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Con brecha del 600%, estas son los "artilugios" de los venezolanos para ganar con el dólar

Nicolás Maduro amenazó con mandar a la cárcel a quienes compren "lechuga verde", tal como se conoce al blue en esa nación. Pero no tiene éxito      
30/09/2013 - 07:19hs
Con brecha del 600%, estas son los "artilugios" de los venezolanos para ganar con el dólar

El dólar paralelo, marginal, negro, blue, lechuga verde o como se lo quiera llamar termina convirtiéndose en un problema para todos los países que intentan controlar el mercado de cambios, vía una férrea intervención estatal. 

Venezuela es uno de ellos. Su presidente, Nicolás Maduro, en marzo de este año hasta llegó a amenazar con la cárcel a quienes compren divisas en el circuito informal.

Pero la realidad muestra que a los venezolanos poco les importó esa intimidación. La demanda siguió en alza, a punto tal que cuando el sucesor de Hugo Chávez hizo su advertencia la denominada "lechuga verde" costaba 22 bolívares. ¿Cuánto vale hoy día? El doble.

En ese entonces, intentó aplacar la fuerte presión sobre el mercado paralelo recurriendo a un mecanismo de oferta de divisas legales (denominado Sicad) pero el resultado fue diametralmente opuesto al buscado.

En efecto, la brecha no hizo más que expandirse hasta un insólito 600%.

En la actualidad, el tipo de cambio oficial se ubica en los 6,3 bolívares. En tanto, la famosa "lechuga verde" se negocia a unos 44 bolívares por unidad.

Semejante amplitud, como era de prever, alimenta todo tipo de maniobras por parte de la población para hacerse de billetes oficiales "baratos".A "volar" que se acaba el mundo

En la actualidad, la más popular de estas maniobras consiste en la emisión de pasajes para vuelos internacionales.

Los interesados compran tickets que pagan al tipo de cambio oficial, ya que los habilita a adquirir divisas, pero finalmente no salen del país.

"Viajar es una tentación perversa para comprar dólares que luego puedes vender siete veces más caros", afirma Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.

Como resultado del furor que se ha desatado por "viajar al exterior", las pantallas de las compañías aéreas muestran que están vendidos todos los asientos. No obstante, a la hora de que salga el avión, las puertas de embarque lucen casi desiertas.

 "Llegamos a tener vuelos con más del 30% de pasajeros ‘no show' (ausentes), que compraron tickets básicamente para presentarlos y así tramitar el cupo de dólares asignado por el Gobierno", expresa Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV).

Cabe recordar que la adquisición de billetes verdes sólo se autoriza a través de dos mecanismos oficiales, ambos administrados por el Banco Central:

  • La Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) -que vende dólares a 6,3 bolívares a determinados sectores y a viajeros- autorizando montos de u$s700, u$s2.500 y u$s3.000 para tarjetas de crédito, según el destino.
  • El Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), que ofrece billetes mediante subastas -a un valor de entre 10 y 12 bolívares- que se convocan cada cierto tiempo, en las que también pueden participar los viajeros.

Para tener una idea de la forma en que se expandió la demanda de pasajes, algunas compañías de turismo y líneas aéreas informan que ya se ha saturado la venta de tickets hasta mediados de 2014.

"La diferencia abismal entre el dólar oficial y el negro ha hecho explotar los requerimientos para viajes. Se compra el boleto y se lo presenta a Cadivi para lograr la autorización en la tarjeta de crédito", afirma Figuera.

Y completa: "Hay venezolanos que sólo se dedican a llevar los plásticos afuera para rasparlos, es decir, para obtener dólares. Y no falta quienes se van con 10 y hasta 20 tarjetas, suyas o de conocidos".El juego de la "raspadita"

En la jerga venezolana, "raspar" la tarjeta es pasarla en puntos de venta de negocios en el exterior que no piden identificación al portador, al que le entregan dinero en efectivo a cambio de una comisión que ronda un 10%.

"El que raspa también recibe un porcentaje. Pero la brecha cambiaria es de tal magnitud que siempre se gana, así sea que se pague 20% o 30% de tu cupo Cadivi en gastos y comisiones y aunque se pierda el dinero del vuelo en bolívares", indica Figuera.

