El Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas mantiene paralizado desde el jueves pasado el polo petroquímico de Zarate, en rechazo a despidos masivos en la fabricante de colorantes TFL.

La medida de fuerza alcanza a más de 3.000 trabajadores de industrias químicas de Zárate, Campana y San Nicolás, en Buenos Aires, y a las ciudades entrerrianas de Gualeguaychú y Larroque. Entre las empresas afectadas, se encuentra Praxair, Dak, Petrobras, Bayer y BASF.

"Seguimos igual. El paro es por tiempo indeterminado y a la espera de la audiencia en el ministerio de Trabajo de Nación", comunicaron desde la entidad gremial.

El Ministerio de Trabajo de la Nación convocó este martes por la tarde a una reunión a representantes de la regional de Zárate del sindicato y directivos de TFL para encontrar una solución al conflicto en el que derivó la decisión de la firma de reestructurar sus operaciones en su planta bonaerense.

El gremio inició un paro por tiempo indeterminado el jueves pasado, ante la decisión de la empresa de otorgar vacaciones a todo el personal y paralizar totalmente la planta a partir del 22 de diciembre, lo que fue interpretado por los trabajadores como inminentes despidos.

Las autoridades dictaron la conciliación obligatoria, pero como la compañía de origen alemán no acató el dictamen, los trabajadores de la actividad se sumaron a la huelga en solidaridad y la protesta se extendió a todo el polo petroquímico.

"La empresa ha violado la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación y ha ratificado su intención de reestructurar la planta anunciando despidos de personal", dijo la legisladora de la UCR, Sandra Paris, en declaraciones a la prensa local.

En tanto, la Unión Industrial de Zárate reclamó que "suspendan las medidas de acción directa que actualmente ejercen" a fin de evitar que se sigan "originando pérdidas y deteriorando fuentes de trabajo" y advirtió que podrían tomar represalias.

"La medida empezó a afectar a toda la industria petroquímica, las empresas van a tener que aplicar suspensiones y mandar telegramas de despidos", alertaron a iProfesional fuentes de la UIA local.

Hace un año TFL estaba a punto de cerrar las operaciones. Tras la intervención de la ministra de Industria Debora Giorgi se logró un acuerdo para que continúe sus operaciones.

Sin embargo, en los últimos meses la firma volvió a reducir lentamente la producción hasta llegar en la actualidad a paralizar prácticamente sus actividades.

El mes pasado el sindicato denunció una inminente reestructuración con despidos masivos, después de que la multinacional alemana presentara un Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de trabajo de la Provincia de Buenos Aires.