Li Hejun, presidente de Hanergy Thin Power Ltd, una compañía dedicada a la producción de paneles solares, contaba con una fortuna de u$s 30.000 millones y era conocido en China como el segundo hombre que mayor riqueza acumulaba fronteras adentro.

Pero de repente algo sucedió, pues el miércoles de la semana pasada perdió casi la mitad de su fortuna en la Bolsa de Hong Kong. El desastre se desencadenó por una simple cuestión de credibilidad, elemento clave en los negocios, pues ese día era la reunión de accionistas de Hanergy y Li Hejun, que además de ser el presidente, es el principal accionista, no concurrió.

Inmediatamente se dispararon un sinnúmero de versiones que no hicieron más que profundizar la caótica sucesión de especulaciones que rebotaba en el piso de operaciones y que llevaron a que las acciones de la compañía cayeran un 40%, tras lo cual la Bolsa se vio obligada a suspenderla.

"Todos los directivos de las compañías acuden a las reuniones de accionistas y deben ir", según informó David Webb fundador de Webb-site.com a la publicación Bussiness Insider. "Si un presidente no aparece en una junta surgen muchas dudas", explica Webb.

Pero quizás el dato que más llamó la atención fue que a pesar del derrumbe de los papeles de la firma en la plaza accionaria, y de la ausencia del presidente en la junta de accionistas, la compañía no ofreció ninguna explicación en un principio de lo que había ocurrido.

Y hay quienes sostienen que la firma podría constituirse nuevamente en un caso Enron. Según algunos trascendidos, el motivo podría estar, como han indicado algunos analistas, en la falta de transparencia de la cuentas de Hanergy y algunas decisiones cuestionables que se habían tomado en la empresa.

Esta gran caída de Hangery se produjo justo después de que la compañía rival de energía solar, Yigli, sufriera una retroceso del 37% en sus acciones.