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Autos importados, en extinción: con caí­das del 90%, hay marcas que apenas entraron 50 vehí­culos en el año

Algunas empresas están al borde de un ataque de nervios. Otras, apuestan a una reversión de la situación actual. Marca por marca, ranking de desplomes
12/12/2014 - 10:15hs
Autos importados, en extinción: con caí­das del 90%, hay marcas que apenas entraron 50 vehí­culos en el año

La devaluación de enero y la irrupción del impuestazo a los 0Km hacían presagiar a las automotrices que 2014 iba a ser un año difícil.

No se equivocaron: faltando apenas semanas para concluir el año, se espera que el mercado se achique casi un 30%, en tanto que se prevé una baja en la producción y en las ventas al mundo del orden del 20%.

Pero el trasfondo es mucho más grave que el que muestran los "fríos" números: por la falta de dólares, el Gobierno les adeuda a las compañías del sector cerca de u$s2.500 millones en concepto de importaciones ya realizadas. 

El otro problema que enfrentan las terminales es que el ministro Axel Kicillof les impuso un cupo de divisas: primero fue de u$s100 millones, una cifra que no alcanzaba para cubrir el pago de compromisos y, además, traer de afuera vehículos y autopartes. 

Un dato clave es que, el año pasado, cuando el sector alcanzó una marca histórica en cuanto a ventas y la crisis por la escasez de dólares todavía no había estallado, el BCRA les autorizaba a todas las firmas un promedio de u$s700 millones mensuales.

Esto obligó a Kicillof, a principios de diciembre, a ampliar dicha cuota y llevarla a los u$s150 millones mensuales. No soluciona la crisis, pero al menos da un poco más de oxígeno. 

Si a esto se suman otros factores, como los graves problemas que enfrenta el Gobierno para poder instrumentar la fase II del ProCreAuto (que recién comenzó a operar un mes y medio después de haberse anunciado) o el debilitamiento de los salarios en términos reales a la hora de acceder a un 0Km, está claro que el panorama que se abre se muestra incluso más desalentador.

Pero, sin dudas, el principal incoveniente que enfrentó la industria a lo largo del año fue el de la escasez de divisas. 

La situación parece estar revirtiéndose lentamente, de la mano de la recuperación de reservas que se viene dando en las últimas semanas, gracias a los swap con China y Francia, los fondos que están llegando por las licitaciones del 4G y los anticipos de exportación comprometidos por las cerealeras, que totalizarían unos u$s5.500 millones. 

Sin embargo, para el economista Gonzalo Dalmasso, de Abeceb, "para que la crisis automotriz se supere, el Gobierno entonces tendrá que garantizar dólares pero a mediano plazo". 

Pocos dólares, muchas marcas "marginadas"Cabe destacar que las trabas aduaneras le pegan de manera directa al sector, dado que el 50% de los 0Km patentados en la Argentina son importados, al igual que el 70% de las autopartes que componen un vehículo nacional. 

Pese a la tenue flexibilización del cepo, la "mano dura" que primó durante casi todo el año derrumbó las operaciones de importación.

Según datos de Aduana, entre enero y octubre, ingresaron del exterior 279.000 vehículos 0Km, principalmente desde Brasil, lo que implicó una contracción del 44% respecto al mismo período de 2013.

Esto, lógicamente, terminó impactando en el nivel de divisas necesarias para "bancar" dichas operaciones: durante los primeros diez meses del año, las compañías del sector requirieron de casi u$s3.800 millones para cubrir esas compras, cifra que también se situó un 44% por debajo de la de igual lapso de 2013 (ver infografía).

Un punto central es que, si se considera que las importaciones de autos demandaron un total de u$s3.800 millones en lo que va del año y que la entidad que conduce Alejandro Vanoli no les habilitó a las firmas u$s2.500 millones, esto implica que el 65% de todas las compras de 0Km al exterior se hicieron "a crédito".

Al trazar el ranking de las empresas más afectadas por la caída en el mercado interno y por un Central "sentado" sobre las reservas, se observa que casi 10 compañías sufrieron un desplome en sus niveles de importación de más del 90%, con casos extremos como el de Porsche, Volvo o Subaru, que padecieron un derrumbe superior al 95%.

El siguiente ranking resume cuáles fueron las empresas que más achicaron sus compras al mundo: 

En concreto, hubo 18 marcas que este año operaron en rojo, mientras que sólo dos están logrando salir airosas: una es RAM, que apostó este año todas sus fichas a su nueva pick-up que, al quedar fuera del impuestazo, evitó un fuerte encarecimiento de precios. 

Otra de las compañías que aspira a tener un buen año es Suzuki. Cabe destacar que hasta 2013 no tenía presencia en el país. Sin embargo, tras su relanzamiento en el mercado interno -de la mano de una nueva licenciataria- ya logró ingresar cerca de 100 Grand Vitara.

Las "sub 200"

En este contexto, surge un dato por demás llamativo: se amplió el grupo de las marcas "sub 200", es decir, aquellas firmas que, hasta octubre, ni siquiera lograron ingresar al país más de 200 unidades.

El año pasado hubo sólo una automotriz en esa situación. Hoy son diez.

En este temido ranking se ubican compañías de la talla de Porsche, que en diez meses apenas pudo nacionalizar 8 unidades frente a las casi 200 de igual lapso de 2013.

Esto implicó un fuerte achicamiento en el negocio para la marca alemana: mientras que el año pasado el valor de sus operaciones era de u$s12 millones, ahora ni siquiera llega a los 500 mil dólares (ver cuadro).

La asiática Subaru tampoco atraviesa un buen momento: de importar 400 unidades, ahora debió conformarse con poder ingresar al país apenas 19 vehículos.

