A primera vista puede resultar contradictorio. Pero la realidad indica que, en uno de sus peores momentos en más de una década, la industria automotriz está activando proyectos de inversión como hacía años no se veían. 

En efecto, pese a que en los primeros cinco meses la producción y las exportaciones acumularon fuertes caídas del 16% y 24% respectivamente, o que las ventas de 0Km sufrieron una contracción del 21%, esta rama de actividad está protagonizando una andanada de anuncios sin precedentes desde antes de la crisis de 2008. 

Según datos del Ministerio de Industria y de ADEFA, hasta 2016, terminales y autopartistas habrán desembolsado más de u$s2.000 millones, fondos que estarán destinados a la ampliación de plantas, incorporación de nuevas líneas y hasta la construcción de fábricas para la producción de carrocerías. 

Estos anuncios de inversión, incluso, tienen lugar en momentos en que en otros mercados, más competitivos y de mayor volumen, como Brasil, la industria automotriz parece ir en sentido contrario, con despidos de personal y hasta congelamiento de proyectos en el corto plazo. 

Danza de dólares

Mientras los problemas se intensfican en el frente externo e interno, los anuncios de inversión no paran de multiplicarse. 

En total, entre los planes para este año y el próximo, las empresas sumarán casi u$s2.150 millones para la ampliación y actualización de plantas, fabricación de nuevos modelos y restylings. 

Los desembolsos están repartidos en cuatro provincias.

1. Buenos AiresLa última noticia llegó de manos de Ford, que destinará u$s220 millones a la fábrica de Pacheco. 

Enrique Alemañy, presidente de la terminal Argentina y Steven Armstrong, titular de la compañía para América del Sur, lo expusieron en casa de Gobierno y le "arrancaron" una amplia sonrisa a la presidenta Cristina Kirchner. 

La inversión tendrá como objetivo la renovación de productos existentes y el lanzamiento de las nuevas versiones de Focus y Ranger. 

Paralelamente, Toyota está llevando adelante un ambicioso plan por u$s800 millones para dar vida a la nueva Hilux global, en la planta de Zárate. 

Es una de las iniciativas más importantes de la industria de los últimos años y que pondrá a la Argentina al mismo nivel del de otros productores de pick-ups alrededor del mundo, como es el caso de Tailandia. 

Además, la Provincia es el escenario elegido para un ambicioso plan que está llevando adelante Mercedes Benz para la fabricación de la nueva Vito. 

Por su parte, Honda acaba de desembolsar casi u$s30 millones para dar vida a la SUV HR-V, el primer vehículo de su tipo que se producirá en la Argentina y que estará destinado mayormente al mercado brasileño. 

En tanto, Italbus está avanzando con nuevos proyectos en el segmento de carrocerías para buses y colectivos. 

2. CórdobaLa provincia mediterránea también está recibiendo importantes inversiones. 

El principal proyecto corre por cuenta de Nissan, que dispondrá de u$s600 millones para la fabricación de la pick-up NP300 Frontier, modelo que actualmente se importa desde México. 

Este anuncio involucra también a Mercedes Benz y Renault, quienes producirán en la misma planta dos camionetas nuevas, que compartirán plataforma con la japonesa. 

Otro anuncio clave es el de la compañía del rombo que, aparte de la inversión conjunta, destinará u$s100 millones para fabricar los modelos Sandero, Sandero Stepway y Logan, que actualmente se están importando desde Brasil. 

En tanto, la compañía Denso, especializada en autopartes, está inyectando unos u$s10,5 millones para aumentar su capacidad instalada.  

3. Santa FeGeneral Motors comenzó el año pasado un plan de desembolsos de u$s740 millones para el proyecto Fénix, iniciativa bajo la cual se fabricará el primer compacto global de la marca en el país al tiempo que se desarrollarán motores. 

El modelo que llegará desde esa planta es el Cruze, del cual se presentó el primero adelanto.

En el arranque, la empresa destinó u$s270 millones y completará el monto anunciado hacia fines de 2016.  

4. TucumánLa terminal Scania, enfocada en la producción de componentes para camiones, invertirá este año casi u$s50 millones para modernizar y hacer más eficientes los procesos productivos que allí se llevan a cabo. De esta manera, incrementará el porcentaje de exportaciones realizadas a la casa matriz, en Suecia. 

A estos planes se suman otros compromisos, por ahora de palabra. Por ejemplo, el CEO de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Sergio Marchionne, anticipó que próximamente habrá una inversión de "gran significancia" para la Argentina. 

