De Narváez y sus principales operadores se instalaron durante todo el día en el hotel Emperador para avanzar en el cierre de listas propias y destacaron que la posibilidad de un acuerdo con el intendente de Tigre, Sergio Massa "es cero".

La versión que daban anoche en el entorno de De Narváez era la siguiente: que el jefe de gabinete de la Provincia, Alberto Pérez, ya les había avisado que el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, no iba a cerrar con Massa porque que no tiene previsto, por ahora, romper con la Casa Rosada.

Y mientras algunos rumores indicaban que De Narváez habría llegado a analizar la posibilidad de bajar su candidatura, otros señalaban que, ante la imposibilidad de cerrar con Scioli, era el propio Massa quien no descartaba declinar su ya casi segura postulación.

Por ese motivo, pasó por el hotel Emperador (bunker de De Narváez) el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano. El dirigente sindical quería confirmar que un hombre de su confianza, el canillita Omar Plaini, tendría un lugar destacado en la lista que encabezaría De Narváez. La peronista Claudia Rucci y Gustavo Ferrari, mano derecha de De Narváez, completarían los primeros lugares.

Otro de los que participó de la negociación fue el hermano del gobernador bonaerense, José Pepe Scioli. Cuando le preguntaron cuál sería su futuro, respondió: "El que disponga el jefe máximo de este espacio". Era uno de los más optimistas. "Vamos a ganar", repetía como para darse confianza.