Tras dos semanas sin actividad, debido a un fuerte conflicto sindical, la fábrica que la autopartista Lear tiene en General Pacheco, provincia de Buenos Aires, volvió a abrir este martes sus puertas. 

Hubo un fuerte operativo de seguridad desarrollado por la Gendarmería, que permitió a los trabajadores suspendidos retomar sus puestos a las seis de la mañana. Asimismo, según reportó el diario La Nación, la empresa hizo ingresar a los cuatro delegados que había cesanteado.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, contó que los "operarios ingresaron custodiados por efectivos de la Gendarmería tras más de veinte días de inactividad por conflictos sindicales".

"Hoy la fábrica Lear comenzó a trabajar nuevamente. Tuvimos que hacer la custodia" de la planta porque "un grupo minúsculo de sindicalistas radicalizados pretenden que los trabajadores no ingresen" a cumplir sus tareas "normalmente", dijo el funcionario a radio La Red. Berni explicó que "desde las cinco hemos montado un operativo. Ingresaron más de 500 trabajadores".

Por su parte, el directivo de Lear, Antonio Marín, señaló: "Hablamos después del desayuno con los trabajadores, les dijimos que nuestra casa matriz apostaba a seguir en el país. Eso en un momento estuvo en duda, se pensó en el cierre de la planta de Pacheco. Pero seguimos y hoy empezamos trabajando con un turno solo, de 6 a tres de la tarde".

Afuera de la planta quedaron alrededor de 60 empleados que aún no pueden entrar, y un grupo de manifestantes. "Somos 67 compañeros que estamos despedidos con causas injustas, los que están adentro son compañeros que responden al Smata y otros que están amenazados. Tienen encerrado a los cuatro delegados en un cuarto y no los dejan charlar con los compañeros", señaló en diálogo con radio Contiental un trabajador.

Se prevé que el miércoles también haya un operativo de seguridad en la fábrica de mazos de cable, ya que habrá dos asambleas de trabajadores en forma simultánea: una de la comisión interna que fue reincorporada y la otra del gremio de los mecánicos del Smata, cuyo objetivo será desplazar al sector disidente. 

El 28 de mayo último, Lear -una firma norteamericana que en esa fábrica bonaerense produce sobre todo para Ford Argentina- suspendió por tiempo indeterminado a 330 trabajadores, tras lo cual decenas de esos operarios recibieron telegramas de despido. Esto derivó en varios cortes de la Panamericana, algunos de los cuales fueron reprimidos por fuerzas de seguridad. Después de uno de esos enfrentamientos, la compañía decidió "bajar la persiana" hasta que el gobierno nacional y provincial garantizara la seguridad de la planta y sus empleados.