Organizaciones sociales y partidarias de izquierda realizaron hoy una movilización a Plaza de Mayo, donde expresaron su repudio a la "burocracia sindical de la CGT y CTA", denunciaron el acuerdos de los gobiernos con las "mafias policiales" y homenajearon el "levantamiento popular" del 19 y 20 de diciembre de 2001.

En esa fecha, el gobierno del radical Fernando de la Rúa tuvo que dejar la Casa Rosada envuelto en una profunda crisis política, económica y social, y que la represión dejó casi cuarenta muertos en todo el país.

Detrás de una bandera con el pedido de "aumento para los trabajadores, no para los represores", en relación a los reclamos salariales de policías provinciales, se encontraban los principales referentes del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos.

También, integrantes de comisiones internas de numerosas empresas y delegados sindicales de ATE, SUTEBA y ADEMYS, entre otros, quienes coincidieron en solicitar la "liberación de los trabajadores petroleros de Las Heras, condenados a perpetua por organizarse".

En diálogo con DyN, el diputado provincial del Frente de Izquierda (FIT) Cristian Castillo afirmó que "los gobiernos han cedido no sólo a los reclamos de ingresos, sino de impunidad que han hecho los represores, y eso me parece un trato desigual con los verdaderos trabajadores".

Algunas consignas que se pronunciaron en el acto central fueron, entre otras, el repudio "al ascenso de César Milani, basta de militarización de los barrios, plan de lucha y paro general, reapertura de paritarias, no al aumento de tarifas, bono de fin de año y eliminación del impuesto al salario".

Se acusó al kirchnerismo de ser el Gobierno que "más y mejor ha reprimido a los trabajadores" y de "criminalizar la protesta" y, en este sentido, un sector de los que se hicieron presentes en Plaza de Mayo comenzó a cantar "mirá Cristina, que popular, es el Gobierno con más presos por luchar".

Si bien la manifestación se realizó sin incidentes, más allá de pintadas en comercios y fachadas de organismos públicos, un pequeño grupo de personas encapuchadas, que se identificaron como "anarquistas", intentó quemar un local de comidas rápidas, a lo que militantes del PTS intercedieron y terminaron enfrentándose con los agresores, sin la presencia policial.