Aunque por la devaluación y la fuerte suba de precios con las que debutó el año, las empresas "abrieron el paraguas" y gestionaron unos puntos extra de presupuesto destinados a reforzar las alzas salariales del personal fuera de convenio, de cara a este segundo semestre los expertos en compensaciones ya anticipan que las compañías se quedarán "cortas" con los incrementos.

Al menos en términos de sueldos, el 2014 no será el año de los ejecutivos y profesionales. Por un lado, sus bolsillos perderán la carrera contra la inflación. Y, por otro, verán cómo sus remuneraciones se solaparán más con las del personal sindicalizado que, paritarias mediante, han venido logrando porcentajes de mejoras superiores.

Incrementos que se licúan, Impuesto a las Ganancias que no se actualiza y escasa oferta en el mercado laboral para dar un salto de compañía, que posibilite hacer una diferencia económica, son un combo que desmotiva e impacta negativamente en profesionales y ejecutivos. 

En este escenario, no es de extrañar entonces que con el transcurso de los meses crezca el descontento, las quejas y reclamos y las intenciones de sindicalización de los no convencionados, al tiempo que baje la productividad y el compromiso con la organización.

"El personal fuera de convenio continúa siendo la variable de ajuste para las empresas, más aún en escenarios de estancamiento económico y crecimiento de costos en las organizaciones", advirtió Miguel Terlizzi, director de la consultora HuCap.

Desde Mercer, Valeria Bohorquez detalló que si bien en 2013 se había previsto un 25% de suba para todo el 2014, en febrero las empresas actualizaron su pauta salarial en al menos 2 puntos porcentuales, al tiempo que hoy el mismo sondeo de proyecciones de mejoras para ejecutivos y profesionales da, en promedio, 28 por ciento.

No obstante, la principal ejecutiva del área de Talento de Mercer, adelantó que "los ajustes de los fuera de convenio quedarán claramente por debajo de la inflación y con seguridad también unos puntos abajo del promedio de lo que cierren los sindicatos". 

Es que, tal como explicó, "existe un límite que tiene que ver con la rentabilidad y la posibilidad de cada negocio de trasladar el mayor costo laboral a sus precios y tarifas".

Consultada acerca de las ramas que darán los incrementos más fuertes, Bohórquez hizo hincapié en agro, energía y petróleo, y bancos. "Son las tres industrias que están mejor paradas dentro del contexto. Los ajustes en estos casos llegarán al 30%", aseguró la experta. 

Septiembre, mes clave

En Towers Watson coincidieron con las proyecciones de Mercer. "El mercado sigue pensando en un incremento anual de entre 27 y 29%. La mayoría de las empresas dará dos aumentos en el año. En el primer semestre, los salarios se incrementaron un 17% en promedio", detalló Marcela Angeli, directora de Gestión de Talentos y Compensaciones de la firma.

Puntualmente, un reciente informe de Hucap, realizado entre 129 compañías de primera línea, dio cuenta de que este año un 72% dará los ajustes en dos "veces" correspondiente a cada uno de los semestres, mientras que un 27% los otorgará en 3 partes y el 1% restante en una sola pauta.

En cuanto a la segunda tanda de aumentos, que será de entre el 10% y 12%, según el caso, los expertos en compensaciones consultados por iProfesional coincidieron en que se hará efectiva entre septiembre y octubre.

No obstante, Bohorquez destacó que existen casos de compañías que adelantarán el mes de otorgamiento en este segundo semestre, sobre todo aquellas que se han quedado un poco cortas con los porcentajes.

"Algunos de nuestros clientes están gestionando aprobaciones para anticipar los segundos incrementos", aseguró la consultora.

Por su parte, Juan Carlos Rodríguez, socio y director de la firma Total Rewards, hizo hincapié en que no todos los empleados fuera de convenio recibirán ese 28%. Es que, si bien en la primera parte del año los movimientos fueron homogéneos, durante la segunda llegará el momento de la "diferenciación", en base a la criticidad de cada puesto y resultados/desempeño de cada asalariado.

"Además, a principios del 2014 se proyectaba una inflación de entre 30% y hoy ya se sabe que rondará el 35% anual, por lo que se van a licuar mucho más los incrementos", completó el especialista en remuneraciones ejecutivas.

