La decisión tomada por Massa es, de por sí, un gran problema para el kirchnerismo, ya que puede poner en jaque las pretensiones de una eventual "re-re" de Cristina -vía reforma constitucional- un punto en el que el intendente de Tigre se mostró abiertamente en contra.

Es que Buenos Aires representa el 40% del padrón electoral y en esta provincia debe lograr una buena elección, para así compensar las cifras que en otros distritos se les presentan a priori como adversas, como ser Capital, Córdoba y Santa Fe.

Se espera que el actual intendente de Tigre apunte a salirse de la polarización "K- Anti K". Y es por ello que no acordó con Francisco de Narváez, con quien había tenido un acercamiento.Felipe Solá, quien había seguido este lineamiento, buscará renovar su banca desde la lista "massista", que sumará a nombres como Mirta Tundis, especialista en temas previsionales, Ignacio de Mendiguren, ex titular de la UIA, y Adrián Pérez, que fuera cercano a Elisa Carrió.Darío Giustozzi, intendente de Almirante Brown, Héctor Daer, titular del gremio de la Sanidad y miembro de la CGT oficialista, Fabián Alessandrini, secretario general de ATE zona norte y miembro de la CTA y Jorge Solmi, de Federación Agraria, también acompañarán a Massa.

Además contará con gente cercana al Pro, como Soledad Martínez, Gladys González y el ministro Guillermo Montenegro.  La Presidenta, en tanto, apostará por Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, luego de haber quedado en el camino Florencio Randazzo, tras el incidente de trenes y en vistas al poco caudal de votos que podía arrastrar Alicia Kirchner.

Junto a él, irán Juliana Di Tulio -jefa de bancada- y otros K que buscarán renovar su banca, como Carlos Kunkel, Diana Conti o Edgardo de Petri.

Por el lado de Scioli, tras haber "coquetado" con Massa, optó por no acordar para no acrecentar las rispideces con las filas kirchneristas. Pero, en esta búsqueda de cierta convivencia, tuvo que resignar espacios en la lista de diputados.

Como alternativa a "Insaurralde, Scioli y Massa" aparece el partido de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín (Frente Progresista Cívico y Social).

Para el kirchnerismo Massa es un "dolor de cabeza". No obstante, puede que las necesidades políticas y la búsqueda de una eventual alianza futura hagan que el Gobierno trate, con el tiempo, de generar un vínculo más que ir en dirección a un ataque directo.

Pero solo el tiempo y "el relato" dirá si esto, efectivamente, terminará siendo así.