelares contra el Estado y la creación de nuevas Cámaras de Casación y para aprobar la reforma del Consejo de la Magistratura, proyecto que será girado al Senado.

Temprano en la mañana, luego de la agitada votación en particular del proyecto que modifica el cuerpo que designa y remueve a los jueces, el ex ministro de Economía, entró al recinto de la Cámara baja, saludó a los legisladores del Frente para la Victoria y habló unas palabras con el jefe del bloque del Frente para la Victoria.