Las idas y venidas alrededor del desarrollo de la obra que cambiará el destino económico de Laguna Garzón, en Uruguay, parecen haber llegado a su fin.

Así, y tras sortear obstáculos como la férrea oposición que enarbolaron distintos mega empresarios argentinos, Eduardo Costantini se prepara para iniciar la construcción del puente circular que reemplazará al sistema de balsas que todavía hoy se utiliza para acceder a ese espacio tan codiciado (ver imagen).

El emprendimiento, que unirá Maldonado con Rocha, siempre fue visto por varios inversores como la oportunidad de crear un verdadero "boom" inmobiliario en una zona aún sin explotar, mientras que -en la vereda contraria- otras voces definieron a la iniciativa como un atentado a la enorme riqueza natural.

Este desarrollo ha venido enfrentando durante varios años nada menos que a Costantini (creador de Nordelta y defensor de la propuesta en Uruguay) con empresarios de la talla de Paolo Rocca (CEO de Techint y opositor de la iniciativa) o Santiago Soldati (titular de Sociedad Comercial del Plata), entre otros.

La victoria, finalmente, quedó para el primero.

Tras las últimas modificaciones al proyecto original, Costantini acaba de hacerse de los papeles y avales necesarios para concretar la obra -resta apenas la firma del Ejecutivo oriental-, y está a un paso de obtener una exoneración de impuestos que le permitirá ahorrarse el 30% del costo total del proyecto.

De la mano de estos permisos y beneficios, según confirmaron a iProfesional fuentes de Consultatio, el fundador del Malba ahora pondrá primera para la ejecución de un mega desarrollo que, se estima, se llevará a cabo a lo largo de 14 meses.

La inversión para el puente circular que permite el acceso al emprendimiento demandará unos u$s6,8 millones, cifra que representa el doble de lo que costaría un puente recto, que formaba parte de la propuesta original.

"Construiré las estructuras del puente, que es lo más caro, y el Gobierno uruguayo deberá invertir unos u$s3 millones en las barandas y en los accesos", precisó el empresario.

Hace cuatro años, Costantini había expresado su voluntad de abonar la totalidad de la obra. En un principio, se trataba de un paso recto que uniría los departamentos de Maldonado y Rocha.

Sin embargo, los continuos cambios de diseño exigidos por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) multiplicaron casi por tres el costo previsto originalmente.Costantini avanza

Recientemente se logró destrabar el nudo que se había formado y que impedía avanzar en el proyecto para la construcción del puente, clave para el acceso al lugar donde se emplazará la nueva gran obra del empresario.

En diciembre pasado, el organismo había rechazado el cambio de contrato para la construcción, por considerar que las modificaciones propuestas al convenio original "afectaban a la esencia del objeto contractual y, por ende, las obligaciones asumidas por las partes, alterando sustancialmente la ecuación económica del negocio".

Sin embargo, según confiaron a iProfesional fuentes cercanas al emprendimiento, la Dirección Nacional de Vialidad de Uruguay presentó un informe fundamentando el por qué de la necesidad de fijar tales modificaciones.

Entre otros aspectos, argumentó que -de aprobarse la construcción del puente- la expansión del proyecto inmobiliario "Las Garzas" que impulsa Costantini le traerá grandes beneficios económicos al Estado.

Por ende, ese desarrollo debía ser visto como una inversión a futuro.

El aval final contó, además, con el respaldo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas local, que informó el pronto inicio de obras.

Este pronunciamiento llegó en momentos en que en el Gobierno uruguayo crecía la preocupación por algunas versiones que indicaban que -de bloquearse totalmente la "opción Costantini"- el Estado oriental era el que iba a tener que hacerse finalmente cargo de la construcción del puente.

El paso del proyecto de una estructura recta a una circular encareció de tal manera la propuesta que Costantini debió aceptar un incremento de algo más del 100 por ciento en su desembolso.

La construcción final, precisó a iProfesional José Chouhy, director de Consultatio, correrá por cuenta de la firma oriental Saceem.

Por qué le interesa tanto a Costantini

La historia se remonta a unos años atrás. Más precisamente, al 2008.

En aquel momento, Costantini -con el éxito de Nordelta a sus espaldas- anunciaba el lanzamiento de "Las Garzas", un complejo de viviendas de lujo ubicado muy cerca de laguna Garzón, en Uruguay.

La iniciativa, sujeta a una inversión inicial de 40 millones de dólares, fue recibida sin mayores reparos.

