El desplazamiento de Luis María Cabral de la sala que integraba en la Casación que consiguió pergeñar el oficialismo a días de que el juez deba fallar sobre el memorándum con Irán generó un rechazo inmediato en las principales fuerzas opositoras. La reacción fue similar en sectores del mundo judicial, desde donde la semana pasada comenzó a gestarse una marcha a la Plaza de Mayo a modo de protesta.

El malestar que provocó la medida en los tribunales quedó plasmado en el comunicado que emitió la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, que Cabral presidió en el pasado. Esa entidad atribuyó su remoción a intereses políticos. Ahora el caso tocó las puertas de la Corte Suprema con una carta dirigida a su presidente, Ricardo Lorenzetti.

La misiva lleva la firma de jueces del fuero Nacional en lo Criminal y Correccional de la ciudad de Buenos Aires. El fin: transmitirle a Lorenzetti la "profunda preocupación por los hechos de público conocimiento que se vienen suscitando en el ámbito del Consejo de la Magistratura".

"Nos provoca particular inquietud que se remueva a magistrados subrogantes sin aplicar el procedimiento legal establecido (...) conspirando con la estabilidad en la función judicial que reclama la Constitución", indicaron los magistrados. "Igual reparo despierta que se hayan nombrado como subrogantes de Casación a tres abogados que hoy no ejercen la magistratura", añadió.

Aunque no identifica a Cabral en particular, el planteo se refiere en concreto a su apartamiento y a las designaciones que hizo el kirchnerismo, amparado en la mayoría que ostenta en el Consejo, para remplazarlo y nombrar otros conjueces en otros cargos.

Claudio Vázquez ingresó en nombre de Cabral mientras que Norberto Frontini y Robert Boico juraron para completar la sala I de esa cámara. Los tres han hecho público, en mayor o menor medida, su afinidad con el gobierno nacional.

En la carta, los jueces observan que las resoluciones del órgano no contemplan los pasos que estipula la ley para esos casos. Y afirman "la preocupación es aún mayor si se tiene cuenta que este mecanismo, de proyectarse, pondría en riesgo la situación de gran cantidad de jueces subrogantes".