Recientemente, un grupo de investigadores uruguayos y europeos se lanzaron a secuenciar el genoma de la uva Tannat, con la idea de destacar los beneficios para la salud por la gran cantidad de antioxidantes que ésta posee.

Y los resultados preliminares determinaron que esta variedad, en determinadas condiciones de producción, puede llegar a contener el doble de taninos que otras cepas, como Cabernet Sauvignon o Merlot.

Muchos enófilos, de hecho, saben que el nombre de esta uva es consecuencia, justamente, de su gran carga tánica. Claro que esta variable, terminó por consolidar un prejuicio entre los consumidores que "castigó" durante años a esta variedad.

En algunos casos, preconceptos que hoy resultan infundados. Pero que están basados en el estilo que en el pasado caracterizaba a los ejemplares elaborados a partir de esta cepa.

"Hace unos años, el Tannat era un vino principalmente usado para cortes. Se utilizaba mucho para dar estructura, color y taninos a otras variedades. Eran vinos rústicos y muy difíciles de ´domar´, que aportaban fuerza en los cortes", aseguró Rafael Domingo, enólogo de la bodega Domingo Molina, uno de los establecimientos más representativos de Salta.

"Hay muchos preconceptos sobre el Tannat. Pero estoy seguro que se irán rompiendo a medida que más gente se anime a darle la oportunidad a este varietal. De hecho, hace tiempo que se trabaja para lograr que los taninos no sean secantes, que predomine la fruta fresca o madura, según el estilo de la bodega que elabore, logrando así vinos estructurados pero, sobre todo, elegantes y aromáticos", completó el experto, en diálogo con Vinos & Bodegas iProfesional.

En una línea similar se expresó Lucía Romero, directora de El Porvenir de Cafayate, quien destacó que "todavía hay un prejuicio y es por esto que cuando las personas prueban un Tannat de Cafayate, que tiene taninos suaves y dulces se sorprende mucho, y es precisamente esta sorpresa lo que hace que muchos consumidores se enamoren de esta variedad".

"Por suerte, de a poco hemos ido logrando cambiar la percepción de que el Tannat es rústico o duro y mostrar la elegancia que puede obtenerse con este vino si es bien elaborado", completó la bodeguera.

Romero recordó que algo similar ocurría con el Torrontés unos años atrás, que se lo seguía percibiendo como un vino dulce cuando, en realidad, la mayoría de los Torrontés que se elaboran son secos.

"Es cuestión de tiempo y de oferta. Mientras más Tannat de calidad haya en el mercado, más rápido cambia el prejuicio. Creo que estamos encaminados para que pase eso", afirmó.

Más hectáreas

El hecho de que en el pasado sólo se destinara a cortes, no permitía pensar en una fuerte expansión del área cultivada. Sin embargo, conforme fue ganando adeptos a fuerza de calidad, más bodegas decidieron apostar por esta variedad.

En 2002, por ejemplo, sólo había 174 hectáreas de viñedos de Tannat. A partir de allí, se inició un fuerte camino de crecimiento que llevó a que en 2013 la superficie arañe las 800 hectáreas.

"Este crecimiento se dio de manera paulatina y en base a la creencia de los productores de que es una variedad que se adapta muy bien a la mayoría de las regiones de vino argentinas, aunque personalmente creo que encontró su lugar en Cafayate", sostuvo Romero.

En tanto, Domingo afirmó que si bien el Tannat siempre fue importante en Salta, recién hace unos pocos años "se empezó a trabajar en los viñedos viejos y en nuevas plantaciones para lograr vinos expresivos y no tan duros". 

"El crecimiento se dio de a poco y a medida que se fueron observando los resultados de los cambios obtenidos con los trabajos de campo y de bodega", completó el enólogo.

En el caso de El Porvenir de Cafayate, cuando adquirieron Finca El Retiro, se encontraron con plantas de más de 60 años de Tannat. A partir de allí, decidieron elaborar la uva como varietal para ver el potencial. Como los resultados fueron positivos, decidieron plantar otras diez hectáreas en otra de sus fincas, Rio Seco.