Paralelamente, la multinacional Brilliance, de origen chino, anunció a la ministra de Industria, Débora Giorgi, su intención de instalar una terminal automotriz en el país. 

Brilliance es un jugador de peso en el gigante asiático: en 2014 produjo más de 800.000 unidades, siendo la séptima terminal más grande de China. Además, tiene un joint venture con BMW, por la cual produce en ese país modelos de las series 1, 3 y 5.

Qué hay detrás de los desembolsos

En el plano exportador, la reducción de la demanda de Brasil es un tema grave para el sector, teniendo en cuenta que cerca de un 50% de la producción local se deriva a ese mercado. 

Por eso, no es un dato menor que en los primeros cinco meses del año los envíos hacia ese destino hayan registrado una caída del orden del 40%. 

En el terreno local, las cifras de los patentamientos muestran que, contrariamente a lo que se pensaba, el mercado todavía está buscando su piso. 

Así, mientras que en abril hubo una estabilización en los niveles de caída, en mayo los números abandonaron la tendencia positiva y volvieron a registrar cifras preocupantes. 

Si bien hacia fin de año se espera que se vaya dando una leve recuperación, de la mano de una mejora parcial del poder adquisitivo, lo cierto es que los pronósticos distan de ser muy alentadores. 

Según proyecciones de la consultora Abeceb, la meta que se traza la industria es la de alcanzar las 610.000 unidades patentadas. De confirmarse este número, implicaría una caída del 10% respecto a los niveles de 2014 y del 36% en relación con el récord de 2013. 

¿Cómo es que entonces que la industria automotriz asiste a un boom de inversiones de esta magnitud? 

El primer dato a tener en cuenta es que la mayoría de estos proyectos industriales recién estarán operativos a partir de 2016. Incluso, algunos alcanzarán su pico máximo de producción recién dentro de tres años. 

“No es casual que las terminales estén activando proyectos en momentos en que se perfila un cambio de Gobierno. Sea cual fuere el candidato, la industria apuesta a un cambio en el clima para hacer negocios”, afirmó un consultor especializado en el rubro automotor y que pidió estricto off the record. 

Así las cosas, en el caso del plan de ampliación con el que está avanzando General Motors en Rosario, recién entrará en vigencia a comienzos de 2017. 

En cuanto a los nuevos modelos que producirá Renault, la fabricación comenzará pasado el segundo semestre del año próximo y alcanzará su pico para el 2017. 

En lo que respecta a Nissan, el propio titular de la empresa para América latina afirmó que los trabajos empiezan a partir de ahora, pero los inicios de producción están previstos para “principios del 2018”. 

En definitiva, lo que está sucediendo en el plano de la economía real, tiene su correlato en el mercado financiero. 

Tal como lo reflejó el diario The Wall Street Journal, actualmente se ha puesto “de moda” poner fichas en la Argentina. 

Según el periódico estadounidense, “los inversores asumen que todos los candidatos con posibilidades de suceder a la Presidenta tendrán un enfoque más favorable al mercado para manejar la economía”. 

Incluso –continúa el artículo-, los fondos de cobertura no disimulan su entusiasmo por la potencialidad del país de cara al mediano plazo. 

En el plano de los negocios, así como en la previa a las elecciones algunos candidatos se refirieron a la posibilidad de reducir o eliminar las retenciones, para dotar de mayor competitividad al campo y a las economías regionales, en la industria automotriz hay directivos que se entusiasman con la posibilidad de que se deroge o al menos se atenúe el polémico impuesto a los 0Km, que está afectando también a vehículos de producción nacional. 

Claro que no todo se reduce a una cuestión de expectativas. 

En las terminales, una de las mayores preocupaciones es cómo hará el próximo Gobierno para resolver el problema de la falta de competitividad, que dificulta la apertura de nuevos mercados, en momentos en que la demanda brasileña está en baja. 

De hecho, el presidente de Mercedes-Benz Argentina, Joachim Maier, afirmó que producir en el país “no es rentable” al tiempo que aseguró que hoy en día es difícil competir en el mercado de exportación. 

La otra dificultad está atada a la escasa disponibilidad de dólares, que desde el año pasado viene provocando dificultades para el ingreso de vehículos brasileños, así como también de autopartes, claves para abastecer a la producción local. 

La incertidumbre es elevada y, como se observa, el clima para los negocios dista de ser el ideal. Las tasas negativas que muestran todas las variables así lo demuestran.

Sin embargo, esta industria, que se maneja con planes a mediano y largo plazo, está apostando por un cambio de tendencia. Y, de cara a ese escenario, el “cash” lo empiezan desde ahora.