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Seguros "antidefault": el mundo de los CDS y todo lo que hay que saber para entender cómo funcionan

La entidad que regula el pago de estos instrumentos, la ISDA, activó el pago de unos u$s1.000 millones. Qué son y cómo operan estas herramientas
04/08/2014 - 12:05hs
Seguros "antidefault": el mundo de los CDS y todo lo que hay que saber para entender cómo funcionan

Pese a las sostenidas afirmaciones del Gobierno a que el país no entró en default, que incluso llevaron al ministro de Economía a decir que el uso de ese concepto se trataba de una "pavada atómica", la realidad es que los mercados interpretan lo contrario.

En primer lugar, fueron las agencias calificadoras de riesgo las que se encargaron -en forma unánime- de establecer una nueva situación para la deuda argentina, que generó la activación de un mecanismo usado para países que incumplen sus obligaciones.  

En este caso con efectos prácticos, como son los denominados CDS (Credit Default Swaps), por un monto que rondaría los u$s1.000 millones.

Esa alternativa era esperada por el mercado, luego de fracasar la reunión del miércoles pasado entre Axel Kicillof y los holdouts y desactivarse el plan de compra de deuda por parte de los banqueros locales.

En tal sentido, la iniciativa la tomó la financiera de origen suizo UBS, ya que el mismo jueves ingresó una solicitud a ISDA (International Swaps and Derivatives Association), entidad que regula los seguros de default, en la que solamente le preguntaba si "la falta de pago que se ha producido se trataba de un evento de crédito para la República Argentina".

La solicitud de este banco se produjo luego de que transcurrieran los treinta días de gracia que tenía el gobierno argentino, desde el vencimiento del 30 de junio pasado, para cumplir con la cancelación de los 539 millones de dólares en intereses, correspondientes al Discount con legislación de Nueva York, a los tenedores de bonos que ingresaron en las reestructuraciones del 2005 y 2010.

Cabe recordar que Argentina realizó ese depósito en tiempo y forma, pero el dinero fue congelado por orden del juez Thomas Griesa hasta tanto no se resuelva la situación con los bonistas que no entraron a los canjes de deuda (holdout).

El ingreso de este pedido para que el ISDA se expidiera tuvo un fuerte impacto, pues UBS logró lo que buscaba: que se apruebe el pago de esos u$s1.000 millones, a través de los 2.652 contratos de seguros que están operativos en el mercado.

Si bien no se sabe a ciencia cierta quiénes y cuánto cobrarán por la liquidación de estos derivados, sí se conoce quiénes los abonarán: son los mismos bancos que emiten estos seguros.

"Los emiten los bancos y se trata de un mercado muy oscuro y poco transparente", dijo Eduardo Levi Yeyati, director de la consultora financiera Elypsis.

En resumen, la respuesta de la ISDA no se hizo esperar, se demoró apenas un día. En su declaración afirmó que "la Argentina no puede cumplir con la cancelación, de modo tal que los seguros se gatillaron", y se produjo un evento de crédito negativo.

Para llegar a esa conclusión, el comité que se encarga de tratar estas cuestiones se definió en forma unánime, con un resultado de 15 votos a favor y ninguno en contra.

A partir de ello, ahora queda por precisar el momento en que se efectivizará el pago.

Desde el organismo, también se explicó que se realizó una reunión con todos los miembros del comité, quienes entendieron que Argentina no está en condiciones de cumplir con los próximos vencimientos, y por eso se procederá a realizar una subasta, aunque estarán atentos a los cambios de la situación del país.

"El Comité también decidió recurrir a una subasta en el caso de operaciones de CDS en circulación. ISDA publicará más información sobre la misma en su sitio web, en el momento oportuno", comunicó el organismo.

El economista Daniel Marx, director de Quantum consultora, afirmó a iProfesional que la activación de los CDS no tendrá impacto directo en el país.

"Es un tema exclusivamente entre privados y fuera de la Argentina, entre compradores y vendedores. El asunto de fondo es saber cómo influirá toda esta situación en el financiamiento de los organismos y las empresas", concluyó Marx.

¿Qué son los CDS?

Los CDS (Credit Default Swaps) constituyen, en su forma más simple, un contrato de protección. El comprador se compromete a realizar una serie de pagos en el tiempo (primas), en tanto que el vendedor asume el compromiso de cubrir parte o el total del crédito asegurado, en caso de que éste no sea cancelado.

Los CDS se utilizan para asegurarse el cobro de bonos corporativos o de deuda soberana en caso de una situación de impago.

