Finalmente se concretó la tan esperada modificación al impuesto al lujo, y después de un año desde que se puso en marcha, el Gobierno anunció las nuevas bases para definir el precio de los autos.

Tal como se publicó en el Boletín Oficial, la suba es del 15%. De esta manera, la primera escala de 30%, subió de $170.000 a $195.500 según el precio de venta de la fábrica a concesionarios. Para el público, el precio de referencia pasó de $240.000 a $276.000.

En el segundo segmento, que es la escala del 50%, el impuesto subió de $210.000 a $241.500 para el valor de venta a concesionarios. En la práctica, comenzará a afectar a los autos que tengan un valor de venta al público en torno a los $400.000.

En el caso de las motos, las nuevas escalas de impuestos internos comienzan a regir a partir de $34.500 en el caso de la alícuota de 30% y desde los $61.500 en el segundo escalón de 50%.Un cambio con sabor a pocoUn dato que no pasó desapercibido para los directivos de automotrices consultados por iProfesional es que el cambio en el piso del tributo no regirá para todo el año sino que sólo se extenderá al primer semestre, algo que llama poderosamente la atención en el sector.

Además, hace el texto hace referencia a la posibilidad de "aumentar hasta en un 25% los gravámenes previstos, disminuirlos o dejarlos sin efecto transitoriamente, cuando así lo aconseje la situación económica de determinadas industrias". Es decir, deja la puerta abierta a un nuevo ajuste que lleve al retoque anual a ese porcentual, tal como anticipara este medio.

Sin embargo, a pesar de las aclaraciones, la decisión no fue muy alentadora para las marcas, y puertas adentro consideran que es un cambio mínimo que no se verá reflejado en la práctica.

El alcance de la medida anunciada a principios de año fue tal que los autos del segmento medio, de marcas masivas, quedaron atrapados por las alícuotas en la segunda mitad del año.

Los casos más representativos son los de Ford Focus, Citroën C4 Lounge y Volkswagen Vento, que tienen versiones con valores por encima de los $340.000, cuando eran autos que antes promediaban los 200.000 pesos.

Esta situación fue la que puso en alerta a las marcas y obligó al Gobierno a tomar medidas. 

"El impuesto interno a los 0Km no sólo barrió con numerosos modelos, que debieron discontinuarse por haber sufrido una disparada de precios, sino que también afectó negativamente la rentabilidad de las automotrices", comentaron desde una marca líder.Modelos "en la cornisa"Según un informe de Abeceb, "actualmente existen 82 versiones que se acumulan en el rango de entre $230.000 y $242.000 para evitar caer en el tributo".

Sucede que las automotrices se vieron obligadas a congelar precios y resignar rentabilidad ya que, de pasar el valor tope fijado por el Gobierno, entonces estos modelos iban a sufrir el golpe del impuesto y quedarían fuera del radar de los compradores.La suba del 15% de la base imponible, les da algo de "oxígeno" para efectuar correcciones, pero no resulta suficiente.

Se espera que, una vez que se modifiquen los pisos a partir de los cuales se aplican las distintas alícuotas, haya un "sinceramiento" de precios en el mercado interno, dado que las modificaciones que planea el Gobierno les darán más margen para actualizar valores.

El problema, advierten, es que la propia inercia inflacionaria volvería la situación a "foja cero" en cuestión de meses, lo que obligaría al Ejecutivo a volver a retocar el piso a partir del segundo semestre. 

Sin embargo, la actualización de la normativa -por más mínima que fuera- era una jugada obligada para el Gobierno, ya que si no el 2015 hubiese arrancado de la peor manera: con menos versiones en el mercado, autos mucho más caros y una amenaza latente sobre los modelos de fabricación nacional. 

Cabe destacar que el balance del 2014 no arrojó un buen saldo para esta actividad: a lo largo del año se habrán patentado unas 685.000 unidades, muy por debajo del récord de 955.000 logrado el período anterior.

Así, hay que retrotraerse al 2010 para encontrar un registro de ventas más bajo, tal como se observa en el siguiente cuadro:

Pocos cambios para las marcas premiumEn el caso de las automotrices importadas, la modificación del tributo no traerá grandes cambios.

En el segmento premium, muy pocos modelos podrían quedar fuera del impacto del impuesto, como es el caso de la versión más económica del A1 de Audi o del MiTo, de Alfa Romeo.

Para el resto de las firmas, como BMW o Mercedes Benz, directamente no habrá cambios. 

Esta, sin dudas, es una mala noticia para la categoría de alta gama, que en 2014 asistieron a un derrumbe de sus ventas del 70% en promedio, con algunas compañías que incluso superaron el 80%, tal como se observa en el siguiente cuadro:

Según Abeceb, el impuestazo en primer lugar (que encareció el precio de las unidades del segmento Premium en casi 125% promedio), sumado a la devaluación de enero (que disparó los valores en pesos) provocó "prácticamente la eliminación" de este nicho de mercado.

Así es como para la mayoría de estas firmas, 2014 fue el peor año en materia de ventas en más de una década.

Si se analiza el nivel de patentamientos, se observa que compañías de renombre como Mercedes Benz, BMW, Volvo y Subaru han cerrado el peor período desde 2003.

En el caso de Audi, Mitsubishi y Porsche, hay que retrotraerse hasta el 2004 para encontrar registros de ventas más bajos.

El otro pelotón está conformado por Hyundai, Jeep y Mini Cooper. En esos tres casos, recién en 2005 se encuentran cifras más flojas que las de 2014.

En definitiva, todo el negocio se achicó hasta alcanzar una dimensión similar a la que tenía cuando el país recién estaba dando sus primeros pasos tras la megacrisis de 2001.

En diálogo con iProfesional, Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), afirmó que "la mayoría de los autos importados que estaban alcanzados por el tributo, seguirán estándolo, pese a la suba de la base imponible del 15%". 

Así las cosas, para las marcas premium, 2015 no significará un punto de inflexión para sus operaciones en el país, sino que podría mantener la tónica que imperó a lo largo del año pasado.