La dirigencia gremial que impulsa el paro nacional del 31 de marzo próximo confió en que la medida será total, luego de que el gobierno admitió no estar en condiciones de introducir los cambios en el impuesto a las Ganancias reclamados por los sindicatos.

En medio de un descontento que crece, el secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, consideró que el Gobierno debería subir el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias a 40.000 pesos.

"El transporte va a estar totalmente parado. Además, se sumaron los bancarios, los operarios de estaciones de servicio, y todos los sectores representados por la GGT que conduce Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli", destacó Maturano.

Además de subir el mínimo no imponible, los gremios del transporte quieren buscar "otros parámetros" para el tributo, porque ahora les afecta el sueldo y los viáticos que las empresas les pagan para afrontar la jornada laboral.

"Queremos que desde el mes que viene ese impuesto al trabajo no nos afecte como nos está afectando", sostuvo por lo que ratificó la huelga del martes 31 y aclaró que "no habrá servicio mínimo garantizado"

"Nosotros no estamos acostumbrados a hacer piquetes, confiamos en la fuerza del paro. Los trabajadores que ganan 15.000 pesos no son ricos. Que le pongan impuestos a la renta financiera, al juego, a las mineras", dijo

Y expresó que si el Gobierno quiere poner "un impuesto al trabajo" que se lo aplique a quienes ganan "de 40.000 pesos para arriba".

Por su parte, la Asociación Bancaria ratificó que sus afiliados paralizarán sus actividades el próximo martes 31 de marzo sin concurrencia a las sucursales, en protesta contra el impuesto a las Ganancias, y reclamó cambios a la Ley de Entidades Financieras.

"La Bancaria viene advirtiendo desde hace tiempo que el sistema tributario argentino debe ser modificado para garantizar un modelo económico con justicia social", dijo el gremio que conduce Sergio Palazzo.

Recordó el gremio en un comunicado que ese fue el motivo por el que en 2010 se movilizó al Congreso de la Nación, elevando iniciativas para una reforma tributaria que no fueron consideradas por los legisladores.

Los bancarios insistieron con sus propuestas en reiteradas oportunidades ante todos los bloques del Congreso de la Nación en 2014 y el reclamo fue expuesto ante ministros del Gobierno de Cristina Kirchner.

"A la vez los bancarios insistimos en la necesidad de reforma del sistema financiero, en particular, de la Ley de entidades vigente desde la Dictadura por ser funcional a la especulación, a la fuga de capitales, a la evasión tributaria", dijo La Bancaria.

Ahora, agregó la entidad gremial en un comunicado, mientras los trabajadores tributan "un injusto impuesto al salario", los organismos de control detectan cuentas en el extranjero de ciudadanos y empresas que no han pagado impuestos sobre sus depósitos.

"Y se hace evidente que hay entidades financieras que han facilitado esa evasión. Pero muy poco, nada, se ha hecho para evitar la ingente fuga de capitales que deberían tributar en nuestro país y terminan en paraísos fiscales", agregó.

El gremio que lidera Palazzo insistió con que "los regímenes tributario y financiero son funcionales a la especulación, la usura y la evasión tributaria, favoreciendo a los sectores económicos más poderosos".

"De esta manera nunca seremos capaces, como país, de garantizar la sustentabilidad futura del modelo de crecimiento con empleo y justicia social. Con el régimen financiero y tributario actual los logros sociales y económicos están en riesgo", dijo La Bancaria.

Por su parte, el secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, consideró hoy que los trabajadores que están bajo convenio "no tienen por qué pagar Ganancias", y reclamó al Gobierno que convoque a una "negociación" para discutir los alcances de ese impuesto.

Según el sindicalista, "cada tres o cuatro meses estamos en la misma situación. No alcanza con subir el piso, hay que discutir la cuarta categoría, es decir, quiénes deberían estar exceptuados".

"Para la CTA, quienes están bajo convenio colectivo no tienen por qué pagar Ganancias, lo que no significa eliminar ese impuesto lisa y llanamente, sino que son cosas que se deben discutir", enfatizó Micheli, en declaraciones radiales.

Con respecto al paro del martes próximo, el líder sindical aclaró: "como somos una central de trabajadores, no adherimos, sino que convocamos (a la medida de fuerza). Si bien empezó con los gremios del transporte, se está transformando poco a poco en un paro nacional, que abarca a casi todas la actividades".

"El paro iba a ser solo por Ganancias y la CGT de Moyano sumó otras cosas y ya no es solo por Ganancias", añadió.

Además, puntualizó: "en representación de 1,2 millones trabajadores vamos al paro, pero no solo por el tema de Ganancias, sino también por la precarización laboral, que ya está llegando al 50%; un aumento de emergencia para los jubilados; el 82% móvil; la reapertura del Consejo del Salario y para rechazar la pauta de aumento salarial que fijó el Gobierno por debajo del 30%".

Según Micheli, el salario mínimo vital y móvil actual, que es de 4.700 pesos, debería subir "acorde con esta realidad" y llegar a 12.800 pesos para cubrir la canasta familiar.

En este marco, el sindicalista sostuvo que "ojalá que el Gobierno convoque a una mesa (de negociación) porque no se puede gobernar solamente sentando a la mesa a los piensan igual. Habría que hacer un esfuerzo para ser un poquito más diverso, plural y democrático y convocar a los que piensan distinto para ver de qué manera vamos instalando este problema".

En tanto, la Unión de Recibidores de Granos y Afines de la Argentina (URGARA), que conduce Alfredo Palacio, anunció en un comunicado, dirigido a todos sus afiliados trabajadores granarios, que acatarán el paro dispuesto por la CGT Azopardo para el día martes 31 de marzo.