¿Quién manda en una relación? ¿El hombre? ¿La mujer? ¿Ambos? ¿Quién tiene en realidad la última palabra en las decisiones?

Aunque a los hombres les parezca lo contrario, muchas veces las que llevan las riendas de la relación son las mujeres.

Hay ocasiones donde los "machos" terminan haciendo lo que las "hembras" quieren: si ellas no quieren salir no se sale o si ellas dicen que esa camisa se ve mal nunca más se la vuelven.

Si todo esto ocurre, seguramente se es un gobernado: ese ser repugnante y desagradable, que suele vilmente arrastrarse sólo para "no tener quilombos" con su pareja, y que es condenado y vituperado por el resto de los mortales masculinos.

A continuación, Diario Uno muestra diez modos de detectar si su perfil coincide con esa criatura detestable:

1- Ella sabe todas sus contraseñas de correo electrónico, Facebook, Twitter, etc., actitudes lamentablemente "de moda" en estos tiempos. Cuidado: una cosa es que no haya secretos y otra que revise todas sus cosas. Hay algo que se llama privacidad.

2- Sus amigos ya no son sus amigos sino los amigos de ella. ¿En qué momento pasó? Pero ahora sus amigos tienen más contacto con su novia que con usted. O puede pasar lo contrario, que uested haya dejado a tus amigos por ella y ahora sus amigos sean también sus "mejores amigos".

3- Enrique Iglesias, Ricardo Arjona y Luis Miguel no le parecen ya "tan" malos. En general, sus gustos han cambiado y ahora escucha no sólo a estos cantantes sino también a Lady Gaga y Beyoncé. Adiós Metallica y todo eso: graves problemas.

4- Ella decide sobre su agenda. Ya tenía planes con sus amigos, había quedado en ira ver el partido, al asadito, pero mágicamente ella dice que tiene entradas para el cine, para que vayan a ver una de esas que emociona a cualquiera. Póngase firme, diga que no, pero al final igualmente irá porque ella "lo convenció".

5- Le dice "Cosita" o "Gordi" en público. Ya no lo llamás Carlos ni Jorge ni Pedro. Ahora usted tiene sobrenombres de dudoso buen gusto, chorreados de miel.

6- Tiene que pedirle permiso para tomar una cerveza. Y si, por casualidad, no pide el permiso correspondiente, el lío que se le arma le quitará las ganas de volver a probar alcohol por un buen rato.

7- Su novia adoptó un perro que, según dice, es hijo de los dos. Usted no quería un perro -ni gato ni perico y menos un hijo, pero un día ella se aparece con uno que van a criar juntos "como si fuera de ambos". 

8- Tienen una cuenta de e-mail juntos, o de Facebook. El problema ya no es que ella sepa el password de su correo sino que ya ni siquiera tiene correo para usted sólo. Ahora todo es de los dos.

9- Ya sus amigos no lo llaman. Claro, cansados de que siempre les diga que ya hizo planes con ella, mejor lo apartan. Además, es probable que cuando salga con ellos, algún día esté mandando mensajitos cada 5 minutos.

10- Siempre lo hace pagar las cuentas. Eso de que "el hombre paga todo" ya no funciona así. Lo justo es que a veces desenfunde la billetera usted y a veces ella, y que así la cosa sea tan espontánea como equitativa.