Más aun. Hasta llegó a ser señalada por el sector inmobiliario de ese país como el primer paso para transformar -de manera gradual- un área de naturaleza casi virgen en una "cuna" para el desarrollo de negocios.En paralelo a la apertura de la preventa de "Las Garzas", Costantini hizo explícita su intención de construir un puente que tendría como finalidad unir Maldonado y Rocha, que comparten la laguna, lo que posibilitaría una mayor circulación vehicular.

A su vez, evitaría el traslado en balsa al que aún hoy deben ajustarse quienes buscan desplazarse de un distrito a otro.

Pero el "romance" duro poco. Desde un tiempo a esta parte comenzó a gestarse una escalada de reclamos, promovida por organizaciones vecinales, a la que luego se fueron sumando empresarios "peso pesado", como Paolo Rocca (CEO de Techint) o Santiago Soldati (titular de Sociedad Comercial del Plata).¿El objetivo? Bloquear por completo la iniciativa. ¿El argumento? Que el nuevo puente destruiría por completo una zona exótica y llena de riqueza natural.

Además, daría lugar a una masiva radicación de complejos habitacionales y hasta generaría nuevos núcleos urbanos. Los últimos movimientos del gobierno uruguayo culminaron por dejar como vencedor al creador de Nordelta.Beneficios impositivos "a medida"

Respecto de lo que viene en lo inmediato, desde Consultatio su director, José Chouhy, sostuvo a iProfesional que "obtener la exención impositiva es el único camino para compensar el mayor costo que ha significado el nuevo diseño que finalmente se estableció para el puente".

"La empresa no soportaba la inversión total una vez que se dispararon los valores. Pedimos un tratamiento impositivo especial porque era la única forma de llegar a un número compatible con nuestras posibilidades", explicó.

El ejecutivo expuso que la desarrolladora busca, principalmente, hacerse con la exención del 22% de IVA que fija Uruguay y, en simultáneo, lograr que la inversión de la firma "se pueda deducir fiscalmente".

Chouhy anticipó a iProfesional que "desde el Gobierno uruguayo hay voluntad para otorgar estos beneficios, por lo que los estaríamos recibiendo en los próximos días".

"No podemos hacer cualquier tipo de inversión porque el proyecto debe mantener un sentido económico con la posterior venta de lotes. Ya hay una gran cantidad de terrenos que ha sido comercializada", comentó.

En cuanto a la evolución de "Las Garzas", el ejecutivo precisó que "el 70% de la superficie del proyecto está terminada. El club de playa, las redes internas de agua y electricidad, las calles, todo está hecho. Incluso realizamos un tendido de unos 40 kilómetros de línea de alta tensión para tener energía proveniente desde Rocha", dijo.

Chouhy aseguró que "la empresa nunca bajó los brazos porque siempre quisimos que el puente se haga. De hecho, muchos inversores compraron el proyecto con la expectativa de que se realice la construcción".El apoyo de la gente

La encuestadora local CIFRA -informó el intendente departamental Artigas Barrios-, dio a conocer un sondeo que muestra que el 82% de los rochenses aprueban el puente sobre la laguna de Garzón y un 67% del lado de Maldonado.Laguna Garzón representa un espejo de agua de 1.750 hectáreas, comunicada con el océano por una barra litoral arenosa que periódicamente se abre, ya sea naturalmente o en forma artificial.¿Por qué atrae tanto este lugar, situado a escasos kilómetros de José Ignacio? Antonio Graña, funcionario de Ordenamiento Territorial de la Intendencia de Rocha, brindó algunas precisiones."Es una zona casi virgen y que encierra una belleza única en el área que va de la laguna de José Ignacio hasta Garzón. A eso hay que sumarle su conexión con las playas y la cercanía tanto con Montevideo como con Brasil", explicó a iProfesional.

"Laguna Garzón está a sólo dos horas de Montevideo, al igual que de la frontera brasileña. Y está comenzando a captar desarrollos inmobiliarios que ya no se hacen en Punta del Este, por la propia expansión que tiene esa ciudad", agregó.

Según Graña, el interés por la zona derivó en que lotes que, tiempo atrás, cotizaban a razón de u$s5 el metro cuadrado ahora se hayan disparado.

"Ese es el número que se maneja en proyectos como el impulsado por Costantini. A este desarrollo hay que sumarle el anunciado hace un buen tiempo por Alejandro Roemmers, que contará con el aval de la Intendencia. Y otras iniciativas que correrán por cuenta de muchos empresarios argentinos y brasileños", concluyó.