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Con dólar turista a más de $10: ¿los argentinos siguen comprando paquetes y quemando tarjetas?

Lejos quedaron los tiempos en que el billete verde "barato" era un aliciente para que una parte de la sociedad se pasee por los shoppings de Miami 
17/07/2014 - 13:40hs
Con dólar turista a más de $10: ¿los argentinos siguen comprando paquetes y quemando tarjetas?

En momentos en que está poniendo todas sus fichas en la negociación con los fondos buitres, el Gobierno trata de frenar, por todos los medios, las "grietas" por las cuales viene resignando dólares

En las últimas semanas -vía Banco Central-, decidió demorar la aprobación de importaciones, limitando para ello el giro de dividendos para el pago de proveedores en el exterior.

Paralelamente, comenzó a "retacearle" divisas a particulares, poniéndole un freno a la pequeña apertura del "cepo" con la que había avanzado a comienzos de año.

Y es en este contexto en el que también decidió "freezar" el diálogo que venía llevando adelante con un sector del empresariado que está sufriendo de lleno la actual coyuntura: el del turismo internacional. 

Cabe destacar que a fines de mayo, representantes de esta rama de actividad habían tenido una audiencia con el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Durante el encuentro, los agentes de viajes le plantearon al funcionario la dramática caída que venía experimentando el negocio, al tiempo que le expusieron datos concretos sobre la pérdida de puestos de trabajo.

Sin embargo, fuentes del sector confirmaron a iProfesional que, por el momento, cualquier posibilidad de avance quedó en stand by, hasta nuevo aviso.

"Nos confirmaron que, hasta tanto no se resuelva la crisis con los holdout, no van a analizar ni tomar ninguna medida para el sector", destacó un directivo de la cámara que nuclea a los agentes de viajes.

Según trascendió, uno de los pedidos que vienen haciendo desde esta industria, es que el Gobierno marcha atrás con el recargo del 35% que aplica la AFIP como pago a cuenta de Ganancias y que muchos argentinos luego no reclaman. 

El argumento que exponen desde el sector es que más del 60% de los dólares que resigna el Banco Central por gastos en el exterior responde en realidad a compras que se realizan con tarjetas fuera del país o vía Internet, de modo que no serían erogaciones relacionadas directamente con la contratación de servicios turísticos (hotel, alquiler de auto, entre otros). 

Menos ventas, menos empleos

Mientras el Gobierno pospone cualquier tipo de solución, en el sector están padeciendo la peor crisis de la última década y que llevó a que el negocio del turismo internacional se "achicara" a los niveles de 2011.

Este fuerte retroceso tuvo lugar luego de un semestre en el que la venta de tickets aéreos con destino al exterior cerrara con un dramático derrumbe del 45% respecto del período enero-junio de 2013, aun con la afluencia de argentinos al Mundial de Brasil.  

Este menor flujo de personas descansando fronteras afuera se tradujo, a su vez, en un desplome de los gastos con plásticos.

Según datos del Banco Central, el saldo por compras en moneda extranjera acumulaba durante la primera semana de julio unos magros u$s223 millones.

Esta cifra contrasta con los u$s460 millones alcanzados a igual fecha del año pasado, lo que representó un brusco descenso del 51%, tal como se observa en el siguiente cuadro:

Incluso, el registro actual que arrojan las compras con tarjetas es menor al alcanzado en 2012, lo que confirma el achicamiento del negocio del turismo internacional en la Argentina.

Esto, a su vez -según advirtió el directivo consultado por iProfesional-, se está traduciendo en una preocupante pérdida de puestos de trabajo.

En el último congreso anual de la Asociación de Viajes y Turismo, que tuvo lugar a fines de mayo, el titular de la entidad, Fabricio Di Giambattista, ya había advertido que en los primeros meses del año se habían producido 500 despidos, al tiempo que alertó que otros 3.000 empleos estaban riesgo.

En este contexto, fuentes señalaron a este medio que los peores pronósticos van camino a cumplirse y que el número de despidos no para de ampliarse: "El primer semestre culminó con más de 1.000 puestos de trabajo perdidos". 

Si bien en el Gobierno hay una fuerte preocupación por los riesgos en el mercado laboral -tal como lo demostró con las recientes medidas que tomó para apuntalar a la industria automotriz, como fue el plan 60 cuotas para la compra de 0Km-, hay una poderosa razón que hace que muchos empresarios se muestren algo escépticos respecto de la posibilidad de que se avance con algún tipo de medida de fomento para el sector turístico: la balanza sectorial, luego de años de superávit, a partir de 2011 se convirtió en una grieta por la cual cada vez se fugan más y más dólares.