"Cafayate es un lugar ideal para el crecimiento de este varietal de ciclo largo, que se beneficia mucho con el sol y los veranos largos de la región, y que tiene una acidez naturalmente alta, ideal para la zona", afirmó Romero.

Un mercado interno en plena recuperación

Conforme el Tannat dejó de ser un vino destinado exclusivamente a los cortes y comenzó a crecer la oferta de etiquetas en las góndolas, su consumo se disparó.

En 2006, las bodegas apenas despacharon 182.000 litros al mercado interno, en tanto que en 2007 las ventas saltaron hasta el medio millón de litros.

A partir de allí, con alzas y bajas, la comercialización de Tannat alcanzó un récord histórico, de casi 600.000 litros. Y si bien en 2012 y 2013 esta variedad no pudo escapar de la tendencia general, el año pasado volvió a recuperar dinamismo, con un alza del 13%.

Pese a que su share es muy bajo comparado con el volumen que mueven variedades consolidadas, como el Malbec o el Cabernet Sauvignon, es meritorio el salto cuantitativo que ha experimentado en los últimos ocho años: de vender apenas 240.000 botellas, las bodegeas pasaron a superar las 700.000.

Para Domingo, el futuro del Tannat en del mercado argentino, es promisorio: "Si seguimos elaborando Tannat de calidad, este varietal va a ser muy importante para Salta. Tiene la oportunidad de ser, junto al Torrontés, la bandera de los vinos de altura".

En un tono similar, Romero consideró que "así como hoy en día el Torrontes es la variedad blanca emblemática del valle, lo mismo debería pasar con el Tannat. Por eso en Cafayate en general todos los productores estamos apostando al crecimiento de esta variedad".

Acto seguido, aseguró estar "convencida que de que su consumo va a seguir creciendo en los próximos años, pero eso depende de que los productores tengamos más ofertas de Tannat en diferentes niveles de precios".

Con la bandera del Tannat en el mundo

Así como la cantidad de hectáreas, la producción y el consumo en el mercado interno crecieron, una dinámica similar se observó en el plano de las exportaciones.

Basta saber que en 2005 las ventas al mundo de esta variedad apenas habían totalizado u$s354.000.

Tras un pico histórico alcanzado en 2011 y dos años sucesivos de caídas, en 2014 los vinos elaborados con esta cepa volvieron a la senda ascendente, con exportaciones por casi u$s1 millón.

Pese a esta suba, en términos de divisas, los ingresos no son sustanciales por el momento, considerando los u$s850 millones que registró la industria en su conjunto.

Sin embargo, no es menor la atención internacional que está captando el Tanant con sello nacional. Una prueba de ello fue el Trophy que obtuvo un ejemplar salteño en el marco del Argentina Wine Awards, el evento que cada año organiza Wines of Argentina y que premia a los mejores vinos de exportación, a partir de los puntajes otorgados por un panel de expertos nacionales e internacionales.

"Creo que empezó a haber un reconocimiento por parte de un nicho de consumidores del exterior. Pero todavía es incipiente. Nos queda mucho trabajo por delante si queremos potenciar esta cepa", afirmó Romero.

En cuanto a su experiencia exportadora, la bodeguera aseguró haber tenido buena repercusión en Inglaterra con su línea de Tannat.

"Al tratarse de un mercado muy abierto y conocedor de vinos, tuvimos una muy buena aceptación de nuestro Tannat, que se caracteriza por sus taninos suaves, dulces, lo que lo hace muy diferente a los ejemplares de Francia", completó.

"El conocimiento del Tannat argentino en el exterior y en nuestro país todavía es muy bajo. Hay que trabajar como región para lograr mayor difusión de este varietal, y poder mostrar que Argentina no es sólo Malbec", concluyó Domingo.