Con la misma serenidad con que dirigió el mejor Barcelona de la historia, el emblemático centrocampista Xavi Hernández confirmó este jueves su marcha hacia el Al Sadd qatarí tras diecisiete años en el club de su vida, donde espera volver.

"Nunca habría imaginado que llegaría esta situación y no quería que llegara, pero es el momento", dijo el jugador catalán de 35 años en una multitudinaria rueda de prensa en Barcelona, donde el futbolista se mostró feliz por su trayectoria y esperanzado en su nuevo proyecto, informó AFP.

No fue una decisión "fácil" pero es "definitiva". "Esta temporada estoy teniendo menos minutos y menos participación, me sigo sintiendo útil e importante, pero es el momento de cambiar de aires", afirmó.

"Me lo dice la cabeza y el cuerpo, aunque no tanto el corazón. Cuesta mucho tomar esta decisión", reconoció el futbolista.

Pocos jugadores en activo pueden presumir de mejor palmarés: un Mundial y dos Eurocopas con España, tres Ligas de Campeones, ocho Ligas españolas -la última obtenida el domingo- y así hasta 23 títulos con el Barcelona.

Pero Xavi aun puede poner el colofón a su gloriosa trayectoria: el 30 de mayo el Barcelona disputa la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Bilbao y una semana más tarde se jugará la Liga de Campeones contra la Juventus de Turín. Como capitán, sería él quien levantaría esos trofeos.

"Puede ser un final espectacular, el guión es inmejorable", señaló el centrocampista que el sábado recibirá un homenaje en el Camp Nou coincidiendo con el último partido de Liga ante el Deportivo de la Coruña.

El final, sin embargo, podría haber sido muy distinto si, tras un año aciago con el Barcelona y la selección, Xavi hubiera fichado la temporada pasada por el New York Cosmos como estuvo a punto de hacer.

"Si ahora estuviera fuera del Barça y viera que tenemos opciones de ganar el triplete, me sentiría muy mal", reconoció.

En Qatar le espera "un proyecto ilusionante": un contrato de dos años con opción a un tercero con el Al Sadd para seguir jugando al fútbol y trabajo junto a su familia en la Aspire Academy para "formarse como entrenador y director deportivo".

Todo ello con un solo objetivo: "volver al Barcelona y trabajar en el Barcelona, es mi ilusión", advirtió Xavi en un "adiós" con gusto de "hasta luego".