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La escuela de lí­deres que apoyan Google y Cisco dio cátedra en Buenos Aires

Rob Nail, CEO de Singularity University, adelantó a iProfesional que esta academia ubicada en la sede de la NASA en Silicon Valey lanzará cursos online
03/11/2014 - 18:32hs
La escuela de lí­deres que apoyan Google y Cisco dio cátedra en Buenos Aires

Resolver los grandes problemas de la humanidad, con la ayuda de la tecnología. Eso y nada menos es el objetivo que impulsa a los muchos emprendedores que cada año llegan de todas partes del mundo a Singularity University (SU). 

Se trata de una academia poco tradicional, apoyada por grandes empresas tecnológicas como Google, Cisco y Autodesk, cuyo campus se ubica en el Research Park de la NASA en Silicon Valley. Fue diseñada por sus fundadores Peter Diamandis y Ray Kurzweil, a quienes en 2010 en se sumó el emprendedor Rob Nail, como CEO y socio fundador.

Este último es un experto en robótica que además reparte su tiempo surfeando o escalando montañas. Ese hobbie fue lo que lo trajo ya varias veces a la Argentina. "En la universidad practicaba escalar montañas y estuve en el Aconcagua y la Patagonia. Son lugares increíbles", dijo a Campus-iProfesional el viernes, antes de participar del evento InnovatiBA que organizó el Gobierno de la Ciudad.

Allí, sin abandonar ni por un minuto sus Google Glass, ofreció una charla titulada "Robots: Del laboratorio al mundo real. Implicaciones e impacto en el futuro del trabajo y de la sociedad". En ese marco, mientras disertaba en el auditorio de la Usina del Arte en el barrio de La Boca acerca de cómo no está lejos el momento en el que los robots tendrán respuestas emocionales, también se tomó un momento para pensar cómo será la formación de los profesionales del futuro.

"Un maestro no tiene que enseñar contenidos. Tiene que ayudar a descubrir lo que nos apasiona y destrabarnos para conseguirlo", exclamó el CEO de Singularity Univesity durante su exposición.

Esa es una de las directrices que rigen la misión de esta particular universidad cuyo objetivo no es dispensar certificados académicos. "No somos una universidad tradicional ni tratamos de crear programas con títulos. Estamos tratando de concientizar acerca de lo que consideramos tecnologías exponenciales. Estamos entrando en una era de muchos cambios, hay que pensar en sus repercusiones e incluso que implicaciones negativas pueden tener. Y luego comprometer a la gente a hacer algo con esto, como una startup, involucrarse en la creación de políticas acordes, etc.", dijo a este portal.

Para ello, la mayoría de las lecciones que componen los programas de Singularity Uiversity no tienen los formatos pedagógicos típicos. Según definió el CEO, "algunas de las clases son muy tradicionales, con contenido e información que les damos a los estudiantes. Pero luego tenemos muchos talleres y discusiones bajo una filosofía de 'manos a la obra' para que a través del desarrollo de proyectos concretos los alumnos experimenten en persona cuáles son esas implicancias de las que venimos hablando". Para eso, las aulas en están equipadas con impresoras 3D, plataformas de realidad virtual y otras herramientas y software que les permiten explorar sus ideas.

En esa línea, Santiago Bilinkis, creador de Officenet y Restorando y primer egresado argentino de Singularity University, recordó que "generalmente cuando pensamos en tecnología imaginamos móviles o tabletas, a lo sumo en los drones y cuadricópteros, que ahora están tan de moda. Pero en Singularity tecnología significa biología sintética y generación de vida artificial, integración de tecnología en nuestros cuerpos, transformación tecnológica de nuestra mente", relató. "Se mete a mirar un poco más lejos en el tiempo pero para provocar cambios un poco más disruptivos", definió el emprendedor argentino que acaba de lanzar un libro titulado "Pasaje al Futuro" en el cuál habla sobre esta visión alternativa. 

La meta más inmediata de la universidad es, según relató Nail, es "llevar esta visión al mundo, y por eso tenemos el plan de lanzar más programas y también otros cursos online para dar acceso a nuestros contenidos y talleres a más personas". A principios de 2015 habrá ya algunas pruebas en formato beta y estima que los programas virtuales estarán disponibles a fines de ese año.

Indicó además que los mismos serán como plataformas colaborativas, de manera de conectar con SU a los ecosistemas de emprendedores y de innovación en cada país. Para ello, cuentan también con una red de embajadores en 45 países.

"Pero el objetivo último de SU es construir una comunidad global de personas formadas para pensar diferente, que sean capaces de trabajar juntas para dar forma al futuro" sentenció Nail. Para ello han definido como grandes directrices los desafíos prioritarios a nivel global, como el acceso al agua, la salud global, la pobreza, los cambios climáticos y la escasez de energía. "Tenemos un cúmulo de alumnos de alto potencial, por eso impulsamos cuando uno de ellos siente pasión por una idea dentro de esas áreas. Esa pasión es la que lo va a llevar al éxito", aseguró el socio fundador de SU. 

En este sentido, consideró que a la Argentina no le faltan condiciones para emprender grandes desafíos de la mano de la innovación tecnológica. "Hemos visto muchos programas y aceleradoras en Buenos Aires. En el mundo hay también una alta densidad de mentores y embajadores que quieren apoyar a los emprendedores. Hay un ambiente único de gente que apoya la toma de ciertos riesgos, y esto es algo que se comienza a ver un poco en la Argentina", agregó.

