iProfesionaliProfesional

¿Vuelve lo importado?: se compran más notebook y tablet afuera que la producción de Tierra del Fuego

Un fenómeno "curioso" se viene registrando en este último tiempo. Las grandes cadenas están comprando cada vez más productos terminados en el exterior
01/11/2013 - 09:49hs
¿Vuelve lo importado?: se compran más notebook y tablet afuera que la producción de Tierra del Fuego

Hasta no hace mucho, en la Argentina, el mercado tecnológico era uno de los sectores más castigados por la política del "cerrojo" del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

Las cadenas de retail y los supermercados debían arreglárselas y abastecerse básicamente con lo que se ensamblaba en Tierra del Fuego, lo que llevó a que, en rubros como LCD, notebooks y tablets se ampliara la brecha de atraso tecnológico respecto de los países líderes en esta materia.

Para los expertos, la política oficial de privilegiar el armado de equipos en el sur del país, dándole a las firmas instaladas en la isla un mercado casi cautivo, a la vez que se castigaba el ingreso desde el exterior de unidades listas para consumo, llevó casi a la desaparición en las góndolas de gran parte de las marcas más conocidas por los argentinos.

Así, durante 2012, empresas como Sony o Apple, que no realizaban ningún proceso productivo en el país, debieron hacer "malabares" para llenar sus estanterías.

En ese año, los portales de venta online de las principales cadenas de retail, eran una clara muestra de la escasez de artículos importados: en algunos casos, con suerte se podían encontrar cuatro o cinco marcas nacionales de notebooks o tablets.

De este modo, algunos "peso pesados" de la tecnología global habían sido prácticamente "borrados" del mercado por el modelo de producción K que, por ese entonces pretendía abastecer el 100% del mercado con el ensamble fueguino.

Sin embargo, el escenario parece haber cambiado radicalmente en este 2013 en el que -a la inversa de lo que se cree- las importaciones volvieron a crecer a tasas chinas, con un alza acumulada del 12%, nivel que triplica al de las exportaciones.

Un caso testigo es, por ejemplo, el de los autos: al menos 10 marcas del exterior de primera línea, como Audi, BMW o Volvo, están experimentando el mejor año de su historia en lo que se refiere a volumen de ventas de vehículos en la Argentina.

Pero no es el único rubro: en el sector de la electrónica, tras el año previo de "mano dura" para proteger a fondo a la producción con sello "Hecho en Tierra del Fuego", se produjo una disparada de las importaciones de artículos listos para la venta, es decir, 100% manufacturados con mano de obra del exterior, principalmente asiática.

Según un informe elaborado por CAMOCA, entidad que nuclea a fabricantes de electrónica instalados en provincias como Buenos Aires o Córdoba, los casos más llamativos se dieron, por ejemplo, en segmentos como el de notebooks, netbooks y tablets, que experimentaron saltos exponenciales con respecto a 2012.

Según el informe al que accedió iProfesional, en el primer semestre del año ingresaron al país más de 284.000 tablets, lo que implicó un crecimiento de casi 280%.

En tanto que las importaciones de portátiles ya terminadas y listas para la venta ascendieron a 891.000 equipos, con un alza de casi 250% en 2013. 

Eso no es todo, durante el lapso enero-junio, fuentes de la entidad estimaron que "entraron otros 450.000 equipos bajo la modalidad de la microimportación".

es decir, el ingreso tipo "hormiga" de productos tecnológicos, los cuales llegan a Ezeiza o a los distintos pasos fronterizos mezclados entre las ropas o en cada una de las valijas que acarrean los turistas.

Así, el total de equipos que ingresaron a la Argentina, ya sea por empresas para su posterior venta como por particulares, sobrepasó las 1,6 millones de unidades durante el primer semestre del año, cifra que superó largamente la cantidad de portátiles que se produjeron localmente (1,1 millones). 

"En lo que se refiere a tablets, por ejemplo, las importaciones procedentes de China prácticamente se están duplicando", aseguró el gerente de una consultora especializada en Comercio Exterior que pidió estricto off the record.

El directivo agregó un dato no menor: "El precio unitario promedio descendió un 30% respecto del año pasado. Sin embargo, los valores al público no hicieron más que crecer, lo que claramente perjudicó a los consumidores".

La "avalancha asiática"

Los empresarios del sector todavía recuerdan lo duro que fue el panorama a comienzos de 2012, cuando la implementación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), por parte de Moreno, llevó a una paralización de los permisos aduaneros.

En esos momentos, había marcas que parecían estar condenadas a la "extinción" en la Argentina, como fue el caso de Apple. De hecho, uno de los licenciatarios llegó a verse obligado a cerrar un local por falta de stock.

Sin embargo, en la actualidad, lo importado vuelve a "brillar", especialmente en el rubro de portátiles.

En el caso de una de las dos principales cadenas de retail, cerca de 40% de la oferta de notebooks y netbooks es de origen chino. 

A continuación, una imagen impensada hasta el año pasado, en la cual los productos asiáticos vuelven a ocupar un gran espacio en las góndolas:  

En el caso de las tablets, desde la consultora brindaron un dato preocupante: pese a los continuos anuncios de que la producción de Tierra del Fuego iba a permitir sustituir el grueso de las importaciones, las estadísticas muestran que se ha avanzado poco y nada. 

