Durante su disertación en el Consejo de las Américas frente a dirigentes opositores y empresarios, el ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó este jueves que "el mundo está en una etapa de mucha incertidumbre" y advirtió que la suba de las tasas de interés puede presionar el tipo de cambio en la Argentina.

Durante su exposición en el Hotel Alvear, el titular del Palacio de Hacienda consideró que el debate actual debería estar centrado en si los países emergentes van a ser los que salgan perjudicados con el cambio del ciclo económico.

Según alertó, la suba de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) puede generar problemas del tipo de cambio y reducir el financiamiento global.

El ministro aludió a la crisis de 2008, en la que los flujos de capitales dieron un giro desde los países centrales a los de desarrollo y consideró que si se produce el proceso inverso podría haber "problemas con los tipos de cambio y el financiamiento".

"La economía mundial no arranca, y las exportaciones de las Argentina, y de todo el mundo, se ven afectadas", aseguró Kicillof. En ese contexto insistió en que "el mundo no ha salido de la crisis" y planteó que "las encrucijadas de la Argentina están en un termo".

En ese marco, Kicillof admitió que este año en la Argentina "habrá una caída de las exportaciones, ya que los principales compradores no nos comprarán" y un "aumento de las importaciones de energía que superarán los 6.000 millones de dólares". De acuerdo al titular de la Hacienda, Estados Unidos, Brasil y Europa "tendrán una bajo crecimiento y no compran".

De todos modos, vaticinó que habrá superávit de la balanza comercial y también aumento de las erogaciones en energía

Por otra parte, defendió la reindustrialización como factor de inclusión y de crecimiento, aseguró que la Argentina fue el país de Latinoamérica que menos reprimarizó sus exportaciones y aseguró que "la Argentina se desendeudó como ningún otro país en el mundo".

Asimismo, el encargado de negociar con los holdouts en Nueva York subrayó, en línea con el discurso de Cristina Kirchner, que "economías emergentes como China crecerán este año 7,4 por ciento algo envidiable para muchos", aunque afirmó que fue su peor performance "de los últimos 15 años".

Seguido a ello, el ministro de Hacienda destacó el papel de las economías emergentes -tales como la de Argentina", que según dijo son las que "más han crecido". Y concluyó: "No hay que vender optimismo pero menos inventar pesimismo. A aquellos que hicieron diez pronósticos y se equivocaron les pido que los revisen".