Por el retraso en la actualización de las tarifas de electricidad, una distribuidora de energía fue la primera en declararse el jueves en default, en una nota a la Comisión Nacional de Valores (CNV). 

Se trata de Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA), controlada por Inversora Eléctrica de Buenos Aires. Es la mayor concesionaria de electricidad del interior de la Provincia, presta servicio en 17 localidades y tiene como clientes a 35 cooperativas. 

La compañía informó que inició el proceso de negociación y reestructuración de deuda financiera contraída a través de la emisión de obligaciones negociables por unos u$s135 millones. La empresa no pagará intereses hasta que termine ese proceso.

"Se deja constancia que tales decisiones fueron adoptadas por el directorio como consecuencia de la delicada situación económico-financiera que atraviesa la sociedad", explicó al organismo regulador bursátil en una nota.

La empresa había avisado sobre su eventual default el 26 de marzo pasado, adjudicando la responsabilidad a la política energética desarrollada por el oficialismo.

"La problemática relativa a los ingresos de EDEA se agravó durante 2014 debido al impacto del Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas suscripto entre el Gobierno y la provincia de Buenos Aires, autoridad concedente de EDEA, por medio del cual se congelaron las tarifas de EDEA al 31 de diciembre de 2013 por un plazo de 365 días", indicó la compañía en aquella ocasión.

También aclaró: "Si bien los efectos de dicho congelamiento tarifario fueron paliados en forma parcial", por el reconocimiento de ciertas compensaciones, que fueron destinadas a obras. Por todo eso, la empresa dice que no tiene fondos para cancelar sus bonos.