Los cambios en el Gabinete que dispuso la presidenta Cristina Kirchner beneficiaron a algunos funcionarios y perjudicaron a otros y, sin dudas, en este último caso está Nilda Garré.

La ahora ex ministra de Seguridad fue nombrada como embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA), un cargo que la dejó en el "freezer", mientras que Agustín Rossi, nuevo ministro de Defensa, se podría decir que fue el más premiado.

En tanto, Arturo Puricelli, nuevo titular de Seguridad, seguirá los pasos de Garré y tendrá la difícil misión de ser el titular de una cartera de las más complejas.

La Presidenta, en esta especie de premios y castigos, dispuso la salida de Garré de Seguridad, situación que se da en medio de algunos cuestionamientos que se produjeron durante los últimos meses.

Uno de ellos fueron las fricciones con el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien muchas veces se reportaba a Cristina Kirchner y no a su inmediata superiora, que era la ministra. Las tensiones que había entre ambos funcionarios eran constantes, aunque a fines del año pasado los dos lograron limar asperezas que se habían originado por "malos entendidos".

Pero, las denuncias a jefes de la Policía Federal que impulsó Garré y una falta de decisión en cuanto a desplazar a esos uniformados en forma inmediata por parte de la Secretaría de Seguridad provocó más rispideces entre los dos funcionarios.

De hecho, en ese organismo pidieron tranquilidad y paciencia, porque para desplazarlos tenía que expedirse la Justicia en forma contundente, algo que no cayó bien en la cartera y agitó un poco más las aguas.

Si bien puede entenderse que la llegada de Puricelli es un revés para Berni, porque ante una salida de Garré era el número puesto, fuentes oficiales revelaron en su momento a Noticias Argentinas que el secretario de Seguridad jamás iba a plantear un boicot contra la ahora embajadora ante la OEA, porque "nunca le interesó ser ministro y su idea era seguir en esa función operativa".

De esa manera, queda descartado que Berni se haya sentido "tocado" por la decisión de Cristina, aunque ello no significa que siga en el cargo, ya que algunas ideas que retumbaron fue la de enviar al funcionario a "jugar a Provincia" en las elecciones legislativas de este año".

Otro de los puntos conflictivos que debió capear Garré fue la protesta de los efectivos de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval por una mala liquidación de haberes, que se produjo en octubre del año pasado y que derivó en la renuncia de Raúl Garré, hermano de Nilda, por entonces jefe de Gabinete de Asesores de la cartera.

Algunos señalan que ese conflicto dejó mella en la buena relación que había entre Cristina Kirchner y Garré y que había que dejar pasar un tiempo para ver las decisiones que la jefa de Estado tomaba.