El sector vitivinícola parece no estar atravesando por su mejor momento. A pesar de que los vinos argentinos obtienen premios en el exterior, la estanflación del mercado interno está haciendo peligrar una gran cantidad de puestos de trabajo.

Así se desprende de un análisis sectorial que realizó la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), en el cual se sostiene que el contexto económico de crecimiento de costos y de un virtual parate del mercado interno hace que 3.000 puestos de trabajo estén en riesgo.

“"Todavía no hay una afectación alarmante pero sí vemos cierto riesgo para la zona baja del esquema, es decir para los productores primarios y las bodegas más chicas”", reveló Sergio Villanueva, director de la Corporación.

Según le dijo el empresario al diario UNO de Mendoza, “"tenemos un mercado interno que en el primer cuatrimestre ha caído entre 2% y 3%, y las exportaciones siguen amesetadas, igual que el año pasado"”.

Para Villanueva, "“la inflación en esta industria actúa de manera compleja porque perjudica al tenedor y a los productores, que son los que tienen bajo poder de negociación. Tienen un producto perecedero, que es la uva, y ¿qué hacen? ¿La venden? ¿La elaboran? Pero también es complejo para la parte industrial que es la cadena de comercialización (supermercados, distribuidores, mayoristas) la que se lleva gran parte de la renta”".

La nota del diario UNO también hace referencia a los costos de producción por hectárea para uva básica y varietal que aumentaron 36% en el último año, según el Índice Sintético de Costos Agrícolas de Mendoza, que calcula la Fundación Ideal.

Como en la mayoría de las industrias, las pymes son las primeras en sufrir este tipo de situación porque son las que cuentan con menor espalda económica para afrontar procesos de estanflación.

"“En el caso del negocio vitivinícola, la estacionalidad hace que ahora las bodegas deben asumir los gastos culturales y de poda del viñedo con los nuevos salarios que se acordaron en las paritarias", dijo Villanueva. Según su visión, "en este sector es donde se visualizan la posible pérdida de puestos de trabajo".

Según publicó el diario mendocino, una comitiva de dirigentes de la Unión Vitivinícola Argentina y de Bodegas de Argentina reclaman una reunión con la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, con el fin de acordar la adhesión de algunas empresas al Programa de Recuperación Productiva (Repro), el cual otorga una suma de $1.000 por empleado por hasta 12 meses a cambio de no despedir personal.