iProfesionaliProfesional

Cómo puede lo irrelevante afectar nuestras decisiones

Casos atípicos o aberrantes muchas veces se toman como información confiable y estadísticamente probable a la hora de realizar defiiciones
23/07/2014 - 12:13hs
Cómo puede lo irrelevante afectar nuestras decisiones

Las personas tomamos decisiones con base en la información con la que contamos: en ocasiones se trata de información nueva, en otros está relacionada con el cómo procedimos en las mismas situaciones en el pasado. 

Pero de acuerdo a las últimas tendencias en la economía conductual, los sesgos de la percepción impiden a las personas interpretar adecuadamente la información correcta que el entorno le presenta.

Además, existen casos en los que las personas no solo interpretan mal sino que también incorporan a sus decisiones información incorrecta o irrelevante como si fuera correcta, afectando así gravemente el resultado. Un caso frecuente es cuando se toman en cuenta para tomar decisiones, casos que estadísticamente pueden ser considerados atípicos o aberrantes.

Se trata de situaciones fuera de lo que es más frecuente o probable, pero que precisamente por su condición atípica resultan sumamente llamativos y ejercen una influencia poderosa, afectando lo que se considera que probablemente ocurra, escribió el especialista en economía conductual y profesor de la Universidad Nacional Autponoma de México, Raúl Martínez Solares, en el diario El Economista.

Por ejemplo, se puede llegar a decir que fumar no necesariamente es perjudicial para la salud por un caso de una persona que ha vivido muchos años fumando. Es decir, se da mucha relevancia a ese caso atípico por lo extraordinario y se desestima la gran cantidad de evidencia probada que muestra que el tabaco afecta gravemente la salud. Un caso extraordinario oculta lo que es más probable en términos estadísticos.

Al respecto, en una investigación publicada en julio de este año por Thomas Ahn y Jacob Vigdor, se explica a través de distintos experimentos, cómo las personas pueden tener respuestas significativas ante información que es irrelevante en términos del tema o decisión que enfrentan.

En la investigación se destacan los casos en que las personas perciben una ventaja, un premio o un incentivo que recibe otra persona, dándole una interpretación sesgada, que los lleva a utilizar esa información como relevante aun cuando no lo sea.

Tratándose de decisiones financieras, un ejemplo de ello ocurre cuando una persona está tomando una decisión acerca de dónde localizar sus recursos de ahorro y escucha por una referencia de terceros de una persona que "ganó mucho" en un instrumento determinado, por ejemplo, una caja de ahorro. 

Toda la información racional con la que cuenta el decisor le señala que los rendimientos muy elevados están asociados a riesgos también altos y que un rendimiento excesivo puede estar asociado a un instrumento que es poco confiable. No conoce además otros datos específicos para normar su decisión sobre esta información atípica, como por ejemplo a través de que vehículo invierte esa caja de ahorro o si se trató de un rendimiento acotado a un periodo de tiempo determinado.

Pero el solo hecho de que perciba que otra persona tuvo una ganancia extraordinaria, lo lleva a dar una relevancia que no tiene esa información aislada y a desestimar toda la información confiable con la que sí cuenta.

Entender cómo lo muy llamativo puede ser atípico y no probable, puede ayudarnos a evitar decisiones que comprometan gravemente nuestro patrimonio y el de nuestras familias.