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Se trata de un sistema muy difundido en el exterior pero que está desembarcando en la Argentina. Bodegas, precios y características
10/12/2014 - 21:30hs

El bag in box es un sistema muy difundido en el exterior, especialmente en países europeos. En la Argentina hay numerosas bodegas que desde hace años envasan algunas líneas de vinos en este particular packaging pero prácticamente el 100% se estaba enviando al exterior.

Según datos de la consultora MRT, entre enero y septiembre de este año, las bodegas nacionales exportaron vino en este envase por unos 3,7 millones de dólares, marcando un crecimiento de casi 5% respecto al nivel registrado en igual lapso de 2013.

Si bien es el formato que más creció en exportaciones a lo largo de 2014 (por encima de otros envases como botella, granel, damajuana o tetra brik), la realidad es que su participación en el total de ventas al mundo es muy bajo, con un share menor al 1%.

Sin embargo, en la búsqueda por diferenciarse y lograr una mayor penetración en este cada vez más peleado negocio, en los últimos meses, varias bodegas se decidieron a lanzar vino en formato bag in box para el mercado doméstico.

A primera vista, quienes no están familiarizados con este envase pensarán que es un "tetra con canillita". Sin embargo, el bag in box es más que eso: se trata de una caja de cartón corrugado que en su interior contiene una bolsa plástica que, una vez abierta, permite almacenar el vino al vacío y así evitar que éste se oxide.

Juan Carlos Muñoz, enólogo de Viña Las Perdices, es uno de los que picó en punta en el negocio con el lanzamiento de By The Glass, que en castellano significa "vino por copa". Se trata de un bag in box que por el momento tiene un solo producto: un Malbec reserva con 12 meses de paso por madera.

"Hay quienes piensan que, como el sistema funciona con vacío, permite que el vino dure tres meses o más una vez abierto. Pero nosotros recomendamos beberlo, como máximo, en tres semanas", explicó Muñoz, en diálogo con Vinos & Bodegas.

El enólogo destacó que "la principal ventaja está en los costos: nuestro bag in box contiene tres litros, que equivalen a cuatro botellas de vino de 750 cm3. Y mientras que cuatro botellas de nuestro Malbec cuestan en vinotecas $316, este envase, al tener un packaging más económico, vale unos $240".

"Es un ahorro importante para el consumidor", destacó.

Otra de las bodegas que está trabajando fuerte en esta apuesta es Casarena. Su gerente comercial, Martín Pérez Cambet, explicó a este medio que "hace dos años que veníamos estudiando esta opción. No fue fácil conseguir proveedores y no lo lanzamos hasta que no estuvimos 100% seguros de que el packaging nos garantizara una perfecta conservación del vino. Una vez que corroboramos que funcionaba muy bien, entonces pudimos avanzar".

Por el momento, la bodega está ofreciendo su línea 505 Malbec cosecha 2014, que se consigue a un precio sugerido de $207. Para el futuro, tienen bajo estudio la posibilidad de lanzar un Chardonnay y un Cabernet Sauvignon.

El directivo coincidió con Muñoz en que la principal ventaja para el consumidor "es que se ahorra en forma inmediata un 25%".

Sin embargo, fue más allá al destacar que lo más importante "es que permite poder tomar una copa en cualquier momento y en perfectas condiciones durante muchos días".

"El producto tiene larga vida, porque la bolsa se va contrayendo a medida que se consume, nunca entra aire y, por lo tanto, el vino tiene una vida útil mayor a los 40 dias, mientras que una botella abierta, no dura en buenas condiciones más de dos días. Eso no tiene precio", se entusiasmó.

Además, destacó que la caja de tres litros está diseñada para que entre en la puerta de las heladeras de los hogares, "lo que la hace más fácil de guardar y de almacenar".

Claro que también hay empresas que están apostando por formatos más grandes, como la bodega mendocina de capitales franceses CarinaE, que está ofreciendo un Malbec pero en bag in box de 5 litros.

Otro jugador que viene apostando por este formato es Mauricio Lorca, que ofrece su Malbec de la línea Fantasía a un precio sugerido de $212. 

Desde la bodega destacaron que se trata de un "Malbec especiado, con reminiscencias de cerezas y un sutil toque de roble. Joven y frutado con una acidez bien balanceada", el cual resulta "ideal para acompañar carnes blancas condimentadas y carnes rojas". 

La caja ahora es coolUna de las principales limitaciones que enfrentaban las bodegas en la Argentina -y que todavía enfrentan- es la percepción que tiene el vino en caja, más allá del sistema del que se trate.

En general, este tipo de de envases está asociado a productos económicos y de baja calidad. Derribar este preconcepto, muy arraigado entre los consumidores nacionales es, sin dudas, todo un desafío.

Al respecto, Pérez Cambet aseguró que "los vinos de gama media y alta pueden imponer un concepto diferente del bag-in-box. Sin lugar a dudas. Es una cuestión de timing. Años atrás nadie hubiera tomado un vino con tapa a rosca. Sin embargo, nuestro 505, por ejemplo, salió en 2012 con tapa a rosca y ya hemos vendido grandes volúmenes". 

Paralelamente, destacó que este formato amplía la ocasión de consumo: "Es perfecto para vino de todos los días, pero también para actividades al aire libre, como picnics, navegación, cabalgatas. Es decir, situaciones en las que la poca practicidad del vidrio hacía difícil el transporte y consumo".

"Es cuestión de animarse, de probar. Quien se anime a tener un bag in box de 505 en su casa, seguramente le costará volver a comprar una botella para consumo diario", desafió el directivo.

Por su parte, Alfredo Sáenz, director de la distribuidora y consultora Umami y propietario de la cadena de vinotecas enoGarage, destacó que "conceptualmente, lo que se estamos haciendo es poner un vino de alta calidad en un envase muy eficiente".

El empresario fue uno de los artífices de esta tendencia al impulsar a algunas bodegas de su portfolio a avanzar con este formato.

"En la Argentina existe el bag in box desde hace unos diez años, pero hasta ahora se lo destinaba sólo a exportación. Entendemos que estamos ante un nuevo desarrollo que debería quedar instalado entre los consumidores locales, tal como sucede en otras partes del mundo", explicó.

"En los países nórdicos, casi todo el consumo pasa por este tipo de envase y lo que hemos testeado en asados con amigos es un éxito. Entendemos que parte del consumo va a ser canalizado en bag in box", puntualizó.

Por último, agregó que este formato podría comenzar a jugar un papel clave en la industria gastronómica: "Entendemos que hay una gran oportunidad en el desarrollo del vino por copa en restaurantes y el bag in box como formato es más eficiente, permitiéndole una mejor administración y mayor rentabilidad. Logramos que los vinos se conozcan bajando su costo, que es la barrera de entrada, y esto luego nos repercute en ventas".

© Por Juan Diego Wasilevsky - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - [email protected]

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