De hecho, el año pasado, el egreso neto de divisas por la cuenta de viajes le significó al Banco Central una pérdida de u$s8.700 millones, una cifra incluso superior a todo el superávit comercial logrado en 2013.

En este contexto, de no mediar cambios, la crisis del sector turístico redundará en un fuerte achicamiento del déficit. Desde la consultora Econviews prevén un rojo de u$s5.000 millones, lo que implicaría un "ahorro" nada despreciable de u$s3.700 millones, más del doble que la cifra que el Gobierno deberá pagar a los buitres.

Segundo semestre de gran incertidumbreEl cierre del primer semestre, como se vio, no fue motivo de festejo para la industria. Incluso, el flujo de ventas para estas vacaciones de invierno no cambió el humor entre los empresarios. 

"El año pasado, para esta época, se habilitaban charters, es decir, vuelos especiales para cubrir la alta demanda. Pero este año no hicieron falta", explicó el directivo consultado por este medio, quien agregó que "al achicamiento del negocio se sumó que muchas de las ventas para vacaciones de invierno se habían cerrado en 2013, es decir, casi con un año de antelación", de modo que parte de esa facturación fue el "colchón" con el que muchas agencias debieron sobrevivir hasta el momento.

El escenario que se abre para la actividad de cara a los próximos meses, según Walter Rodríguez, gerente de la agencia ViajoBien, dependerá "básicamente de las perspectivas. Si se arregla la crisis con los holdouts y se presenta un mejor escenario para la economía, entonces seguramente vamos a ver caídas en el turismo emisivo pero no con derrumbes tan dramáticos como los del primer semestre".

Sin embargo, el "partido" del turismo internacional también se juega en el Banco Central, dado que su suerte está atada al futuro del tipo de cambio.

En este contexto, desde el Estudio Bein, Martín Vauthier considera que el valor del billete verde oficial hacia las últimas semanas del año se moverá entre los $9 y $9,25, que llevaría al dólar turista a una cotización cercana a los $12,50. 

Esto se traducirá indefectiblemente en una fuerte caída del poder adquisitivo de los argentinos en términos de moneda estadounidense.

Y como el turismo internacional "cotiza" en dólares, esto significa que, al planear las próximas vacaciones de verano, muchos se encontrarán con un menor poder de compra a la hora de reservar pasajes u hoteles, tal como se observa en el siguiente caso:

•Un paquete a Porto Seguro, Brasil, durante 7 noches, con media pensión, comprado a comienzos de diciembre de 2013 -para viajar en febrero de este año-, podía conseguirse por u$s3.800 para dos personas.

•Considerando el tipo de cambio de ese entonces y que el recargo de AFIP era del 20%, dicho paquete tenía un precio equivalente a $27.400.

• En tanto, una pareja que planee viajar el próximo verano, podría ver cómo, en términos de moneda local, el mismo viaje resultará sustancialmente más caro: si se mantuviese fijo en dólares el precio del paquete y además se considera un tipo de cambio oficial cercano a los $9, entonces sólo los pasajes, traslados y la media pensión, representarían una erogación cercana a los $46.200.

•Esto implica que, en el término de un año -de mantenerse las proyecciones sobre el dólar-, este mismo viaje pasaría a costar unos $20.000 más.

Así las cosas, la variación esperada del billete verde y el efecto recargo derivará en que un argentino pueda llegar a tener que pagar hasta un 70% más a la hora de planear sus próximas vacaciones de verano, un alza que más que duplicará la mejora percibida en los salarios durante este año.

El otro factor que pesará en la decisión de los argentinos a la hora de realizar turismo internacional es la evolución del dólar blue y, más precisamente, de la brecha respecto del oficial.

No se trata de una variable menor dado que los argentinos suelen encontrar incentivos para viajar al exterior cuanto mayor sea el gap, si bien el recargo de AFIP desde hace un tiempo achicó las diferencias entre ambas cotizaciones.

El punto es que, si bien un arreglo con los holdouts, como señala Rodríguez, mejoraría las perspectivas de la economía y podría alentar una mayor demanda de viajes, lo cierto es que, como contrapartida, podría ayudar a achicar fuertemente la brecha y así "pulverizar" el incentivo.

Desde Econviews, el analista Eric Ritondale estima que, de lograrse una negociación exitosa con los fondos, entonces el gap bajaría hasta ubicarse en un 20%.

El problema que enfrentaría este sector es que, si al tipo de cambio oficial se le suma el recargo de AFIP, entonces el "dólar turista" corre riesgos de ubicarse muy por encima del blue, una variable que claramente desestimularía la demanda de pasajes y paquetes al exterior.

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