La nota arribó al mercado, como cada 15 de diciembre con un título que era esperado por operadores e inversores: "No corresponde realizar pagos en relación con las unidades vinculadas al PBI en 2014".

No trajo novedades, pero clausuró toda discusión acerca de un servicio de renta estimado originalmente en torno de 3600 millones de dólares en base a la estimación preliminar de crecimiento del 4,9% que había informado el Indec cuando jugaba a reportar tasas de crecimiento chinas y cifras de exportaciones que la realidad (y las cifras de otros entes, como el BCRA, se encargaron de corregir).

La notificación oficial sostuvo ayer que el "crecimiento anual del PBI Real Efectivo (tal como se define en los términos y condiciones de emisión de las unidades vinculadas al PBI) para 2013 no superó la tasa de crecimiento del caso base, de manera que no se cumple una de las condiciones necesarias para el pago".

Segùn La Nación, alude a la revisión bajista del crecimiento del 4,9 al 3% que hizo el Indec cuando empezó a emprolijar sus estadísticas para evitar que el FMI sancione al país. Y al piso de crecimiento del 3,22% que, originalmente, accionaba el pago.

En ese proceso de revisión estadística, el Indec cambió el año base de PBI para sus cálculos de 1993 a 2004, pero no se explicó mucho más (ayer volvieron a escucharse quejas en el mercado por esa falta de transparencia) y la sensación de un ajuste de los números a la menguante disponibilidad de reservas quedó instalada del mismo modo que, antes, la de una subestimación de la inflación, en principio, sólo para abaratar la deuda en pesos indexados.

Aún así, los cupones cerraron el día con alzas del 0,6 al 9% (habían perdido hasta 60% luego de aquella revisión) porque el mercado tenía plenamente asumido este final.