Los expertos en educación "online" auguran que ésta, de la mano de la tecnología, es capaz de llevar la formación superior a territorios y públicos a los que la posibilidad de estudiar les estaba tradicionalmente vedada. Aseguran que en la capacitación no presencial se encuentra la puerta a una mayor equidad social, e incluso un fortalecimiento de la democracia.

Esto es particularmente relevante para América Latina, donde según la UNESCO, la educación en línea pasó de tener 22 millones de alumnos a 25 millones en tres años.

Estas fueron las cifras reveladas el lunes ante más de 300 especialistas en la materia, que se dieron cita en el Hotel Hilton de Buenos Aires convocados por la Red Ilumno, entidad que nuclea unas diez casas de altos estudios de la región y fue elegida para desarrollar el campus virtual de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La única academia argentina que integra este selecto grupo es la Universidad Siglo 21, que tuvo el honor de ser la anfitriona de la 4ta Cumbre Internacional de este Sistema de Universidades de las Américas. "Somos agentes del cambio, nos une el sueño de educar para mejorar vidas", dijo el rector de esta entidad, Juan Carlos Rabbat, en sus palabras de bienvenida.

También allí, Oscar Aguer Bayarri, rector de Red Ilumno, expuso los cambios que atravesaron las casas de altos estudios a lo largo de los siglos, y remarcó que estas transformaciones suceden cada vez más rápido.

El experto habló de cuatro generaciones de universidades. El primero fue el de la Edad Media, que se extendió por 10 siglos como el modelo tradicional de educación superior, centrado en las ciencias en detrimento de las artes, y en la concentración del saber en unos pocos. La formación, en ese caso, era la transmisión del conocimiento del profesor.

Le siguió el modelo del siglo XX, donde se buscó la libertad de saberes, y se incluyó la práctica y la investigación. La academia se organizó a través de cátedras y se profundizó el conocimiento a través de la lectura.

Al entrar en el siglo XXI, de acuerdo a Aguer Bayarri, el ritmo de los cambios se aceleró. Los decanos o profesores fueron elegidos por trayectoria, lo cual incrementó los costos de los programas. Asimismo, las carreras de grado se acortaron y surgieron posgrados más especializados. Y sobre el final de ese período, se introdujo la computadora personal y el uso de Internet.

"En esta última década aparece la universidad multinacional. De instituciones locales, pasamos a eliminar las barreras espaciotemporales con Internet. El estudiante logra el dominio de sus intereses, el pensamiento se vuelve global, y el alumno toma las riendas de la relación con sus compañeros y profesores. Se puede aprender de los otros. Se posibilita la formación por competencias", detalló el rector de Red Ilumno.

Fue en esta cuarta etapa que la tecnología permitió democratizar el acceso a la educación superior y alcanzar a quienes no pueden aprovechar la oferta presencial.

Desafíos

El siglo XXI sin embargo no es una especie de "punto de llegada" para las universidades, sino que muchas aun se encuentran buscando el modelo de negocio adecuado. "Hoy en día, conviven estas cuatro generaciones porque es difícil llegar a un acuerdo sobre la educación que requerimos para mayor bienestar de las sociedades", apuntó Aguer Bayarri.

Las que elijan avanzar en el camino de la formación no presencial enfrentarán en los próximos años al menos cinco desafíos que el rector de Red Ilumno identificó como "5 ejes de transformación".

1. Democratización y acceso al conocimiento: según Aguer Bayarri, esto implica también que los precios de los programas en línea deben ajustarse y las universidades se verán obligadas a "descubrir nuevas formas de ingresos"

2. Modelo basado en competencias; con formación más especializada y estructuras que permitan a los alumnos trabajar y estudiar con autonomía.

3. Redes sociales y tecnologías digitales: "Son clave para salirnos del aula clásica. Debemos aprovechar el software, los simuladores, etc.", aseguró el experto

4. Integración con industria y comercio, a través de prácticas para los alumnos.

5. Globalización: al pensamiento global, se le suma que la educación debe ser accesible desde cualquier parte. La mundialización de la oferta jugará a favor de la competencia de calidad y la posterior reducción de precios.

No obstante, al ser consultado acerca de si los cursos masivos online y abiertos (MOOC, por sus siglas en inglés) que ofrecen gratuitamente renombradas academias como Harvard, Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, podrían contribuir al objetivo de reducir los precios de los programas, el rector de Red Ilumno lo desestimó. "Los MOOC son un modelo de marketing para algunas universidades, no representan un modelo de negocios", aclaró.

Asimismo, en lo que se refiere específicamente a la educación de posgrado, cuya oferta no abunda en el campo de la capacitación no presencial, habrá desafíos agregados.

Aguer Bayarri dijo a este medio que la formación para profesionales deberá concentrarse en las áreas en las que habrá alta demanda, que también son cinco: Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), educación, sanidad y bienestar, turismo y energías renovables.

En la Argentina

El objetivo de Cumbre Internacional, que continuó este martes, fue compartir experiencias académicas, reflexionar sobe el potencial de la educación no presencial para democratizar el acceso al saber y generar mayor equidad, y la tecnología disponible para alcanzar estos objetivos.

Participaron universidades de Rio de Janeiro, Santiago de Chile, Bogotá, Costa Rica, Panamá, Paraguay, entre otras. También estudiantes de Argentina y Colombia compartieron sus propias experiencias de aprendizaje.

Juan Carlos Mena, presidente en Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) fue el encargado de inaugurar la Cumbre y allí remarcó el papel de la iniciativa privada en la educación superior argentina. Aseguró que este sector, "tuvo la visión y una responsabilidad de llegar a lugares inhóspitos como la puna jujeña, donde nunca hubiera llegado la oferta presencial, para crear 'la universidad de las nubes'".

Según explico luego Rabbat, "el 87% de las universidades argentinas cuentan con propuestas de formación no presencial, pero quien se está encargando de llegar con esta oferta a los lugares más recónditos, volviéndola una educación verdaderamente inclusiva, es el sector privado"

Siglo 21 ingresó en 2012 a la Red Ilumno y cuenta con más de 35 mil alumnos en su modalidad a distancia. Los desafíos que se propone en ese marco la entidad cordobesa incluyen varios frentes. En principio, llegará a los 220 Centros de Aprendizaje en 2014, cuando también lanzará cursos de formación continua para profesionales.

"Debemos ser protagonistas de este momento bisagra de la educación, porque la tecnología definitivamente la esta cambiando de raíz. Ni las universidades, ni los alumnos, ni los profesores son los mismos", indicó el rector, y sentencio: "Pronto veremos como este modelo se expande rápidamente como una mancha de aceite, y mas rápido de lo que esperamos".