Las concesiones de Cristina Kirchner a la Iglesia en el Código Civil y Comercial aprobado por el Senado generaron grietas tanto en el oficialismo como en la oposición.

Este año se tratará en Diputados, y un sector del Frente para la Victoria ya comenzó a trabajar para modificar esos artículos, en especial el que establece el inicio de la vida en el momento de la concepción. Con una novedad: desde el bloque kirchnerista adelantaron que, a diferencia de lo que sucedió en el Senado, estiman que habrá libertad de conciencia para votar ese punto y otros que provocaron controversias.

Una semana antes de la aprobación en el Senado, la modificación del artículo 19 causó revuelo: en lugar de definirse el inicio de la vida con la concepción en el seno materno y en el caso de reproducción asistida con la implantación del embrión en el cuerpo de la mujer, como figuraba en el anteproyecto elaborado por una comisión de juristas, quedó “concepción” a secas.

Desde el oficialismo cuestionaron que pondría en riesgo las técnicas de fertilización asistida, porque esa redacción daría estatus de persona a los embriones no implantados y un argumento a las obras sociales y prepagas para no cubrir los tratamientos.

La reforma había comenzado a discutirse cuando Jorge Bergoglio era cardenal, y llegó al recinto del Senado cuando ya era el Papa Francisco. En el cierre del debate, Miguel Pichetto -jefe de los senadores K-admitió que no estaba de acuerdo con el nuevo Código pero que lo votaba “por disciplina”, y pidió que Diputados corrigiera el artículo 19.

Ahora un sector del kirchnerismo en la Cámara baja se propuso dar ese debate.

“Nos comprometimos con las organizaciones a tratar de convencer al resto de los diputados de volver a incluir que la vida comience con la concepción en el seno materno. Muchos no estamos de acuerdo con lo que se aprobó: generaría problemas con las técnicas de reproducción asistida y es contradictorio con el mismo Código”, indicó al diario Clarín la diputada kirchnerista Mara Brawer. La jefa del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, también apoyaría las correcciones.

La propuesta de máxima apuntará a establecer que “la existencia de la persona como titular de derechos y obligaciones comienza con el nacimiento con vida, sin perjuicio de los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico durante el período de gestación”, aunque los propios kirchneristas que impulsan los cambios lo consideran casi imposible porque favorecería el debate por la legalización del aborto, que además de la Iglesia rechaza la Presidenta.