El ex presidente del Banco Central (BCRA), Javier González Fraga, aseguró que "si se arregla con los holdouts, se atraerán inversiones por u$s200.000 millones en 4 años"

El economista se mostró claramente a favor de una política gradualista, con neto acento fiscalista, en el que se reduzcan y eliminen las retenciones a las exportaciones, en particular de las economías regionales, y los subsidios económicos a los sectores de altos ingresos, informó Infobae.com.

González Fraga destacó que "si Cristina Kirchner quiere volver a la presidencia en 2019 deberá cumplir con dos cosas: llegar a fin de 2015 con reservas en el Banco Central, porque los que se fueron antes fue porque se quedaron sin divisas; y que todo el ajuste lo haga el próximo gobierno. Por eso la política económica no es una improvisación, sino que persigue esos objetivos".

De cara al futuro mediato, estimó que "la alternativa para después de las elecciones de 2015 es generar inversiones y eso requiere controlar la inflación con políticas fiscales, porque las monetarias han fracasado, como la devaluación del tipo de cambio comercial. Eso requiere arreglar con los holdouts".

El experto sabe de lo que habla, porque en un reciente encuentro con inversores en los EE.UU. percibió una alta predisposición de los bonistas en litigio a aceptar el cobro de la deuda con un cupón con quita del 20%, porque saben que el día que se firme el acuerdo recuperarán inmediatamente ese descuento".

Además, González Fraga consideró que la superación del estadio de default selectivo, junto a un acuerdo con el FMI para que audite las cuentas públicas, "podrían venir inversiones por u$s200.000 millones en cuatro años, para Vaca Muerta; proyectos mineros; y otros que se sumarán a la repatriación de capitales de argentinos en el exterior, y a la capacidad de endeudamiento que tiene el país, tras haber caído a niveles singularmente bajos, a costa de atrasar el crecimiento".

En materia cambiaria, con la experiencia de haber sido presidente del Banco Central y operado en la mesa de dinero de la autoridad monetaria, se mostró contrario a una devaluación del tipo de cambio comercial y a favor de la "eliminación del cepo para las operaciones financieras al tipo libre, pero con intervención del BCRA para inducir a la convergencia con el comercial".