En tanto, Volvo también pasó a estar casi relegada del "radar aduanero", de la mano de 21 autos nacionalizados en diez meses.

En este temido grupo también está incluida BMW y la otra marca del grupo: Mini Cooper. Esta última apenas logró traer al país unas 39 unidades, frente a los casi 700 del año pasado. Así, sus operaciones se desplomaron: de mover u$s12 millones en concepto de importaciones hasta octubre de 2013, en la actualidad apenas demandó al BCRA 700 mil dólares.

Pero sin dudas, uno de los símbolos del crac que vienen sufriendo las marcas de lujo lo sintetiza la alemana BMW: en los diez primeros meses del año pasado había logrado ingresar casi 2.900 autos por un valor de más de u$s77 millones.

¿A cuánto "cotiza" hoy la operación de esta automotriz?: apenas araña los u$s5 millones, de la mano de 171 vehículos ingresados. Considerando que hasta octubre logró vender casi 550, está claro que, si bien la demanda se le desplomó, la compañía está sufriendo graves problemas de stock.

No es para menos: este año, por ejemplo, no ingresó ninguna X5 al país frente a las más de 70 del 2013. Respecto del Serie 1, su modelo entry level, apenas logró hacerse de 18 unidades, una cifra insignificante en relación con las casi 450 del año pasado.

El descalabro generalizado que atraviesa a todo el negocio de autos importados de alta gama es de tal magnitud que, actualmente, la automotriz Chery demanda más dólares para importaciones que un grupo de casi 10 marcas premium.

En efecto, las operaciones de la compañía de origen chino, que ensambla sus autos low cost en Uruguay, al día de hoy mueven unos u$s18 millones.

Esta cifra es superior a lo que requieren, en su conjunto, BMW, Audi, Mini Cooper, Porsche, Volvo, Land Rover, Dodge y Subaru.

Las nacionales, también complicadas

En un contexto en el que se agudizó la falta de dólares para todo el sector, incluso las empresas que otros años tenían "prioridad" para hacerse de divisas -es decir, las terminales-, hasta octubre también tuvieron serias dificultades para operar con normalidad y contar con un portfolio actualizado.

La primera en tirar la toalla fue Renault, que desde hace unos meses decidió frenar completamente las importaciones desde Brasil ante la negativa del BCRA a "bancarle" estas compras.

Esta compañía, sin dudas, fue la más perjudicada por la política de racionalización de dólares que aplicó Vanoli (y que ahora el funcionario busca atenuar).

En efecto: las importaciones de Renault se desplomaron más de un 70%.

Así, mientras que entre enero y octubre de 2013 había solicitado más de u$s750 millones para nacionalizar 60.500 vehículos, hasta octubre debió conformarse con menos de u$s180 millones y 16.800 unidades ingresadas (ver gráfico).

En el ranking de caídas, le siguieron Citroën, con un derrumbe de casi 60%, Volkswagen (-49%) y Chevrolet. 

Cabe destacar que en septiembre, la filial brasileña de GM había anunciado la suspensión de los envíos de vehículos a la Argentina por los problemas para conseguir las divisas para cubrir sus operaciones. Y esto, lógicamente, repercutió en su performance, con una baja del 46%.

La única compañía que está cerrando un buen año es Toyota, de la mano de su exitoso Etios, con una suba del 54%, y a su buena performance exportadora (ver nota: El caso Toyota, toda una "rareza": ¿por qué es la única automotriz que puede crecer en un mercado que se desploma?)

Los modelos más castigados

Paralelamente, al analizar el listado de los 100 modelos más vendidos del país y contrastarlo con la evolución de las importaciones, se puede observar cómo muchas automotrices están enfrentando serios problemas de stock.

El ranking de desplomes lo encabezó el Bora de Volkswagen, con una fuerte baja de casi 90%. Esta caída se explica porque está cesando la comercialización de este modelo y la automotriz prefirió destinar los pocos dólares habilitados por el BCRA a la compra de otros modelos.

En segundo lugar se posicionó el Chevrolet Cobalt, fabricado en Brasil, con menos de 900 autos nacionalizados frente a los casi 7.200 del año pasado. Se trata de una fuerte contracción (-88%) para un auto que fuera presentado hace apenas un año y medio en la Argentina.

Renault ocupa el tercer lugar con un derrumbe de uno de sus modelos más importantes: la Duster. En lo que va del año, se importaron casi 20.000 unidades menos respecto de 2013 (caída del 77%).

Esto significó una fuerte pérdida de terreno en el mercado interno. De hecho, las ventas de este SUV cayeron casi 60% en lo que va del año, para un mercado que en general se achicó 27%.

El siguiente cuadro permite apreciar cuáles son los modelos que más vienen sufriendo la escasez de divisas: 

Con el freno de mano puesto

Faltando pocos días para concluir el año, desde Abeceb estiman que las ventas totales no superarán las 680.000 unidades vendidas, muy lejos de las más de 950.000 logrados en 2013.

El fracaso del ProCreAuto, la pérdida del poder adquisitivo frente a los vehículos por las fuertes subas de precios y la caída de la oferta, repercutieron negativamente y derivaron en que la industria esté coronando ahora un año "flojo" para algunas marcas y "trágico" para otras.

Por ahora, genera expectativas entre los directivos la ampliación del cupo que les otorga cada mes Kicillof y las mejores perspectivas que se abren para las reservas, que podrían cerrar el año incluso por encima de los u$s32.000 millones, según estimaciones de Econviews. 

Pero, como señalaron desde Abeceb, para que la industria salga de la crisis, no sólo se necesita que crezca la demanda interna y de Brasil. Tambien, será fundamental contar con la garantía de que la apertura del duro cerrojo se extenderá más allá del verano. 

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