La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien realiza una visita de Estado en México, abogó el martes por una mayor integración entre los países latinoamericanos que integran la Alianza del Pacífico y el Mercosur.

México y Brasil, las dos mayores economías de América Latina, "no seremos causales de falsas rivalidades o prisioneros de la geografía", dijo la mandataria ante empresarios.

En un foro en el que más de una vez se habló de los desencuentros que en el pasado han existido entre México y Brasil, Rousseff señaló que ambos países saben que la relación entre Alianza del Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela) "debe ser vista como complementaria y no como alternativa".

La presidenta brasileña y su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto dijeron abrir un nuevo capítulo en la relación entre sus países con la firma de varios convenios, especialmente uno para profundizar el Acuerdo de Complementación Económica, ACE 53, que ampliará las preferencias arancelarias a nuevos sectores como el de servicios, comercio electrónico, compras gubernamentales, propiedad intelectual, entre otros.

"Hoy estamos dando un salto cualitativo en la relación entre Brasil y México. Abrimos un nuevo capítulo", afirmó Peña Nieto en un mensaje conjunto a medios, con motivo de la primera visita de Estado de Rousseff a México. Los jefes de Estado sellaron el martes esta nueva etapa brindado con tequila y caipiriña.

El viaje de dos días de la mandataria brasileña al país Azteca se da en el marco de las turbulencias económicas que afrontan ambos países, que han llevado a sus gobiernos a afrontar profundos recortes en sus presupuestos públicos.

El comercio bilateral entre los dos países alcanza los 9.200 millones de dolares al año, pero se "queda corto" para el potencial que tienen estas dos economías emergentes, señaló Rousseff. La integración del Mercosur y de la Alianza del Pacífico "hará nuestra fuerza", recalcó en declaraciones relevadas por la AFP.

"Queremos pasar de los 9.200 millones de dólares que tenemos hoy en comercio a eventualmente, en menos de 10 años, poder duplicar este nivel", proyectó Peña Nieto.

Los dos países renovaron en marzo pasado un acuerdo comercial que restringe el intercambio bilateral de automóviles y protege a la industria automotriz brasileña. Ese acuerdo extiende un pacto bilateral promovido en 2012 por Brasil que inicialmente causó irritación del lado mexicano, ya que impuso tarifas de 35% a las exportaciones por encima de una cuota anual de entre 1.500 y 1.640 millones de dólares.

Para Rousseff, "ningún modelo o proceso subregional agota las posibilidades y las opciones de integración".

El Mercosur impide a los países que lo integran hacer acuerdos de libre comercio de manera individual, mientras que México cuenta con tratados comerciales con 45 países.

El viaje de la mandataria a México se produce en medio de una puja entre los miembros del Mercosur que reclaman una mayor apertura para realizar alianzas bilaterales sin la anuencia del resto de los países que integran el bloque (Brasil, Uruguay y Paraguay) y aquellas naciones que resisten esa política (Argentina y Venezuela)