Para que el negocio salga redondo, los viajeros necesitan conocer cuáles son los negocios en Miami -que es su destino favorito- en los que se puede pasar la tarjeta, hacerse de dólares (menos el descuento) sin la necesidad de comprar producto alguno.

Pero esta tarea se ha simplificado pues muchos de ellos lucen pequeños carteles con la leyenda "Se pasa cupo Cadivi", con la bandera tricolor.

Primero Miami, luego Lima o Quito

Pese a su indudable atractivo, la "capital de América latina" no es el único destino para quienes buscan hacerse de dólares. Muchos venezolanos encontraron en las capitales de Perú y Ecuador otras alternativas para tal fin.

"Se ha armado una especie de mafia a la que se le llama la ‘industria del maletín'. Por ejemplo, cuatro personas compran pasajes a Lima, pero solamente viaja una de ellas. Las otras tres se quedan en Venezuela, pero les dan sus tarjetas de crédito", ilustra Figuera.

"Quienes llegan a Lima lo hacen con cuatro o más tarjetas, cada una con hasta u$s3.000 para retirar", revela una fuente bancaria limeña.

"En Quito puedes preguntar en el mismo hotel en el que te hospedas. Ellos te llevan a un lugar donde puedes raspar la tarjeta a cambio de una comisión de entre 10% y 15%", cuenta un hombre que acaba de regresar luego de "raspar" su plástico en Ecuador.

Para eso recurren a ciertos comercios, en los que realizan la "raspada" a cambio de una comisión que fluctúa entre el 5% si compran mercadería y el 15% si optan por hacerse de los billetes.

La mejor manera de medir cómo creció el "turismo verde" de venezolanos a Lima, es a través del número de visitantes, que se cuadruplicó en el último año.

Muchos vencimientos, pocas reservas

Es obvio que el precio de la "lechuga verde" es el síntoma más evidente de una "enfermedad" que afecta a algunos países: la escasez de divisas.

Según los analistas que siguen muy de cerca lo que sucede en la nación caribeña, el problema se irá agravando con el transcurso del tiempo.

"Hasta fin de año el Banco Central debe enfrentar vencimientos por u$s4.600 millones, lo cual entraña un verdadero desafío para el Gobierno, pues las reservas vienen en caída libre", señala un reciente informe de Barclays Capital.

Los expertos hacen referencia a que éstas han caído a un mínimo de u$s22.000 millones. No obstante, hay analistas financieros internacionales que dan cuenta de que las reservas líquidas hoy son de apenas u$s2.500 millones.

De ser así (y si en el primer trimestre de 2009 alcanzaban los u$s33.000 millones) muestra un brutal desplome de más del 90% en apenas cuatro años.

El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, desmintió estas cifras y dijo que su país tiene más de u$s50.000 millones, lo que le permite afrontar compromisos de deuda.

Pero los analistas dan cuenta de un pequeño detalle: para llegar a ese número el funcionario incluye un préstamo de un fondo chino y las reservas de Pdvsa.

En tanto, un informe elaborado por analistas de Barclays Capital remarca que "la brecha del 600% está produciendo una gran crisis de balanza de pagos en cámara lenta".

Destacan que esto se debe a "que incrementa la demanda por dólares baratos y crea fuertes incentivos para la corrupción, porque hoy en día el mejor negocio es obtener divisas a 6,30 bolívares y venderlas en el otro mercado".

"Es por eso que consideramos que el país se encamina a un escenario donde la caída de las reservas se tornará inmanejable, lo que forzará a otra megadevaluación de la moneda", agregan.

Prevén que a finales de año, o a principios de 2014, el Gobierno se verá forzado a devaluar como mínimo un 60%, para llevar el tipo de cambio de Cadivi hasta 9,95 bolívares por dólar.

El economista Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis, afirma que "el control implementado ha sido devastador".

"Mientras más demoren en abrir el mercado para restablecer el equilibrio, mayor será el costo que el país deberá afrontar. No hay forma de parar una demanda de dólares que se ha tornado infinita, ante un precio oficial que resulta absurdo", concluye el presidente de Datanálisis.