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Se cumplieron 50 años de la Ley de Moore, el "hito" que marcó la tecnologí­a y cambió la manera de vivir

En 1965, un cofundador de Intel determinó que el número de transistores en un chip se duplica cada 18 meses, manteniendo el mismo o menor costo y espacio
22/04/2015 - 09:00hs
Se cumplieron 50 años de la Ley de Moore, el "hito" que marcó la tecnologí­a y cambió la manera de vivir

En 1962, la serie televisiva Los Supersónicos pronosticaba la existencia de robots en la vida cotidiana y coches inteligentes. 

En 1989, el Dr. Brown y Marty McFly, personajes de la película “Volver al futuro”, vivían en un año 2015 con comandos de voz, anteojos inteligentes, teleconferencia y control de gestos. 

También Arthur C. Clark predecía la utilización de tabletas para la lectura de su saga “2001: Odisea del espacio”. El visionario autor llamó “Newspad” al dispositivo. 

Así, muchos otros inventos de la ciencia ficción se volvieron realidad porque surgieron de un mismo concepto futurista, donde la vida cotidiana es más inteligente. 

Todos los dispositivos que hoy son comunes, como las PC ultracompactas, los “smartphones”, las tabletas y hasta los “wearables”, existen gracias a una ley formulada en 1965 por Gordon Moore, cofundador de Intel

Moore afirmó que el número de transistores en un chip se duplica en promedio cada 18 meses, manteniendo un similar o menor costo y el mismo espacio

A 50 años de esta observación, publicada por primera vez el 19 de abril en la Electronics Magazine, el ingeniero norteamericano revolucionó la industria tecnológica, la economía y la sociedad.

“El efecto de su ley va más allá: el procesamiento de los chips aumenta 100%, es decir, la tecnología se vuelve doblemente más eficaz en cada ‘generación’. Sin embargo, la relación costo es inversamente proporcional y como resultado la industria puede desarrollar nuevos productos y servicios”, explicó Lorena Zicker, gerenta general de Intel Argentina

Un error frecuente es pensar en la Ley de Moore como una aplicación exclusiva del mercado de computadoras. 

Es que los procesadores de silicio se emplean en una gran variedad de productos: “smartphones”, relojes, anteojos, joyas y prendas de vestir inteligentes, electrodomésticos, videojuegos, automóviles y sistemas de seguridad.  

Hasta el cajero automático, una tecnología utilizada de forma muy habitual, requiere mayor poder de procesamiento. Cabe recordar que, en la mayoría de los países de América latina, hace 30 años las operaciones se hacían exclusivamente en el banco, con la presencia del titular de la cuenta. Hoy es posible pagar no sólo por cajero sino vía Internet desde el celular. 

La velocidad de la innovación impuesta por Moore acostumbró a todos, pero está lejos de ser algo normal en todos los terrenos. 

Por ejemplo, el programa espacial Apolo que llevó humanos a la Luna costó 25.000 millones de dólares. 

Si los precios disminuyeran al ritmo de la Ley de Moore, actualmente este proyecto costaría casi lo mismo que un pequeño avión privado. Y la travesía a la Luna, que en 1969 llevó tres días, tomaría ahora un minuto.

En la foto inferior, Moore (a la derecha) observa un drone con chips de Intel, que sostiene el actual CEO de la compañía, Brian Krzanich.

Tecnología cotidiana: una vida inteligenteSi un teléfono inteligente o una tableta se fabricaran hoy utilizando la tecnología de 1971, sólo el microprocesador sería del tamaño de un estacionamiento

Por ejemplo, el primer celular, el Dynatec creado en 1974, tenía 25 cm de largo y 7 cm de ancho. Su peso superaba al de los modelos actuales: 794 gramos, y la batería duraba apenas 20 minutos. Esa novedad costaba 4.000 dólares

Actualmente, además de ser más livianos, finos, portátiles y potentes, los equipos móviles son 10 veces más baratos. ¿Por qué? Si se compara el primer microprocesador de la compañía, el Intel 4004, con los chips de 14 nm de hoy, estos últimos ofrecen 3.500 veces más rendimiento y una eficiencia energética 90.000 veces mayor.

Si se considera el mundo de las computadoras, la tecnología de última generación generó un salto cualitativo en el procesamiento de información.

Una de las primeras súper computadoras de la historia, la Cray-1, de 1976, podía realizar 160 millones de operaciones de puntos flotantes por segundo y tenía 8 megabytes de memoria. En cambio, las computadoras personales más básicas de hoy tienen 100 veces más de memoria

Pero no hace falta irse tan atrás para ver la evolución, que se nota incluso en períodos cortos de tiempo. 

“Llevó menos de 50 años que las tabletas, notebooks, 2 en 1, All-in-Ones, NUC y mini PC tuvieran una eficacia infinitamente superior que las primeras computadoras. Además, ya no ocupan una habitación entera y son compactas, livianas y portátiles”, aseguró Mariela Bravo, gerenta de Consumo de Intel Argentina.

Pero la innovación en la PC sigue sorprendiendo. Los equipos con procesadores de 5° generación de Intel se encienden hasta 9 veces más rápido que laptops fabricadas hace cuatro años y logran una duración de 1,5 horas más de batería que en la generación anterior. Pero además son más móviles que nunca: pesan menos de 1,4 kilos y tienen menos de 16 mm de grosor.

Un futuro conectado

La observación de Moore modificó la computación: de algo raro, caro y de acceso para unos pocos, lo modificó a una fuerza transformadora de bajo costo para toda la sociedad. 

En la dinámica establecida por Moore está fundado el motor de la innovación que llevó a la creación de la web, las redes sociales y la Internet de las cosas. 

Pero también impacta en todos los espacios de la vida social, cambiando la manera en que la gente interactúa entre sí, trabaja, se educa y se desarrolla. 

En 2019, 11.500 millones de cosas estarán conectadas a la red, según el estudio de Cisco Visual Networking Index. Actualmente hay un poco más de 3.000 millones de habitantes con acceso a Internet en el mundo.

Es decir, las proyecciones apuntan hacia un futuro cercano en el que el número de conexiones a la red será aún mayor que el número de personas vivas.

Moore (en la foto a la derecha, cuando anunció su ley) no podía asegurar que su teoría estaría vigente por mucho tiempo. Pero, hace 50 años, su ley era un principio del liderazgo en la industria, de la eficacia en los negocios y, a través de un procesador, continúa creando lo increíble.