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Crónica de un dí­a agitado: esto pasó en la city con el dólar el dí­a después que Argentina "pateó el tablero" de la deuda

La iniciativa del Gobierno de canjear bonos dominó la agenda de analistas, inversores y empresarios. El escepticismo es profundo y las voces críticas
21/08/2014 - 09:47hs
Crónica de un dí­a agitado: esto pasó en la city con el dólar el dí­a después que Argentina "pateó el tablero" de la deuda

Los inversores y operadores de la city porteña vivieron una jornada muy acalorada. Y no precisamente por la temperatura ambiente, sino por el clima político y económico, tras conocerse el proyecto del Gobierno de avanzar en un nuevo canje de bonos.

En la visión de los funcionarios, el hecho de querer pagar en Buenos Aires aquellos títulos emitidos bajo legislación extranjera no debe ser tomado como un cambio en las reglas de juego que gatille nuevos litigios contra la Argentina.

La postura oficial es que la iniciativa, que será remitida al Congreso, sólo busca proteger a una gran cantidad de acreedores que quedaron atrapados en una disputa judicial que impide que el dinero llegue a sus manos.

Sin embargo, pese a estos dichos tranquilizadores, el mercado reaccionó de manera adversa a la modificación propuesta.

Así, el dólar blue avanzó varios centavos más para tocar el precio récord de $13,50.

Con este valor, desde que quedaran impagos los bonos Discount el pasado 30 de junio, la cotización trepó algo más de un 11%, superando con creces el avance del oficial que, por cierto, comenzó a acelerar el tranco.

La disparidad en las velocidades de suba llevó a que la brecha cambiaria que los separa pasara del 48% a más del 62% en ese lapso (ver cuadro).

"El mercado es chico, pero en un circuito sin vendedores la tendencia es al alza", expresó un operador.

El analista Jorge Todesca remarcó que, de aprobarse la iniciativa oficial, se entrará en una crisis generalizada de deuda reestructurada.

"El país se colocaría explícitamente al margen de una decisión judicial firme, lo que generaría insalvables obstáculos para la obtención de financiamiento externo, público y privado, lo que elevará la presión sobre el dólar", remarcó el economista.

En esto coincide José Luis Espert. En su visión, no es un canje de deuda sino un cambio unilateral de jurisdicción, de modo que si el Congreso aprueba la iniciativa, "se agravará el cuadro recesivo, la fuga de capitales y se ampliará la brecha cambiaria".

El dólar oficial mira lo que pasa y "se apura"

Por su parte, el Banco Central aceleró la devaluación del peso, dejando la cotización oficial en $8,33 para la venta.

El dólar mayorista este miércoles subió casi 4 centavos. El incremento fue el más alto de los últimos meses, algo que no pasó desapercibido para los operadores.

En lo que va del año, el incremento del billete verde oficial ha sido del orden del 28%, desde los $6,52 de enero a los $8,33 actuales.

Así, el país se ubica tercero en el ranking de los que más depreciaron su moneda en el 2014 -en términos nominales-, después de Ucrania y Ghana.

Claro que la inflación ya se comió más de un 60% de la devaluación del arranque del año, lo que hace que -en términos reales- ya se haya licuado buena parte de la mejora en la competitividad cambiaria que buscaba el Ejecutivo con esa medida.

Mercado tenso y expectante

Los cambios impulsados por el Ejecutivo para la deuda soberana también repercutieron en el plano bursátil: el contado con liquidación trepó hasta los $12,20, frente a los $11,40 de las últimas ruedas.

La Bolsa porteña transcurrió buena parte de la jornada con una clara tendencia negativa. En el arranque, de hecho, llegó a perder hasta un 2%, ante renovadas órdenes de venta por parte de inversores institucionales.

Pero en la segunda mitad comenzó a repuntar, para cerrar con un alza apenas por debajo del 1%.

Los que se llevaron la peor parte fueron los papeles correspondientes al BBVA Francés, con un descenso del 3,6% y Edenor (baja del 2,5%).

Como contrapartida, las acciones que exhibieron una performance positiva fueron las de Petrobras (7,8%), Aluar (4,4%) y Tenaris (3,5%). 

"Al inicio de la rueda, daba la sensación que soplarían vientos muy fuertes en contra. Luego comenzó a notarse un achique de volumen y precios", detalló el analista Francisco Uriburu.

La visión de Gabriel Holand, CEO de HR Global, es que "los inversores optaron por frenar algunas operaciones a la espera de conocer más detalles sobre cómo evolucionará la negociación de deuda".

Oscar Campos, analista de Intervalores, coincidió con que "la operatoria quedó muy acotada al conocerse el mensaje de anoche de la Presidenta".

Muy diferente fue el panorama para los papeles de compañías argentinas que se negocian en Wall Street (ADRs), que recibieron un verdadero castigo tras los anuncios oficiales, con pérdidas de hasta el 7 por ciento. 

Las acciones de la energética Edenor lideraron las bajas de este miércoles, con un desplome del 6,9%. Le siguieron el BBVA Francés (-6,5%), Nortel (-4,8%), Galicia (-4,2%), Alto Palermo (-3,9%), Petrobras Energía (-3,6%) y Banco Macro (-2,4%), entre otras. 

