El fondo NML-Elliot dio un paso más ayer para lograr el embargo de futuros pagos de los bonos Bonar 24, que son los títulos que emitió por primera vez el ministro de Economía, Axel Kicillof, en mayo del año pasado.

Después de que el juez de Nueva York Thomas Griesa habilitara el jueves a los fondos buitre a ampliar su demanda contra la Argentina, el fondo del millonario Paul Singer presentó ayer un nuevo escrito en el que le pidió al magistrado que declare a los Bonar 24 como deuda externa y que, por ende, queden sujetos también a la aplicación de la cláusula pari passu.

De esta forma, cada vez que la Argentina quiera cancelar el vencimiento de algún Bonar 24 quedaría obligada a pagar en igual proporción la deuda que tiene con los bonistas que no entraron a los canjes de 2005 y 2010 (los llamados holdouts).

La presentación de NML-Elliot se suma a la que hizo Aurelius Capital Management a última hora del viernes pasado.

Ambas ahora siembran un interrogante con respecto a los pagos futuros del Bonar 24, que paga su próximo cupón el 7 de septiembre. Al haber sido emitido bajo legislación argentina, el Bonar 24 no estaba hasta ahora bajo influjo de los holdouts, como sí lo estaban los bonos que habían sido emitidos como parte de los canjes de deuda, como los Par o los Discount.

El Bonar 24 es un bono en dólares, pero con ley argentina, que emitió el Gobierno primero para saldar la deuda que tenía con Repsol por la estatización de YPF, en mayo pasado. Luego el Ministerio de Economía volvió a hacer una colocación a fin del año pasado, cuando intentó canjearlos sin demasiado éxito por los Boden 2015, que vencen en octubre próximo.

Y finalmente hizo una última emisión en abril pasado, con la que logró recaudar 1415 millones de dólares, según consigna La Nación.

Tras la última embestida de los fondos buitre, en el mercado creen que será difícil que Economía pueda volver a pensar en financiarse con Bonar.