Los problemas económicos y la presión que está recibiendo el oficialismo de parte de diferentes sectores estaría dejando secuelas en el Gobierno, el cual iniciaría una serie de cambios en su "estilo populista".

Los cambios comenzaron hace ya algunos meses.

En un principio, los funcionarios decidieron cortar los subsidios al gas y devaluar la moneda en un 18% debido a la pérdida de reservas y la alta inflación.

Luego, la presidenta Cristina Fernández accedió a pagarle a la empresa española Repsol 5 billones de dólares por la renacionalización de la compañía YPF, e informó cifras inflacionarias cercanas a la realidad, por lo que los inversores habrían vuelto a interesarse en el país.

Sin embargo, esperan maniobras prudentes de parte del gobierno, que refuercen las reservas y disminuyan el crecimiento de la inflación.

La política de cambio estuvo ayudada por los stocks de combustibles nacionales que crecieron un 9,5%, los analistas esperan que continúe creciendo hacia mitad de año.

El oficialismo continuará realizando cambios, pero las reformas más dolorosas se realizarán después de que la mandataria deje su cargo, según publicó la agencia de noticias Reuters.

"Lo que no está claro es si ella -Cristina Fernández- quiere hacer un ajuste fiscal total o lo justo y necesario para atravesar la crisis", explica Mariel Fornoni, de la consultora Management & Fit.

Hasta mediados de 2013 Fernándes juró nunca devaluar el peso o realizar un ajuste fiscal de grandes magnitudes, diciendo que de lo contrario sobrevendría el caos. Su gobierno se niega a explicar que medidas siguen.

Consultado por Reuters sobre las próximas decisiones en materia económica, el ministro de Economía Axel Kicillof -un académico marxista- disparó: "En primer lugar, no va a haber reformas. No nos hemos comprometido con políticas específicas, pero para lograr nuestras metas de incremento de la producción, el empleo y los ingresos de nuestros ciudadanos, tenemos que disminuir las desigualdades".

Algunos economistas están convencidos de que al gobierno no le quedan más opciones que alejarse del modelo económico de los últimos años, incluyendo más devaluaciones de la moneda, según MDZ Mendoza.

Altas y bajas del populismoDesde que reasumió la presidencia en 2007, la presidenta ha usado las reservas del Banco Central para financiar los gastos del gobierno. Eso funcionó mientras había crecimiento económico en la Argentina, pero la inflación está ahora rondando el 30% y las reservas del Banco han bajado más del 30% en los últimos 12 meses hasta los 27.7 billones de dólares.

"Los problemas de Argentina empiezan y terminan con la política fiscal", dijo Patrick Estersuelas inversor en London-based hedge fund Emso, compañía que maneja $2 billones de dólares.

Estersuelas dice que el gobierno haría crecer las reservas si recortaran gastos públicos. El estado generoso logró una fácil re- elección de Cristina en 2011, dice el artículo, pero la economía empezó a hacer caer la popularidad de la mandataria en los últimos dos años y su popularidad cayó en un 25% de acuerdo a los índices publicados por Management & Fit.