El Gobierno decidió volver a prorrogar la utilización de los Certificados de Depósito de Inversión (Cedin) para la compra de inmuebles por tres meses, y la decisión fue tomada con cierta cautela por parte de los operadores.

Según El Cronista, entienden que se trata al menos de un mecanismo que puede colaborar con el movimiento del mercado, aunque "no soluciona los problemas de fondo".

"Hoy lo que tenemos es esto o nada. El negocio está deprimido desde hace ya cuatro años, cuando se instauró el cepo cambiario, y los Cedin apenas aparecen como una vía para intentar descomprimir esta situación, algo que no ocurre", precisó Jorge Toselli, titular de JT Inmobiliaria.

Además, el empresario coincide en que "lo que realmente normalizaría el mercado es la apertura del cepo, al menos para la compra de inmuebles".

Javier López, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), quien el lunes pasado recibió el anuncio respecto de la ampliación de los plazos de parte del Ministro de Economía, Axel Kicillof, tampoco se mostró efusivo respecto del resultado que se podrá lograr con esta nueva ampliación, la octava desde que fue puesta en marcha.

"El sector inmobiliario se dinamizará. No se sabe en qué medida, pero lo hará", confió el titular de la CIA, y consideró que "todo lo que ayude es bienvenido".

Por su parte, el presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de Buenos Aires (Cucicba), Hector D’ Odorico, también dio la bienvenida a la prórroga, aunque lejos de tomarla como una medida que cambie la ecuación del sector.

"Todo lo que apoye y apuntale al mercado inmobiliario es positivo, especialmente en un año difícil para el sector como un año electoral, donde la incertidumbre hace que a la gente le cueste tomar decisiones", afirmó el especialista.

Damián Tabakman, analista del mercado inmobiliario, sostuvo por su parte que el funcionamiento de los Cedin "es correcto", aunque resaltó que "no se ha usado en grandes operaciones porque los poseedores de altas cifras no se expusieron a blanquear su dinero, y tampoco fue usado en operaciones chicas por desconocimiento".

Si, en cambio, afirma que fue utilizado en "operaciones intermedias, de departamentos de tres o más ambientes".

Más allá de las perspectivas del sector con esta ampliación, la realidad indica que los resultados de este mecanismo no son los que esperaba el Gobierno.

Cuando se lanzó, en 2012, desde la gestión K estimaban que se blanquearían u$s4000 millones, lejos de los u$s1700 millones alcanzados hasta hoy.