El nuevo choque del ferrocarril Sarmiento en Castelar que ya dejó varios muertos y decenas de heridos, recuerda a la tragedia de Once ocurrida el 22 de febrero de 2012, donde murieron 51 personas.

En ese entonces, las autoridades nacionales tardaron en reaccionar y dar explicaciones. La presidenta Cristina Kirchner habló del accidente cinco días más tarde, durante un discurso en Rosario, sin la presencia del entonces secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el ministro de Planificación, Julio de Vido, ambos cuestionados por el siniestro.

Allí dijo que lo sucedido en Once tenía "nombre y apellido" y aseguró que tomaría "todas las decisiones que fueran necesarias" para castigar a los culpables. Aclaró que lo haría una vez que la Justicia determine quiénes son los responsables.

"Esta pericia para determinar los responsables no puede durar más de 15 días. No le estoy poniendo plazo a nadie, los 40 millones de argentinos y las víctimas necesitan saber quiénes son los responsables", presionó a los magistrados.

Luego reconoció que "faltan cosas".

"Tenemos que volver a tener un sistema de ferrocarriles en la República Argentina, tenemos que volver a tener en esta tragedia que enlutó hace días al país tragedia que tiene nombres y apellidos, como todos los que se van", adelantó su plan para restatizar los ferrocarriles.

Se refirió entonces a la implementación de la tarjeta SUBE como una iniciativa para intervenir en el transporte público.

"Costó tres años para poder controlar qué pasa en cada uno de los subsidios y comenzar con una etapa nueva", dijo. "Pero todas son trabas y palos en la rueda, son muchos los intereses", lanzó.

"Tenemos la obligación de no equivocarnos porque si lo hacemos va a ser usado en nuestra contra", dijo al cerrar su discurso frente al Monumento Nacional a la Bandera, a orillas del río Paraná.

Este jueves, a un año y cuatro meses de la tragedia de Once, otra vez una formación del Sarmiento embistió contra otra cerca de Castelar.