En cuanto a esos "puntitos" que las empresas suelen guardarse para diferenciar por mérito a determinados empleados, Mariela Rendon, gerente de Compensaciones de PwC, comentó que esa porción de presupuesto "es cada vez menor".

"Según nuestro último relevamiento, por la inflación este año las empresas destinarán apenas dos puntos porcentuales para premiar el buen desempeño", detalló la experta de PwC.

Y Angeli coincidió: "Si bien las empresas tratan de hacer una diferenciación por mérito, es ínfimo el porcentaje que tienen y terminan abarcando prácticamente a toda la gente". 

"La política sigue siendo diferenciar, pero frente al avance de los precios se termina desdibujando. Es muy difícil que el empleado sienta que la empresa le está dando un incremento diferencial respecto al compañero que tiene al lado por su desempeño, cuando su incremento está siendo aun por debajo de la inflación", apuntó la gerente de Towers Watson.

El solapamiento, un deja vú

Los puntos por encima que este año lograrán los trabajadores convencionados en el marco de las negociaciones paritarias, respecto al porcentaje que recibirá el personal fuera de convenio, acrecentará, después de tres años, el problema del solapamiento salarial.

Según el "Estudio de Compensaciones y Beneficios" de HuCap, un 74% de las empresas encuestadas, manifestó y reconoció el impacto directo del solapamiento, un 6% más que en la medición de fines de 2013.

Tal como se desprende de la última edición del relevamiento:

• En cuanto al porcentaje de solapamiento salarial, en la primera línea de supervisión el promedio es del 17,5%. 
• Las empresas consideran que la diferencia porcentual mínima que debería haber entre el personal de convenio y su supervisor inmediato (fuera de convenio) debería ser de un 23 por ciento. 
• Sin embargo, dicho porcentaje de solapamiento en la primera línea de supervisión es del 17,5% promedio en las empresas que presentan esta problemática. 
• En las compañías que no tienen este inconveniente, la brecha entre la primera línea de supervisión y el personal convencionado es de casi el 22%. 

Este desfasaje afecta sobre todo a la primera línea jerárquica: jefes y supervisores terminan percibiendo salarios inferiores a los que cobran sus subordinados, lo cual produce un fuerte malestar y desmotivación entre los afectados.

"Todo indica que esta segunda mitad del año será más conflictiva desde lo sindical. Y que, tras el cierre de las paritarias, el solapamiento se va incrementar, porque no va a haber más plata para los fuera de convenio", anticipó Rodríguez, de Total Rewards. 

Desde Mercer, Bohórquez señaló que si bien en los últimos años el solapamiento salarial se había estabilizado, ya que muchas empresas emparejaron los porcentajes de ajustes para ambas poblaciones, en 2014 la diferencia va a volver a darse a favor de aquellos que están convencionados.

Y Rendon, de PwC, apuntó: "Con algunos convenios, la diferencia es considerable. Por más que las empresas traten de disminuir el solapamiento en determinadas posiciones, dando aumentos más altos, siguen siendo casos puntuales. Hay gremios que van a cerrar en un 35%, y no todos los rubros tienen la facilidad de trasladar a sus tarifas y precios ese porcentaje". 

Tal como recordó Angeli, "veníamos de años en los que si bien no se minimizaba, tampoco se incrementaba. En 2011, 2012 y 2013 prácticamente se replicaron los porcentajes. O incluso hubo casos en los que los fuera de convenio recibieron unos puntos más".

"Hoy muchas empresas tienen que darle más puntos a los convencionados, por lo que será difícil que baje el solapamiento sino que otra vez habrá una profundización. Este año, en promedio, mirando todos los sindicatos, los ejecutivos y profesionales se van a ubicar varios puntos por debajo", anticipó Angeli.

A modo de conclusión, desde HuCap advirtieron que si al solapamiento se le suma el recorte que se está viviendo en algunas industrias para los mandos medios, que además el porcentual promedio aplicado a los fuera de convenio se hace de forma selectiva, y que también algunos gremios acordaron por arriba de los promedios mencionados, se desprende que hoy la ecuación económica no favorece a ejecutivos y profesionales.

Entre ellos, se intensifica el malestar y el descontento, pero -a diferencia de otros años- en un contexto de escasa demanda laboral en el que se les complica encontrar en otra empresa la mejora de su situación de bolsillo.