Más allá de las dudas propias del mecanismos del blanqueo de moneda extranjera, el debate en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Economía del Senado entre los cinco funcionarios que fueron a defender el proyecto y los senadores de la oposición alcanzó momentos de tensión en varios cruces, sobre todo cuando se pronunció la palabra corrupción.

Una primera escaramuza se dio entre el secretario de Comercio, Guillermo Moreno y el senador radical Gerardo Morales, quien, durante su discurso, criticó la presentación del plan y consideró que "no es oportuno su tratamiento por sospechas concretas de casos de corrupción" que rozan al gobierno nacional.

En otro jugoso cruce, la senadora Laura Montero (Alianza Frente Cívico), quien fue ministra de Economía en Mendoza criticó al gabinete económico por no haber tomado en cuenta el impacto del proceso inflacionario que se produjo desde 2007 y pidió que se sincere la situación.

A su vez, enfatizó que "esta es la ley del perdón y del beneficio a los evasores".

Por su parte, la senadora Liliana Negre de Alonso (Alianza Compromiso Federal-San Luis), propuso que la norma incorpore la necesidad de "declarar el origen de los fondos" para evitar la llegada de fondos producto de acciones ilícitas y que todos los títulos sean nominativos, informó DyN.

Al respecto, Rodolfo Echegaray garantizó que la AFIP cuenta con los mecanismos para evitar que se exterioricen fondos ilícitos, mientras que Lorenzino y Kicillof justificaron la característica de "al portador" de los BAADEN porque están orientados a inversores "menos sofisticados".

El senador Adolfo Rodríguez Saa (Alianza Compromiso Federal-San Luis) reclamó que "dentro del debate se debe incluir el efecto de la inflación" y pidió que el texto de la ley precise el plazo máximo para adherirse al programa, con la posibilidad de que luego sea el Congreso el que pueda prorrogarla y no quede como facultad de la presidenta Cristina Fernández.