Por el lado de los títulos públicos, registraron un descenso promedio en sus cotizaciones en dólares del orden del 1,2%. En este contexto, eDiscount con jurisdicción Nueva York (vencimiento 2033) cedió 0,39%. 

Los que esquivaron el "temporal" fueron los bonos en dólares con legislación argentina, porque fueron utilizados para operaciones de conta con liqui. Así, el Bonar X, subió 2%, mientras que el Boden 2015 tuvo un avance del 2,8%. 

En tanto que el Cupón PBI avanzó un 1,1 por ciento.

Críticas a la iniciativa oficialEs en este contexto en el que los analistas hicieron oir sus voces críticas a la modificación propuesta.

"¿Acaso un país como la Argentina puede vivir al margen de la ley, aunque sea de otro país como Estados Unidos? No lo creo, porque esa ley fue elegida en su momento por Néstor Kirchner para dirimir el problema", fueron las duras palabras de Alfonso Prat Gay.

"Con la iniciativa de un nuevo canje dinamitaron todo. No es una solución", aseguró.

Analistas consultados por iProfesional reparan en las consecuencias que puede traerle al país el hecho de haber optado por desconocer la sentencia del juez Griesa a favor de los holdout. 

Una de ellas, es que se incremente el riesgo de la temida "aceleración" de deuda. Es decir, que los bonistas le exijan al país el cobro inmediato de todos los pagos que inicialmente se preveían realizar en las próximas dos décadas, equivalentes a las reservas del Banco Central.

En este contexto, el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, aseguró: "Un 70% de los tenedores de los bonos con legislación Nueva York son fondos que, por estatuto, no pueden invertir en papeles que no sean bajo esa legislación, por lo que considero que nunca van a venir al canje en Buenos Aires".

Otro tema que inquieta a los inversores es el aislamiento financiero que comenzarán a sufrir tanto las empresas como las provincias, como así también las mayores dificultades que habrá para asistir a exportadores e importadores, con su consecuente impacto sobre la economía real y financiera.

Por lo pronto, la lectura que se hizo de la iniciativa oficial es que en nada ayuda a resolver los problemas de corto plazo. Más aun: el default, que inicialmente parecía de corta duración, hoy parece no tener fecha cierta de resolución.

"Esto es un default eterno que nos deja hacia adelante con un problema diplomático profundo y marca el fracaso en este terreno por parte de la Argentina, que no ha sido capaz de negociar con un juez. Además, nos deja en una muy grave situación para acceder a los mercados de crédito", sentenció Nielsen.

La visión de muchos inversores es que la propuesta no cambia demasiado las perspectivas y da lugar a pensar que ahora hay menos chances de que el problema con los holdouts se solucione el año que viene.

Para el economista Agustín Etchebarne, director de Libertad y Progreso, "el Ejecutivo mostró que no está dispuesto a cumplir con la ley norteamericana. Eligió patear el tablero de deuda". 

"Claramente es un revés para un país en riesgo", expresó Kevin Daly, administrador de fondos de Aberdeen Asset Management en Londres. En igual sentido se expresó el economista Tomas Bulat: "Esto no es una solución y el paso siguiente será el desacato".

Para Sabrina Corujo, economista de Portfolio Personal, "el cambio de bonos podría permitir ganar algo de tiempo, pero no soluciona el tema de fondo y hasta desvanece las expectativas de un posible acuerdo en enero", agregó.

También influye en el mercado que la factibilidad del éxito del canje propuesto aparece como muy discutida.

El economista Enrique Szewach vaticinó: "Como la Argentina no podía pagarles a los acreedores buenos sin contar con el aval de los malos, entonces les propuso que vengan al país, así rompemos el contrato viejo y hacemos uno nuevo. Algunos aceptarán esto y otros no".

"Mi intuición es que estamos peor que antes", sentenció.

Espert, con su habitual estilo corrosivo, también dio cuenta de su escepticismo: "Desacatar el fallo de Griesa y cambiar la jurisdicción de los bonos para pagar acá no va a ser aceptado. Entonces vamos a tener un default no por u$s15.000 millones sino por el doble", disparó.

Día especial, encuentro particular

Pocas veces en los últimos tiempos una visita presidencial a la Bolsa de Comercio despertó tantas expectativas.

Si hasta el martes a la noche todas las discusiones giraban en torno a la reforma de la Ley de Abastecimiento, el anuncio sobre el proyecto impulsado para modificar las condiciones de emisión de los bonos con legislación de Nueva York, cambió el eje del debate.

Precisamente en la bolsa, es donde más se evidenciaron los efectos del default. Tanto las acciones como los bonos comenzaron a sufrir una enorme volatilidad que, según los operadores de la city, llegó para quedarse un buen tiempo.

Al respecto, el economista Rodrigo Álvarez consideró que "viviremos días con fuerte tensión financiera, siendo clave la lectura que hacen quienes tienen bonos".

Adelmo Gabbi, el titular de la Bolsa no obvió los anuncios de la Presidenta en relación a la iniciativa propuesta en materia de canje de deuda. 

"Escuché sus anuncios, y como hombre de mercado la felicito por la férrea voluntad de pago del Estado Argentino. Pero también reflexiono y me pregunto, ¿hasta qué punto no estamos comprometiendo el financiamiento presente y futuro, ya sea para empresas públicas o privadas?", expresó.

La pregunta quedó flotando en el aire. Y la respuesta también. Por ahora es una incógnita.

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