El diputado del Frente de Izquierda (FIT) Nicolás del Caño presentó este lunes una iniciativa en el Congreso nacional para que legisladores y ministros ganen igual que los docentes. 

El artículo 1º del proyecto presentado por el diputado nacional por Mendoza, Nicolás Del Caño (Frente de Izquierda), dispone: "Iguálese el monto total de las dietas y/o haberes que perciben los/las legisladores nacionales y todos los/las funcionarios/as políticos/as de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Nación con el salario que percibe mensualmente uno/a docente que trabaja 36 horas cátedras, con 20 años de antigüedad, en la provincia de Mendoza, o el equivalente a tres salarios mínimos docentes en la misma provincias".

En un comunicado, el legislador explicó: "Nuestro proyecto propone que todos los legisladores y funcionarios políticos ganen lo mismo que un docente con una categoría que le permite percibir $9.300, y plantea que cualquier actualización en sus haberes y dietas esté atada a la de los trabajadores de la educación".

Del Caño ya había anunciado que no aceptará el sueldo que cobran los diputados nacionales, en torno a $50.000 por mes, y que tanto él como sus asesores donarán la diferencia de su salario con el costo de una canasta familiar, por lo que ganarán unos $8.500.

"Mientras piden a los docentes que sean 'moderados' en sus reclamos salariales, la inflación no para, los empresarios la siguen juntando en pala y los funcionarios políticos ganan sueldos que superan varias veces al de cualquier trabajador", argumentó.

La semana pasada, el diputado bonaerense por el Frente de Izquierda, Christian Castillo, presentó un proyecto similar ante la Legislatura provincial. "Con este proyecto estamos cuestionando que mientras pretenden pagar a los maestros menos de $5.000, hay un grupo especial de personas que vive como ricos a cambio de legislar, gestionar y gobernar a favor de los intereses de los grandes capitalistas", justificó.

Los proyectos fueron presentados tras una huelga docente que se sucedió en todo el país y todavía se mantiene en la provincia de Buenos Aires, en rechazo a las distintas ofertas que recibieron en las negociaciones paritarias.