Así las cosas, del total de dispositivos que ingresaron al mercado doméstico: 

•Un 70% procedió de China

•Un 24% llegó desde Brasil

• En tanto que apenas el 6% restante fue provisto por la industria fueguina.

La siguiente imagen es más que elocuente:

Paradoja: encarecer importaciones y luego impulsarlas

Para los expertos, llama la atención que la oferta de portátiles se esté nutriendo cada vez con más opciones provenientes del exterior cuando, tiempo atrás, desde el Gobierno afirmaban tener en carpeta proyectos para el ensamble de casi 7 millones de equipos anuales.

El otro aspecto que preocupa es que en los registros oficiales de la Aduana hay cadenas de retail -que cuentan con plantas productivas en Tierra del Fuego- que están motorizando las importaciones de unidades terminadas y listas para el consumo.

El ingreso de estos equipos por parte de empresas con presencia en la isla, si bien son operaciones lícitas, supone un conflicto de intereses, dado que algunas de las compañías que desde hace tres años están recibiendo protección arancelaria e impositiva para desarrollar tecnología nacional, son las que, paralelamente, están incrementando las importaciones de equipos terminados sin ningún componente nacional, con el agravante de que esto profundiza la pérdida de dólares por parte del Banco Central.

Cabe recordar que, para sostener este régimen y compensar la pérdida de competitividad generada por los altos costos laborales y las grandes distancias que hay que cubrir para enviar los insumos al sur y llevar los productos terminados a los centros de consumo, las fábricas instaladas en la isla no tributan IVA ni Ganancias.

De hecho, según un reciente informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), los salarios en ese polo industrial se ubican casi 90% por encima del promedio nacional.

A esto se suma que los enormes costos logísticos encarecen en un 15% promedio el valor de venta de cualquier producto puesto en una góndola.

Como contrapartida, los artículos que llegan del exterior son gravados con altos aranceles para favorecer el "Made in Argentina" y evitar que la oferta local colapse ante los precios de los artículos asiáticos o brasileños.

Por eso a expertos les preocupa que, pese al fuerte entramado impositivo necesario para mantener en pie al polo industrial fueguino y a los más de $10.000 millones de costo fiscal que cada año el Gobierno debe destinar del presupuesto para sostener el régimen, la oferta deba ser complementada con más producción importada.

"Es paradójico: el Gobierno castiga el ingreso de los artículos electrónicos mediante altos aranceles e impuestos y sin embargo, como el ensamblado en el sur de algunos productos todavía es bajo, tiene que habilitar esas mismas importaciones que busca desalentar", aseguró el directivo consultado por este medio.

Sobre las causas que explican esta disparada de las compras al exterior, la fuente agregó que "muchas firmas de Tierra del Fuego se hicieron de un cupo importador a partir de las inversiones realizadas en la isla. Además, en un año en el que el consumo juega un papel clave, el Gobierno trató de evitar que haya faltantes de bienes de consumo".

Se potencia la importación "hormiga"

Este esquema de fuertes barreras impositivas y arancelarias, sumado al atraso cambiario, llevó a que se potencie el fenómeno de la "microimportación", es decir, el ingreso de productos tecnológicos por parte de particulares que ven "barato" el tipo de cambio al que pueden acceder, dado que "dólar tarjeta" fijado por la AFIP (oficial + 20%) se ubica bastante por debajo del blue.

Así, los 450.000 equipos que, se estima, ingresaron durante el primer semestre bajo esta modalidad, estuvieron explicados por las grandes diferencias de precios que se observan entre la plaza local y otros mercados menos regulados, como Estados Unidos.

Desde la entidad aseguraron que si bien parte de estos equipos que ingresaron fueron para consumo personal, destacaron que otro porcentaje de los turistas adquirió esos productos en el exterior para luego revenderlos y hacerse de una diferencia en pesos, aprovechando el desfasaje de precios.

No es para menos: tal como se puede observar a continuación, un iPad Mini de 16GB puede conseguirse en un local de Miami a un valor de u$s330. Si se suma el recargo del recargo de la AFIP, este equipo ascendería a u$s396.

En tanto, una unidad similar adquirida en un local porteño cuesta unos $5.900, lo que equivale a unos u$s1.000, es decir, un 150% más que en el país del norte.

Paralelamente, en el caso de las notebooks, una Lenovo S400 con 4GB de memoria y disco duro de 500GB, en Estados Unidos cuesta unos u$s450 (u$s540 con el recargo de la AFIP).

Un modelo similar, pero en un local de Buenos Aires, cuesta unos $5.999, que equivale a u$s1.000. Así las cosas, este equipo termina costando un 85% más que en el exterior.

Claro que la continuación de esta tendencia sólo será posible en tanto y en cuanto el Gobierno no aplique ninguna nueva restricción a la compra de paquetes y aéreos o a las operaciones con tarjetas de crédito.

El objetivo de las eventuales medidas oficiales, que muchos expertos coinciden en augurar que posiblemente llegarán, es cerrar el grifo de dólares que se pierden por este boom de argentinos comprando en el exterior.

De hecho, se estima que más de la mitad de los u$s7.700 millones de rojo que dejará el sector turístico estará explicado por compras en shoppings y portales de venta online, cifra que superará a los gastos destinados a la contratación de hoteles y tickets aéreos.