Un profesor presente y "del palo"

Nail se graduó como licenciado en Mecánica, Ciencia de los Materiales e Ingeniería de Fabricación de la Universidad de California en Davis y la Universidad de Stanford. Antes de tomar las riendas de esta particular escuela de líderes, fue co-fundador Velocity11 en 1999, donde construyó equipos de automatización y robótica para la investigación del cáncer y el descubrimiento de nuevos fármacos. 

En un momento, dejó su carrera profesional para dedicarse a otra de sus pasiones, el surf. Pero volvió a ponerse el saco y la corbata para promover esta universidad. "Estaba semi retirado, había vendido mi compañía, estaba trabajando en otros proyectos y actividades de emprendedurismo, invirtiendo, pero más que nada buscando ‘the next big thing', algo especial", recordó Nail en diálogo con Campus-iProfesional.

"Yo me involucré en SU luego de haber conocido a Peter (Diamandis) en otra conferencia. Él recién había empezado la universidad y me invitó a uno de los primeros programas ejecutivos. Y después de esa semana en la NASA le envié varias ideas nuevas de cómo mejorar el proyecto, e incluso doné para apoyar a la universidad", continuó el emprendedor tecnológico. Eventualmente le pidieron que tomara un mayor rol en la organización, como CEO en 2011.

Como todos los socios fundadores, Nail es además profesor en algunas de las clases. "Hemos tenido una gran cantidad de alumnos argentinos. Siempre damos como ejemplo una compañía de satélites que creó uno de ellos y que está haciendo un trabajo extraordinario", dijo Nail acerca del CEO de la empresa argentina Satellogic, Emiliano Kargieman.

"Es irónico que la NASA recién hace 10 años pudo poner en órbita un satélite de 60 millones de dólares mientras Emiliano aquí en la Argentina está preparando tres nanosatélites por mucho menos dinero. Es un ejemplo de cómo la tecnología se está democratizando y se vuelve accesible a cualquiera en cualquier parte del mundo", continuó Nail.

Leonardo Valente, un emprendedor argentino creador de la plataforma SocialPOS y de Exponential Motor Company, también tuvo la chance de asistir a algunas lecciones de Nail, ya que este año cursó el programa de verano de SU como alumno becado por el Gobierno de la Ciudad.

"Rob no es sólo el CEO de Singularity. Es un tipo presente, que gestiona presente y futuro a la vez que toma a cargo un rol importante en su representación", definió Valente, consultado por iProfesional.  "Era muy habitual cruzarme con él mientras cursé y casi siempre lucía sus Google Glasses como una marca registrada, y oportuna declaración de principios a los frecuentes visitantes, en general funcionarios y diplomáticos de alto rango, o empresarios de todo el mundo", continuó.

Por otra parte, Nail jugó un papel clave en el proyecto que Valente encaró durante su estadía en Singularity university. "En particular, Rob jugó un rol importante en nuestro proyecto de conversión de autos en híbridos para países emergentes. Cuando empezamos con el proyecto el equipo en pleno se reunió con él, y le tomó sólo un par de preguntas comprender el impacto de nuestra idea y la necesidad de llevar la revolución en movilidad sustentable al resto del planeta".

Bilinkis, quien es también embajador de Singularity University en la Argentina, no tuvo la chance de estudiar con Nail debido a que éste se sumó a la universidad una vez que el emprendedor argentino había egresado. No obstante, el creador de Officenet ya ofició de anfitrión en la primera visita de Nail a la Argentina. "Lo conozco mucho pero porque él ha venido ya otra vez y yo voy mucho para EE.UU. Rob además es un emprendedor, creó muchas compañías muy exitosas, pero en SU vio una ocasión de cambiar el mundo", declaró Bilinkis.

Cómo inscribirse

La solicitud de vacantes para los cursos de Singularity University está abierta por Internet a interesados de todo el mundo.

"Hay dos tipos de cursos. Los más cortos, de una semana, están orientados a ejecutivos de negocios y más corporativos. Por otra parte, cada año hay cursos de tres meses durante el verano americano, con un perfil más científico y para tecnólogos", describió Bilinkis.

Los programas ejecutivos de una semana son una especie de curso acelerado en la que se ven temáticas como sistemas de computación y redes, nanotecnología, biociencia, entre otras. En tanto, en el programa de verano, se cursan materias de base como inteligencia artificial y robótica, medicina y neurociencia, sistemas medioambientales, espacio y ciencias físicas, entre otras especialidades. Estas son apoyadas con módulos más tradicionales sobre emprendedurismo, finanzas, estudios de "forecasting", política y ética.

En ese marco, destacó el embajador de Singularity University en la Argentina, "los cursos ejecutivos son más fáciles de acceder. En general hay que esperar por la vacante entre cuatro y cinco meses, pero se consigue". En tanto, ingresar "en el curso largo es mucho más difícil porque más o menos se anotan unas 80 personas por cada vacante. Es parecido a postularse a cualquier posgrado de una universidad americana", dijo a Campus-iProfesional.

El costo de cursar este programa de tres meses es de u$s29.500, e incluye el alojamiento, la comida y los materiales del curso, aclaró el representante que también opera como asesor ad honorem para cualquier interesado argentino que esté evaluando inscribirse en Singularity University.