El mercado de las aplicaciones móviles se encuentra en auge, el número de desarrolladores está en aumento y las tiendas “online” reciben cerca de 50.000 nuevas “apps” por mes. 

Para ayudar a entender cómo diferenciarse para alcanzar el éxito y la rentabilidad esperada, el proceso se puede dividir en tres etapas: desarrollo, promoción y mantenimiento, según explicó a iProfesional Nicolás Casco, CEO de D´arriens, una empresa de tecnología enfocada en la adquisición y segmentación de audiencias. 

DesarrolloEn esta etapa, es necesario pensar en una idea que ayude al usuario a resolver una necesidad y aporte valor, sea algo preciso como pagar las cuentas de una forma más sencilla o una buena opción de entretenimiento. 

“Se debe investigar si existen aplicaciones similares, y de ser así, encontrar la manera de ofrecer algo distintivo y atractivo”, precisó Casco. 

Luego, hay que definir el tipo de aplicación a desarrollar, teniendo en cuenta que la categoría líder del mercado es la de videojuegos, seguida por entretenimiento, utilidades, productividad y viajes.

El ejecutivo también indicó que se debe determinar el sistema operativo sobre el que se va a desarrollar. Android es la plataforma líder con el 56% de descargas, seguida por iOS con 22,9%,

Después de debe seleccionar el modelo de negocio para generar ingresos, premium o freemium, que incluye distintas variantes.

PremiumEn este caso se cobra al usuario un precio por la descarga inicial. La ventaja, según Casco, es que “alcanza una monetización inmediata”. Pero su desventaja es que “los usuarios rara vez invierten dinero en una ‘app’ que no conocen”.

Para las aplicaciones premium, “es conveniente lanzar una versión ‘lite’, sin cargo, para que el usuario la pueda probar para decidirse de si invertiría dinero en ella”, dijo el ejecutivo. 

“También es muy valorado por los usuarios el desarrollo de un documento de diseño al que se pueda recurrir en caso de tener dudas sobre el funcionamiento de componentes del juego”, señaló.

FreemiumEn este caso se ofrece la aplicación gratis pero que, a su vez, brinda el acceso a elementos extras pagos. Los más populares son los siguientes:  

“In-App Purchase”: donde la descarga inicial es gratuita pero el usuario debe abonar si quiere utilizar ciertas funcionalidades adicionales o comprar elementos que le faciliten, por ejemplo, pasar el nivel de un juego o efectos visuales.

“Es efectiva cuando ofrece un valor agregado substancial para el consumidor como en el caso de aplicaciones de negocio, salud o educación”, pero “muchos usuarios se conforman con la versión más limitada”, advirtió Casco.

Inclusión de anuncios: se refiere a una aplicación gratuita que incluye a través de “banners” u otros formatos publicitarios.

“Es una de las alternativas que más ingresos genera; el 60% de las ‘apps’ que bajaron su precio en el último año o se volvieron gratuitas se debe a la inclusión de publicidad”, pero “suele ser percibido como molesto e invasivo, aunque bien implementado no afecta realmente la experiencia del usuario”, afirmó el ejecutivo de D’Arriens.

Para que esta opción sea efectiva, “es muy importante revisar que la publicidad no entorpezca el rendimiento del juego, es decir, no incluirla en lugares invasivos para no afectar la experiencia del usuario”, sostuvo Casco.

Por suscripción: los usuarios pagan un “fee” mensual para acceder a los contenidos de la aplicación.  

“Es la alternativa más redituable porque implica un cobro regular”, pero “es muy difícil ofrecer un producto tan valioso por el cual las personas estén dispuestas a abonar de manera recurrente”, explicó.

PromociónUna vez finalizada la etapa de desarrollo, “es hora de motivar a las personas a que descarguen la aplicación. Hay que leer las especificaciones de cada tienda de aplicación para realizar las adaptaciones necesarias y lograr posicionar la aplicación dentro de la página principal, o la sección ‘destacada’ de cada tienda”, recomendó Casco.

Además, “es primordial diseñar un ícono atractivo que llame la atención, atraer con capturas de pantalla visuales y auto explicativas, generar un ‘call to action’ y motivar los ratings y los comentarios por parte de los usuarios”, sugirió. 

“Está comprobado de que si existen aplicaciones similares, los usuarios confían en aquellas con más estrellas y mejores ‘reviews’. Para ello, es esencial lograr una buena experiencia de usuario ya que es uno de los motivadores más efectivos de comentarios positivos”, señaló.

También es una buena práctica comunicar la aplicación a través de notas de prensa en diferentes medios para motivar las descargas e incluir la opción de viralización en las redes sociales.

MantenimientoAl igual que otros productos tecnológicos, las aplicaciones también tienen un ciclo con picos de descargas y números de usuarios activos que con el tiempo comienza a decaer. 

Para evitar el declive “es necesario innovar, lanzar nuevas versiones, actualizaciones, incorporar y motivar los componentes sociales de las aplicaciones”, recomendó Casco.

“Tener una buena idea, con un desarrollo atractivo y efectivo que ayude al usuario a resolver una necesidad, es indispensable para que las personas se quieran bajar la aplicación. Pero para que alcance el éxito y logre viralizarse, debe ser impulsada por promoción y acciones de mantenimiento”, concluyó.