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La herencia que la duquesa de Alba tuvo que repartir para casarse

Tras la muerte este jueves de Cayetana Fitz-James Stuart, sus hijos heredarán su fortuna, valuada en alrededor de 3,700 millones de dólares
20/11/2014 - 22:05hs
La herencia que la duquesa de Alba tuvo que repartir para casarse

Meses antes de casarse con el ex funcionario Alfonso Díez Carabantes, el 5 de octubre de 2011, Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba, repartió a sus seis hijos el grueso de su herencia, valorada en 3.700 millones de dólares.

Alfonso Díez, de 64 años, quien empezó la relación con la duquesa en 2008, firmó tres años más tarde, en febrero de 2011, un total de quince cláusulas por las que renunciaba a "cualquier título, derecho u honores fruto de su matrimonio".

Pero aquel gesto, a instancias del propio Díez, no pareció suficiente. Por reclamo de sus hijos la buquesa de Alba decidió renunciar a buena parte de su patrimonio personal. De manera tal que el 4 de julio de ese mismo año los reunió a todos en una notaría de Madrid para repartir anticipadamente su dinero.

Este reparto se ejecutó en concepto de donación escriturada por la cual sus hijos se convirtieron en titulares registrales de sus bienes, mientras que la duquesa seguiría administrándolos como gerente y disfrutando de ellos como usufructuaria.

El patrimonio de la Casa de Alba está valorado en unos 3.000 millones de euros, según estimaciones de la revista Forbes, entre palacios, castillos, terrenos agrícolas, valores bursátiles, obras de arte y joyas, además de 51 títulos nobiliarios.

La parte principal del patrimonio lo dirige la Fundación Casa de Alba, creada en 1975 y a la que pertenecen los palacios de Liria (Madrid), Las Dueñas (Sevilla) y Monterrey (Salamanca); el castillo de Alba de Tormes (Salamanca); los cuatro castillos en Galicia (Castro Caldelas, Moeche, Andrade y Narahío) y el panteón familiar en el monasterio de la Inmaculada de Loeches (Madrid), entre otros bienes.

En cuanto al patrimonio personal de la duquesa, que ascendería a unos 1.000 millones de euros (unos 1.200 millones de dólares), se divide en tres partes iguales: la legítima, la de mejora y la de libre disposición.

Cada hijo heredaría unos 55,5 millones de euros (casi 70 millones de dólares) de la legítima y otros tantos de la parte de mejora. Pero, según la agencia de noticias EFE, de la parte de libre disposición, la duquesa podría repartirla libremente, legándola a asociaciones benéficas o a su viudo, 24 años menor que ella.

Según el acuerdo alcanzado ante notario, la Fundación Casa de Alba pasa al primogénito y heredero, Carlos Fitz-James Stuart, que tendrá la responsabilidad de preservar el legado histórico. Será él quien herede la mayoría del medio centenar de títulos nobiliarios de la casa y también recibirá fincas rústicas como El Carpio, uno de los mayores latifundios de Córdoba.

Al primogénito de Carlos, Fernando Fitz-James Stuart y Solís, nieto mayor de la duquesa y heredero del Ducado, le correspondió el palacio de las Dueñas de Sevilla, siguiendo con la tradición de que este emblemático palacio recaiga siempre en el futuro duque de Alba.

Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart (22 octubre 1950), duque de Aliaga, es el encargado, junto a su hermano mayor, de las finanzas de la Casa de Alba, y recibió varias parcelas rústicas y la finca del antiguo castillo de El Tejado en Calzada de Don Diego (Salamanca).

Alfonso aprovechó aquel encuentro para reclamarle a su madre siete títulos nobiliarios, entre ellos, el Ducado de Híjar, los condados de Guimerá, de Ribadeo, de Aranda y el de Palma del Río, tres de ellos con Grandeza de España.

Este pedido tiene su base histórica. El abuelo de la duquesa de Alba, Alfonso de Silva y Fernández de Córdoba, duque de Híjar, dejó por escrito su deseo de que los títulos provenientes de la casa de Híjar fueran a parar a Alfonso.

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