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La crisis de las automotrices en la Argentina llega a los medios internacionales

"El motor del Mercosur ratea" es el título elegido por el diario El Mundo para dar cuenta de la realidad que atraviesa el sector y que también sufre Brasil
12/08/2014 - 12:11hs
La crisis de las automotrices en la Argentina llega a los medios internacionales

La situación del mercado automotriz argentino cambió en 2014. Las ventas se detuvieron y eso afectó la producción.

La crisis también se siente en el mercado vecino, Brasil, el gran comprador de modelos locales.

En este contexto, el diario El Mundo, da cuenta de la realidad que afecta al Mercosur y describe el duro momento, introducido por un título que lo dice todo: "El motor del Mercosur ratea". Aquí la nota:Batacazo. Es el adjetivo más cercano que se puede encontrar para la situación de la industria del automóvil argentina en 2014. Y si no, comparen. En 2013, sus 42 millones de habitantes compraban coches a razón de cinco por minuto, si incluimos también los usados. Esto suponía un total de 2.800.263 vehículos adquiridos, un 8% más que en 2012. Pero en el umbral de la suspensión de pagos, en los cinco primeros meses del año, su producción había caído un 36%, un 40,9% las ventas y un 23% las ventas de usados frente al mismo periodo de tiempo del año pasado.

Los últimos años de expansión habían llegado de la mano de políticas de apoyo al sector, como la financiación asegurada por el Gobierno de hasta el 80% del valor del automóvil que, según expertos, adelantó las compras de más de 100.000 unidades en el pasado año.

Además, el coche se había convertido en una especie de valor refugio. Debido a las restricciones a la compra de divisas -dólares sobre todo- desde 2011 y a la escasa credibilidad del peso desde la crisis de 2002 y el posterior corralito, muchas personas decidieron invertir sus ahorros en comprar coches. Porque más tarde los podrían vender en el mercado de segunda mano en lo que llaman dólares blue, o dólar del mercado paralelo, cuya cotización es un 50% superior a la oficial.

El problema de Argentina es que su vecino del norte, Brasil, el primer mercado de América Latina, está también contaminado. Centrando el problema de la industria del automóvil, hay que tener en cuenta que Brasil, su principal comprador asume el 60% de la producción argentina. Nada de particular tiene por tanto que la producción haya caído un 36% si las exportaciones al país vecino lo han hecho en un 41,5%.

Y es que las ventas de automóviles en el mercado brasileño se redujeron un 19,4% en el pasado mes de julio, y un 10,2% en lo que va de año. Un duro golpe para algunos grupos fabricantes internacionales, como Fiat y VW, que ya se han resentido de las dificultades de los dos principales países de Mercosur en los resultados del segundo semestre del año. Ambas empresas, más que General Motors (GM), Ford, Renault, PSA Peugeot-Citroën, han estado obteniendo una parte importante de sus beneficios de estos mercados, en los que tienen una fuerte implantación.

Fiat, con su modelo Palio, introducido en 2012, manda en las listas de modelos superventas de ambos países. Tras el Palio, en Argentina se sitúa el Chevrolet Classic, y el Volkswagen Golf en Brasil. En ambos países, Fiat ha sido la marca que más ha vendido en los siete primeros meses del año por delante de Chevrolet (GM). A señalar que la marca estadounidense ha desplazado en Brasil a Volkswagen del histórico segundo puesto que ha venido ostentando. Una mala noticia para el grupo alemán, que se esfuerza por instalarse en el puesto de líder mundial de fabricantes de automóviles.

La situación es complicada para ambos países en donde, los respectivos gobiernos están tomando decisiones recaudatorias que, en el medio plazo, pueden afectar al sector. Brasil decidió aumentar los aranceles que gravan a los componentes que alimentan su propia industria, haciéndola que pierda competitividad.

Mientras, el Gobierno argentino ha generado un nuevo impuesto sobre el automóvil que encareció sus precios, entre un 15% y un 50%, en más de la mitad de los 220 modelos a la venta. Y en paralelo, frenó la concesión de créditos. El resultado es que en las campas de las fábricas argentinas hay ya 180.000 sin comprador y en sus alrededores deambulan 14.000 trabajadores regulados de empleo.

Aunque ha bajado su producción un 35%, Brasil podrá seguir exportando a países vecinos como Chile, Perú o Colombia, donde la demanda de coches sigue fuerte, para no descolgarse de México que la ha superado como el mayor productor en América Latina.

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