El mercado marginal, en el que se negocia el dólar blue, le brindó una respuesta contundente a la iniciativa del Gobierno de lanzar un blanqueo impositivo con el objeto de recuperar algo de las reservas perdidas en el último tiempo. 

Las señales no fueron las mejores debido a que el billete informal operó nuevamente en alza, para ubicarse en los $10,45 para la venta.

Es decir, experimentó un crecimiento de 37 centavos (3,7%), respecto al cierre anterior.

"La plaza estuvo totalmente tomadora (compradora de divisas), aunque no hubo muchos negocios porque no aparecieron  los oferentes de dólares", comentó un agente cambiario.

Distinta fue la situación en el mercado oficial, en donde el dólar continuó con su leve ritmo ascendente, pues se negoció a $5,22. De esta manera, la brecha entre los dos segmentos se expandió nuevamente y se ubicó por encima del 100%.

De esta forma, al observar los resultados de la operatoria de la jornada, se concluye que el mercado no convalidó a las alternativas de ahorro en dólares anunciadas por el Gobierno el martes -las cuales ya envió al Congreso como proyecto de Ley-, que están basadas en dos vehículos financieros: los Certificados de Depósitos para el Sector Inmobiliario (CEDIN) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE).

El primero estará destinado a impulsar al sector inmobiliario, mientras que el segundo tendrá como objeto financiar inversiones de YPF y premiará a quienes tengan dólares en negro con un retorno del 4% anual.

Los certificados inmobiliarios serán similares a un cheque cancelatorio o a un cheque de viajero, y los Certificados de Depósitos para el Sector Inmobiliario aspiran a funcionar como una especie de cuasimoneda nominada en dólares de vida temporal. No pagarán retorno alguno y servirán, simplemente, para abonar operaciones inmobiliarias con dinero "verde" en negro.

En sintesis, con estas medidas el Gobierno reconoció lisa y llanamente que fallaron los intentos de pesificar la economía, y que el ciudadano argentino sabe a ciencia cierta que la inflación le quita cada día más valor a los pesos. Por ende, el ahorrista acude al billete estadounidense como reserva de valor y está dispuesto a pagar lo que sea por hacerse de esta divisa.

El economista Miguel Kiguel anticipó el mismo martes que el anuncio oficial iba a disparar aun más al billete informal: "En realidad, la medida debería hacer subir el blue ya que aumenta la demanda en el paraleo para blanquear dólares".

Es decir, gente que tiene pesos no declarados ante la AFIP acude a las cuevas para transformarlos en divisas, y luego "blanquea" esos capitales con los nuevos instrumentos lanzados por el Gobierno.Mar sin fondo

Asimismo, el mercado respondió negativamente ya que aguardaba que las autoridades oficiales tomen medidas "más de fondo" para modificar los problemas estructurales del modelo, no simples herramientas para declarar capitales ilegales. 

Ante la constante escalada sin freno del precio del dólar paralelo, el ex presidente del Banco Central Alfonso Prat-Gay sentenció: "Al Gobierno se le quemaron todos los papeles".

A ello se le sumó la sentencia del economista José Luis Espert: "El modelo ya fue".

"El blue sube por el nerviosismo del mercado y de la gente, en general, ya que hay un conjunto de inconsistencias en la política macroeconómica que ocurre sólo en Argentina y Venezuela, mientras que en el resto de la región sucede todo lo contrario", afirmó a iProfesional Facundo Martínez, economista jefe de la consultora de Carlos Melconian, MyS Consultores.

"Los inconvenientes son evidentes: hay cepo cambiario, emisión a una tasa del 40% y los plazos fijos pagan la mitad que la inflación. Encima las reservas del Banco Central caen. Los problemas se van acentuando y se acumulan inconsistencias y deterioros", concluyó Martínez.

En ello coincidió el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, al afirmar que el mercado paralelo "refleja los desequilibrios de la economía argentina, con un déficit fiscal que crece, con problemas de atraso del tipo cambiario, sin inversiones productivas y con todo el mundo que quiere tomar reservas en dólares, porque el peso no es confiable".

"El tipo de cambio oficial ha quedado retrasado y eso está generando serios problemas. Todos nos preguntamos por qué el Gobierno no admite esto", agregó.

Cabe recordar que el lunes pasado la presidenta Cristina de Kirchner descartó de cuajo que durante su Gobierno se vaya a devaluar, al señalar: "Los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que tenga que pagar el pueblo van a tener que esperar otro gobierno, no con nosotros", ratificando que no modificará la actual política cambiaria.

Al respecto, el economista Enrique Szewach comentó ironicamente: "En el mismo acto en que el Gobierno dice que el dólar no está atrasado, anuncia una devaluación fiscal del 23% para los productores de trigo".

"Hablar hoy de devaluación, desdoblamiento cambiario o cualquier medida particular no sirve. Pensar en devaluar hoy, sin gozar de credibilidad, no tiene sentido. Y nunca se devalúa ni se desdobla el tipo de cambio antes de una elección. Más bien, lo esperable es una medida tendiente a que el 'cepo' cambiario sea más profundo, medidas restrictivas con emisión sostenida y nada más, tratando que este Gobierno llegue a las elecciones de la mejor manera posible", explicó Marcelo Trovato, analista de Pronóstico Bursátil.