El monto mínimo de la operación debe ser de 10 millones de dólares, y los plazos son de 1, 2, 3, 5 o 10 años.

Estos derivados de default se habilitan para cobrar si el emisor del bono:

  

No cancela en la fecha de vencimiento el cupón de intereses o capital.

Cambia las condiciones de emisión o el lugar de pago establecido.

•Realiza una reestructuración de la deuda con reducción de la tasa de interés o extensión del plazo de pago.

•Declara una moratoria o repudia la deuda.

Si bien en primera instancia se los califica como "seguros de impago", van mucho más allá de ello. En muchos casos, se convirtieron en instrumentos a través de los cuales los inversores simplemente apuestan a que el activo que los respalda caiga en incumplimiento.

El comprador y vendedor de estos derivados pueden ocupar ambos roles, ya que un banco que vende este instrumento puede, a la vez, hacer una cobertura de esa operación con otra entidad financiera.

De ese modo, se van encadenando o "derivando" operaciones a partir de un activo inicial (el título de deuda) sin algo tangible, como papeles (en realidad, registraciones contables).

La reproducción de estas transacciones no tiene límites y, por esa razón, el monto global de derivados multiplica por diez el PBI mundial.

En resumen, son contratos entre privados ("overthecounter"), no cotizan en bolsa y son utilizados por empresas "para gestionar los diferentes riesgos que se plantean en sus negocios", explica en una guía el ISDA.

Doble juego especulativoQuien compra un CDS puede especular, además, con la cotización del bono de deuda, al tiempo que apuesta a la eventualidad del default.

Así fue cómo se movieron algunos financistas con las hipotecas subprime. Es decir, las emitidas por los gigantes en créditos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, entidades que quebraron y fueron nacionalizadas en Estados Unidos.

La negociación de estos seguros (CDS) está a cargo de la International Swaps and Derivatives Association (ISDA), que se creó en 1985 y está integrada por 844 entidades financieras de 64 países.

El presidente del ISDA es Stephen O'Connor y en el directorio participan representantes del JP Morgan Chase, Citigroup, HSBC, el fondo Pimco, ABN Amro, entre otros.

También está registrado en esa institución Elliott Management Corporation, la compañía de Paul Singer, el financista que con su fondo buitre NML Capital obtuvo un fallo favorable en tribunales de Nueva York contra la Argentina.

Estas herramientas surgieron en 1990 con la intención de asegurar a las grandes corporaciones petroleras tras el derrame del Exxon Valdez, en 1989.

Según los expertos consultados por iProfesional, se contratan con cierta facilidad, a lo que se le suma la inexistencia de una regulación que los controle, por lo que se convirtieron en uno de los instrumentos más utilizados en el mercado de derivados a nivel global.

Ello explica la evolución que han tenido desde su aparición. Hacia fines de los años 90 se manejaban en CDS montos cercanos a los u$s500.000 millones, pero su despegue se produjo en 2003 y ya hacia fines del año pasado alcanzó niveles impresionantes.

Su inusitado volumen lleva a pensar que pueden acarrear enormes riesgos sistémicos y provocar gran volatilidad en el mercado.

El volumen de transacciones con "derivados" sumó u$s710 billones, según informó el Bank for Internacional Settlements (BIS, la entidad que reúne a las bancas centrales de los países), frente a un PBI mundial que registró unos u$s73 billones, según el Banco Mundial.

Con estas cifras, el negocio de derivados financieros equivale a cerca de diez veces la riqueza generada en bienes y servicios del mundo el año pasado.

El BIS estimó que el 3% del total de CDS tenían como protagonistas a los denominados hedgefunds (fondos de cobertura), de los cuales los más especulativos son de los denominados buitres.

Desde 2007 se han reportado 90 casos de incumplimientos que activaron la indemnización de CDS.

Y ahora el mercado financiero global, con Singer en primera fila, asiste a un nuevo caso: la declaración del default de Argentina, que fue ratificada por el comité del ISDA.

Debido a lo secreto de las transacciones, es imposible saber cuáles son los fondos buitre que poseen estos seguros (y cuántos adquirieron), que les brindaría una ganancia extra, incluso si el gobierno de Cristina Fernández se niega a pagar los cerca de 1.500 millones de dólares que reclaman por sus bonos.

No obstante, fuentes del mercado aseguran que tanto NML y Aurelius, los dos fondos buitre que encabezan la disputa con el gobierno argentino, son algunos de los que tienen comprados CDS y que están detrás de este negocio. Por lo que justificaría su postura de extrema dureza en el caso.-

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