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Bonos atados al dólar, oasis de ahorristas: Kicillof recibió ofertas de más de u$s800M

El monto representó 1,7 veces el mínimo licitado para el Bonad 2018. Por lo que la colocación se amplió a 653,7 millones de dólares
14/11/2014 - 10:06hs
Bonos atados al dólar, oasis de ahorristas: Kicillof recibió ofertas de más de u$s800M

El Ministerio de Economía realizó este jueves la licitación pública del Bonad 2018, título que paga lo que sube el dólar oficial más un plus (2,4%) y que vence en el 2018.

El volumen de ofertas recibidas en esta primera subasta superó 1,7 veces el monto mínimo, que fue de u$s500 millones, razón por la cual se amplió la colocación y se adjudicó un total de u$s653 millones.

- Se presentaron 358 propuestas por un total de u$s826 millones.

- El precio de corte de cada papel fue de u$s1.000 por cada valor nominal de igual cifra

- La referencia que se tomó del dólar oficial fue de $8,51

- El total recaudado fue 5.564 millones de pesos.

- Su vencimiento está estipulado para el 18 de marzo de 2018 (40 meses de vida).

- La amortización íntegra será a su finalización y paga un cupón de 2,40% anual.

- Los intereses serán otorgados semestralmente, los días 18 de marzo y 18 de septiembre de cada año, hasta el vencimiento.

El dulce encanto de los bonos atados al dólar

Por cierto, esta licitación viene a ser la segunda en menos de un mes que efectuó el Gobierno refeferida a títulos que siguen al dólar, si bien se pagan en pesos.

A fines de octubre, el Ministerio de Economía había subastado casi u$s1.000 millones de un título similar -el Bonad 2016- a un tipo de cambio de $8,49 y que paga un interés de 1,75% anual.

Al pagar lo que sube el tipo de cambio, el atractivo para los ahorristas es que funcionan como un "seguro de cambio" que los cubre de una eventual devaluación.

Esto le anticipa saber a la administración K que cada emisión gozará de una buena cantidad de interesados.

De hecho, el Palacio de Hacienda comunicó días atrás que generaba este alternativa

"luego de la alta adhesión lograda con el Bonad 2016 y en el marco de su estrategia de desarrollo del mercado de capitales local".

La estrategia de Kicillof clara: financiarse en el mercado interno recurriendo a aseguradoras, ahorristas e inversores institucionales

Apunta a conseguir alrededor de $27.000 millones para "bancar" parte del déficit de las cuentas públicas, reduciendo además la cantidad de pesos que debe emitir el Banco Central.

Por el lado de la demanda, brindar activos dolarizados en plena sequía verde viene a ser un suerte de "oasis" para los ahorristas. Más aun en tiempos de alta incertidumbre.

Según Jorge Vasconcelos, economista del IERAL, "el Gobierno apunta a lograr varios objetivos a la vez con esta política de financiamiento".

El analista sustenta esta afirmación en que el Ejecutivo "desalienta la ampliación de la brecha cambiaria, reduce las presiones inflacionarias -por el menor requimiento de pesos al Banco Central-, otorga un seguro de cambio a los importadores e inversores y le quita presión a la necesidad de llegar a un acuerdo con los holdouts apenas arranque el 2015".

La estrategia de lanzar los Bonad 2016 y 2018 va en línea con dos grandes objetivos que se fijó el ministro Kicillof: restar liquidez del mercado y, simultáneamente, mejorar la posición de reservas del Banco Central.

En una primera etapa, la administración colocó este papel entre los bancos y compañías de seguros.

Estas compañías suelen ser reacias a dejar sus portafolios de inversión con demasiados activos en pesos, dado que eso las expone demasiado al riesgo de la desvalorización. Es por este motivo que el Gobierno, para tentarlos les otorgó este seguro de cambio.

Al mismo tiempo, las conversaciones entre los exportadores de cereales y los funcionarios del equipo económico sirvieron para poner sobre la mesa la posibilidad de ofrecerles bonos dólar linked a cambio de que haya una mayor liquidación de "sojadólares".

Que pague el que sigue

Es de esperar que, ante la

falta de crédito externo, este mecanismo de lanzar títulos de este tipo -es decir, atados al alza del billete verde- se multiplique en los próximos meses. 

En este contexto, los analistas formulan sus advertencias.

"Se está aumentando la deuda pública con vencimientos de muy corto plazo. Además, al ser bonos indexados al tipo de cambio oficial, estos compromisos pueden llegar a ser muy caros si el próximo Gobierno decide unificar el mercado cambiario", enfatiza Vasconcelos.

En esto coincide el economista Carlos Melconian, que advierte sobre los riesgos de avanzar en un "festival de bonos" como solución a los problemas de fondo de la economía. "Para bajar el blue, a la administración kirchnerista se le dio ahora por regalar dólares a $8,50, a partir de la emisión de papeles atados a la suba del tipo de cambio", afirma.

"Esto es algo muy preocupante, porque el 'balurdo' lo heredará el próximo Gobierno, ya que estos títulos deberán pagarse en dos años. La medicina de regalar papelitos a $8,50 es una anormalidad que recaerá en la próxima gestión", completa Melconian.

Sin crédito externo, dólar linked internosPara Vasconcelos, a lo largo de los últimos años el Ejecutivo ha recurrido a múltiples mecanismos de financiamiento para "bancar" el elevado gasto público.

"Primero avanzó en una fortísima suba de la presión impositiva. Después en la estatización de las AFJP. Luego, en el uso intenso de las reservas del Banco Central, junto con el explosivo aumento de la emisión monetaria", explica el economista.

Y agrega: "Como los fallos de la justicia estadounidense impidieron volver a emitir bonos en el exterior -y ante el agotamiento de aquellos instrumentos-, ahora se abre paso a la colocación de deuda interna. Pero no se recurre a títulos que abonen una tasa de interés fija, porque no tendrían suficiente demanda".

Esto hace que el instrumento elegido por el Gobierno sea bajo el formato de dólar-linked (como la serie del Bonad), porque ajusta por la evolución del tipo de cambio oficial.

Así, según Vasconcelos, "puede aspirar a tener volúmenes importantes de nueva deuda dolarizada, aunque pagadera en moneda local".

"Se trata de una muy buena opción para los ahorristas, que encuentran alguien del otro lado del mostrador dispuesto a endeudarse con una cláusula que pocos elegirían; después de todo pagan los contribuyentes, no los funcionarios", concluye.

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