El gobierno ruso anunció este lunes la próxima introducción de barreras aduaneras para reducir las exportaciones de cereales, con la esperanza de aumentar la demanda y bajar los precios en el mercado interno, tras una subida motivada por la caída del rublo.

La medida será presentada al primer ministro Dimitri Medvedev en un plazo de 24 horas, informó el vice primer ministro Arkadi Dvokovich, citado por las agencias rusas.

La noticia podría significar una importante oportunidad para los productores de trigo en la Argentina, ya que Rusia es un fuerte competidor en los mercados internacionales para este cereal.

De hecho, sobre el final de la semana pasada, la cotización del trigo en los mercados de Chicago y Kansas (EE.UU.) experimentó una fuerte suba, ante los rumores que anunciaban posibles restricciones en Rusia.

Una eventual suba de los precios internacionales podría colaborar con el objetivo de mermar la fuerte caída en la rentabilidad de esta actividad agroexportadora en la Argentina, algo que desde las entidades que nuclean al campo se viene denunciando.

La caída del rublo hace que las exportaciones desde ese país sean muy rentables para los agricultores, pero ha provocado una fuerte subida de los precios internos del trigo, indicó la agencia AFP.

"Tenemos una buena cosecha pero al mismo tiempo, debido a la volatilidad del rublo, los precios son muy ventajosos y las exportaciones han aumentado considerablemente", declaró Medvedev.

"Debemos tener un mínimo de reservas que garanticen la seguridad alimentaria de Rusia. En este contexto creo que hay que pensar en restricciones administrativas a las exportaciones", añadió.

En la Argentina, entre tanto, el Ministerio de Agricultura se mostró optimista en su último informe, al indicar que espera que la actual campaña supere las 13 millones de toneladas de producción.