El estadio Municipal Alcaldesa Ester Roa Rebolledo de Concepción fue el escenario del partido por el tercer puesto. Tras la clasificación a las semifinales de la Copa América, Perú y Paraguay se vieron las caras para definir qué equipo se quedaría con el bronce.

En los primeros movimientos se notó una propuesta similar en ambos seleccionados. Los incaicos apostaron por la jerarquía individual de Paolo Guerrero, mientras que los de Ramón Díaz basaron la construcción de su juego en Néstor Ortigoza.

Sólo transcurrieron seis minutos cuando José Yordi Reyna encaró por el centro y probó de media distancia, para exigir a Justo Villar. La intervención del arquero del Colo Colo fue fundamental para mantener el resultado en blanco.

Sobre la media hora había una clara tendencia a favor del elenco de Ricardo Gareca. Las proyecciones de Luis Jan Piers Advíncula lastimaban a la última línea paraguaya y cada centro amenazaba con la llegada del gol. Tal es así que la más clara la tuvo Carlos Lobatón, quien recibió en soledad en el borde del área chica, pero desperdició su oportunidad con un remate por encima del travesaño.

En el comienzo del complemento André Carrillo capitalizó un despeje frontal y puso justicia en los números. Perú había hecho los méritos suficientes para ponerse en ventaja y el delantero del Sporting de Lisboa estableció el 1 a 0 con un disparo rasante.

Con el golpe recibido, Paraguay intentó reaccionar con más sacrificio que buenas ideas. La última escena del espectáculo reflejó lo que preveía. En una de las constantes triangulaciones ofensivas, Paolo Guerrero terminó el duelo con una fortuita definición. Del mismo modo que ocurrió en la edición pasada, Perú logró abrazarse al bronce, en lo que significó su octava vez en toda su historia. En su primera competición oficial, Ricardo Gareca dio un gran paso en el país incaico.